P. Castillo

Safe Creative #1802170294390

miércoles, 22 de abril de 2020


Pugna entre dos plagas. La Humanidad versus Los Virus.


Los virus nos llevan algunas ventajas, una significativa es que ellos nos entienden mejor a nosotros que nosotros a ellos, por muchos estudios de laboratorio que se hagan.

Nos vienen observando desde hace miles de años, en silencio, parapetados en su invisibilidad, esperando cualquier imprudencia por nuestra parte, y cuando sucede salta la pugna entre las dos plagas; La Humanidad versus Los Virus.

Porque para este planeta, la Humanidad y su depredación han alcanzado dimensiones de plaga, tal es la afirmación de José María Fernández de Castro, paleoantropólogo y codirector del yacimiento de Atapuerca.


Hay otros organismos vivos que también nos conocen mejor que al revés, ocurre en muchas especies animales. Un perro entiende mejor a los humanos que el humano al perro, más aún, el can entiende mejor al humano que éste a otro humano, inaudito pero es así en multitud de circunstancias.

Este es un hecho que explica con rotundidad y clarividencia Felipe Fernández Armesto en “Breve Historia de la Humanidad”, uno de esos ensayos lúcidos y necesarios, no así para los dogmáticos, porque ponen todo patas arriba.


Foto, Paco Castillo (noviembre 2018)

La egolatría que nos caracteriza como humanos nos sume en la ceguera mental, y nos lleva a pensar que nuestra presencia en el planeta, a lo largo de milenios, es todo un ejemplo de éxito evolutivo, pues seguimos en pie.


Pensamos y nos pensamos como el centro de todas las cosas, el eje que hace girar al mismo Universo. La megalomanía nos está acercando al borde del precipicio.

Valga este fragmento:

“El fin del Triásico fue el cuarto periodo mundial conocido en mortandad, siendo la extinción de los dinosaurios el quinto. Hoy en día, algunos científicos han propuesto que estamos en la cúspide de una sexta extinción por el hombre, ya que el crecimiento explosivo de la población humana, la actividad industrial y la explotación de los recursos naturales están empujando rápidamente a muchas especies fuera del mapa.”


Ese éxito evolutivo que decía por arriba yo lo sostengo con alfileres. Es pertinente repensar el concepto de éxito en cuanto a especie que manejamos, una idea de éxito que, por cierto, tenemos desde hace relativamente poco, concretamente desde la Revolución Industrial.
A esta aceleración industrial y tecnológica con sus logros la hemos llamado Éxito en nuestra cultura Occidental, porque si le preguntamos a un budista que significado le da al Éxito, puede que ni siquiera sepa respondernos por desconocer la existencia de tal palabra.

Es cierto que los avances en medicina han posibilitado que vivamos muchos más años que hace dos siglos, pero esto tiene una doble lectura, perversa; cuánto más larga sea la vida de los seres humanos… más se acorta la vida del planeta, dados nuestros modelos de desarrollo. Es una relación sencilla de entender.

El éxito evolutivo no hay que plantearlo o entenderlo o medirlo en relación al estilo de vida que los humanos desarrollan en la Tierra, con sus deslumbrantes creaciones en aras de ese supuesto dominio tecnológico,  y el sometimiento de los recursos terrestres para favorecer nuestra dinámica de crecimiento, sino más bien al tiempo, sí el cronológico, que nuestra especie lleva sobreviviendo en el planeta.

En ese sentido nuestro éxito evolutivo es una variable que aún está por analizar, pues llevamos apenas “unos minutos”  en la Tierra, si nos atenemos a parámetros evolutivos, ya que nuestros 200.000 años en la Tierra es una minucia comparado con los 245 millones de años, aproximadamente, que estuvieron los Dinosaurios aquí.




“Los dinosaurios vivieron en la Tierra durante aproximadamente entre 215 y 245 millones de años ( aproximadamente 64 veces más que el tiempo que lleva la humanidad sobre la Tierra).”


Así que en términos evolutivos, de la supervivencia de una especie en el planeta (ya coman hierbas y caminen a cuatro patas, o construyan aviones) el éxito de los dinosaurios es incomparablemente mayor al nuestro. Los dinosaurios no habrán fabricado respiradores o creado ordenadores, pero han vencido a los desafíos de la existencia durante 245 millones de años.

¿Dada nuestra forma de vida en la Tierra, y la gestión que hacemos de sus recursos… llegaremos a habitarla 245 millones de años?

Pero además, una especie emparentada que siempre hemos mirado por encima del hombro, Los Neandertales, han estado bastante más tiempo en la Tierra que el humano moderno (Homo sapiens):

“La extinción temprana de los neandertales suele considerarse prueba de su inferioridad, pero existieron durante 300.000 años, mucho más de lo que ha durado el Homo sapiens hasta ahora o, por lo que se vislumbra hoy, de lo que parece capaz de durar en un futuro.”

Fuente: Breve historia de la Humanidad (Grupo Zeta, 2008, de la versión original en 2004), Felipe Fernández-Armesto.


                                Foto, Paco Castillo (noviembre 2018)

Nuestro signo distintivo, la inteligencia y el raciocinio, es una garantía para muchas cosas, pero no un salvoconducto para asegurnos la permanencia en el planeta, eso lo corrobora cualquier científico, es más, parece que está sirviendo para todo lo contrario, acelerar nuestra desaparición… no hay más que echar un vistazo por ahí fuera.

-Los seres humanos somos una plaga para el planeta-

“Somos diferentes de otros animales porque tenemos cultura, pero somos genes, carne y hueso como otras especies. Las posturas catastrofistas no gustan a nadie. Todo el mundo esconde la cabeza, y si se habla de esas catástrofes la gente se va de las conferencias. Pero existe la posibilidad. Mi colega Eudald Carbonell defiende que puede haber un colapso de la especie. No una extinción, pero una reducción de la especie a unos niveles aceptables, un equilibrio. Como pasa con todos los animales que alcanzan el nivel de plaga, y nosotros somos una plaga del planeta, cuando acaban con los recursos sus poblaciones caen hasta que logran un equilibrio con el medio. No es catastrofismo, es ecología.”



Ahí va otro fragmento:

“Un equipo de investigadores realizó un censo de la masa que representa la vida en la Tierra. Sus conclusiones ponen en evidencia no sólo el insignificante peso de la humanidad sino también la voracidad de su instinto. Las 7.500 millones de personas que habitan la Tierra representan apenas el 0,01% del total de la masa de la vida. Pese a esta desproporción, desde el comienzo de la civilización ya lleva aniquilados al 83% de los ejemplares de mamíferos salvajes, el 80% de los mamíferos marinos, la mitad de las plantas y al 15% de los peces.

A esto se le suma que en los últimos 100 años el planeta haya perdido casi la mitad de su superficie forestal. Como señala el informe más reciente de la Food and Agriculture Organization (FAO) la Tierra sigue perdiendo anualmente 11,2 millones de hectáreas de bosques vírgenes. Esto es consecuencia de su explotación como fuente de energía (cerca de 2.000 millones de personas en el mundo dependen de la leña como combustible), de la expansión agrícola y ganadera y de la minería y de las actividades de compañías madereras que, a menudo, escapan a todo control estatal.”


Hace unos días leía también algunos informes señalando que países como China y Estados Unidos, tienen una clara intención de relajar, incluso tumbar, varias medidas en favor del medio ambiente que habían adoptado a regañadientes. Por ejemplo China permitiría flexibilizar las normas que se habían aprobado para minimizar el uso del carbón, una fuente de energía altamente contaminante… el objetivo es acelerar lo más posible la recuperación económica, y las fuentes más contaminantes son las que más posibilitan esa rapidez, es así. La idea de Estados Unidos es la misma, y ya está echando para atrás muchas directivas en beneficio del medio ambiente que, tras mucho tira y afloja,  estaban casi aprobadas y listas para implementarse. Supongo que Rusia o Brasil, o India… no se van a quedar mirando a sus competidores y procederán igual.

Hablando de Estados Unidos, veo que los amigos de Trump, los magnates de Disney, dejarán de pagar a sus empleados:

“Disney dejará de pagar a más de 100.000 empleados esta semana, casi la mitad de su fuerza laboral. La compañía mantendrá vigente su plan de bonificación ejecutiva y el pago de un dividendo que estaba planificado por un monto de 1.500 millones de dólares. El presidente ejecutivo de Disney, Bob Chapek, anunció que cobraría la mitad de su salario base de 2,5 millones de dólares debido a la crisis, pero Chapek obtiene un estimado de 25 millones de dólares anuales gracias a bonificaciones y a un premio de incentivo a largo plazo. El presidente y ex director ejecutivo de Disney, Bob Iger, ganó 47,5 millones de dólares como director ejecutivo el año pasado y su patrimonio asciende a 690 millones de dólares.

Jeremy Haicken, presidente del sindicato UNITE HERE, que representa a los trabajadores de Disney World en el estado de Florida, dijo a la revista The Hollywood Reporter: “Florida está al borde de un desastre humanitario. El sistema estaba diseñado para fallar incluso en los mejores momentos, y ahora cientos de miles de trabajadores están pagando el precio. ¿Qué van a hacer los trabajadores cuando sus hijos pasen hambre? ¿Pedirles que esperen siete semanas para que [el gobernador Ron] DeSantis les envíe un cheque?”.


En ese aspecto aquí tampoco estamos para presumir, pues los empresarios de la CEOE han puesto el grito en el cielo y mostrado su oposición ante la propuesta del imprescindible Ingreso Vital Mínimo que tantas  familias en situación crítica necesitan ahora. Eso sí, no pocas empresas han recibido ayudas millonarias de dinero público cuando se han visto en la misma tesitura, y es que eso de la Responsabilidad Social Corporativa; devolver a la sociedad parte de lo que ésta te ha dado a ti, es una asignatura que muchas empresas suspenden.

Ese es el Éxito que eleva a las grandes naciones en su idea de progreso, es decir, el Éxito de cuatro tiburones sobre un inmenso mar de indefensas sardinas.

No obstante, se está poniendo mucho el foco en diversas cuestiones con el coronavirus, a saber; que si falta de previsión al permitir manifestaciones masivas, que si hemos llegado tarde al adoptar estas o aquellas medidas, que si escasez de una industria dedicada a la fabricación de material sanitario, etc, etc. Es innegable que todo esto explica una proporción de la crisis, y habrá que aprender de tales errores, pero no es lo más relevante y nos limita la perspectiva del problema; ¿somos tan ingenuos de creer que suspendiendo una manifestación, o adelantándose con algunas medidas íbamos a mantener a raya el virus? Esta es una óptica cortoplacista, no solo aquí, pues en el resto del mundo sucede lo mismo.

El riesgo de pandemia global viene advirtiéndose hace años por la comunidad científica, ver mi entrada del día 12 de abril. Esa misma comunidad científica que suele ser silenciada por las grandes economías mundiales, pues resultan molestos en sus críticas hacia el insostenible desarrollo que tenemos, tan nocivo para el medio ambiente.

Este es un debate que apenas se plantea en los medios, pasa de puntillas en los telediarios, en la prensa, los analistas que más exposición están teniendo al vislumbrar el panorama son economistas, politólogos, sociólogos, psicólogos, obviamente los médicos e investigadores sanitarios no tienen más remedio que centrarse en la naturaleza del virus para combatirlo, ahora son esenciales en eso, pero la comunidad científica que vela por el medio ambiente es una voz que nos cuesta escuchar ante el protagonismo de economistas, politólogos, etc.

Es cierto que aún no se ha establecido una relación directa entre la propagación del coronavirus y el declive mediombiental, pero a nadie se le escapa que con la degradación del planeta les ponemos las cosas demasiado fáciles a bacterias y virus para darse un voltio entre los humanos, el consumo descontrolado de otras especies animales (mercados vivos), ya se sabe lo peligroso que es, aparte de llevar casi a la extinción a numerosas especies.



La angustia que padecemos no es tanto por lo que observamos alrededor, más bien está en la idea que sostuvo el psiquiatra Juan J. López Ibor ("El descubrimiento de la intimidad"):

“La reducción del hombre así mismo produce la angustia”


Foto, Paco Castillo, por mi biblioteca.



Por cierto, las hormigas llevan en la Tierra más de 160 millones de años, eso sí que es un ejemplo de éxito evolutivo, y como ha dicho uno de los mayores expertos mundiales en estos insectos, el biólogo Laurent Keller:

“Las hormigas sobrevivieron a los dinosaurios y también sobrevivirán al hombre”



                                                 Foto, Paco Castillo, noviembre de 2018

11 comentarios:

  1. Amigo:
    Todos sabíamos que algo andaba mal, no nos engañemos, que al que es de la cosecha del 53 y empezó lo laboral trece años más tarde, ya le extrañaba que un viaje Madrid/Londres en avión tuviera la mitad de coste que uno Madrid/ Segovia en tren.

    Y nos seguíamos extrañando de que el banco te ofreciera a los sesenta años un préstamo para comprarte el coche de tus sueños, con la guindilla de "por que te lo mereces". O las hipotecas para un nuevo piso, con muchas más habitaciones, firmando sólo letras a trenta años, cuando se cuenta con cuarenta y se sabe que te cogerán cinco de jubilado, con un salario evidentemente inferior. Eso sin contar que por el camino te de el telele, y dejes a la parienta colgada con el dichoso piso, mientras duermes el sueño de los justos.

    O la gloriosa ilusión de coleccionar...¿sellos? ¿cromos? ¿TBEos?, no... relojes, zapatos, trajes, vestidos, camisas, televisiones, móviles e incluso coches, el tuyo, el de la mujer, el del hijo y la moto de la nena...Y todo con un sueldo, porque el otro, el de "ella", sirve para comer.

    Dice Mujica el expresidente uruguayo, que da igual, que si uno no lucha para salir del sistema (eso se llama capacidad de sacrificio), el sistema lo adapta, lo doma le hace creer que triunfa, así, cambiará la motito por el auto, y el autito por el Audi, y así firmará letras para creer que ha progresado.

    Un abrazo.
    Salut
    Miquel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un poco el sentido de mi entrada era señalar que tenemos una perspectiva reducida, o al menos así lo deduzco por lo que se observa en los medios, a la hora de entender la pandemia, se incide muy poco en las circunstancias primeras, más lejanas en el tiempo, que han ido allanando el camino a este virus, o pandemia. En ese sentido cabe poner el dedo acusador en nuestro estilo de vida, del que parece imposible que salgamos porque no estamos muy dispuestos a renunciar a tantas cosas, entono el mea culpa, sin duda.

      Mujica es un ejemplo de coherencia que ya quisiera para mí, sería un modelo a seguir y alguien a quien conviene escuchar.

      Ahora vemos como tantos Estados son gigantes con pies de barro, esto debería de ser una cura de humildad universal.

      Un abrazo, Miquel.
      Salut!

      Eliminar
  2. ¡¡Qué casualidad!! estoy leyendo un ensayo de Juan Luis Arsuaga titulado "Vida, la gran historia" donde analiza esas creencias de que toda la evolución tenía como finalidad llegar a esta maravilla de las maravillas que es el hombre (bueno, es un resumen un tanto simple de lo que trata el libro, pero enlaza bien con lo que cuentas tú).
    Es cierto que hay que preguntarse qué se entiende por éxito evolutivo. Como bióloga sé que no es un grupo de primates pelados que andan sobre los pies, el que más éxito han tenido. Habría que esperar unos cuantos millones de años para tener esa información. Con apenas doscientos mil años en este mundo, es difícil saber qué va a ser de nuestro éxito.
    Esta pandemia les va a servir a países como China y Estados Unidos para relajar mucho todas las medidas que han tenido que tomar en pro del medio ambiente obligados por la tendencia de Europa. En todas partes se van a relajar porque la crisis económica que sucederá a la sanitaria va a permitir todo tipo de tropelías en nombre de la recuperación.
    Yo sé que el ser humano no tiene poder pata terminar con la Tierra, ni siquiera para hacerle un sutil arañazo. Todas las catástrofes naturales lo son para el propio ser humano y la Tierra se defenderá pegando un coletazo que nos sacará de su presencia probablemente con nuestra propia colaboración. El mal es solo para nosotros. Un volcán en erupción altera más la atmósfera que todas las chimeneas y coches del mundo. Y los cambios climáticos que ha sufrido dejan en mantillas al calentamiento global. Que no se me malinterprete. No estoy diciendo que adelante, que no pasa nada. Solo digo que lo que pasa, que es terrible, lo es para nosotros y desde nuestro punto de vista. Vamos a ser los más perjudicados.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te has explicado muy bien, Rosa. Es más, coincido plenamente con tus planteamientos.
      La Tierra tiene sus mecanismos de regulación al margen de nuestra presencia, somos una especie animal, y no somos imprescindibles para la naturaleza, ésta seguiría su curso sin nosotros, como lo ha hecho durante millones de años. Y cuando nos ponemos como paradigma de éxito evolutivo... por que hemos construido un cohete y llegado a la Luna, me digo que no entendemos nada, pues el éxito evolutivo tiene más que ver con otras cosas, las hormigas no han construido ningún cohete, y su presencia en la Tierra sigue siendo más eficiente que la nuestra, pues llevan aquí desde hace 160 millones de años, eso es éxito evolutivo.

      Es preocupante las intenciones de China y Estados Unidos para recuperar cuanto antes el frenazo económico, a nadie se nos escapa que lo más a mano y rápido para lograrlo son los elementos y modos contaminantes que todos conocemos, por sufrirlos desde hace tantos años. Y detrás vienen Rusia, Brasil, India, Japón... etc, etc.

      No me espero nada bueno, pues éstos y otros países será una causa de fuerza mayor levantar sus economías... a toda costa y a cualquier precio.
      Está claro que antes de acabar nosotros con la Tierra, será ella la que acabe con nosotros, o simplemente seremos nosotros mismos los que hagamos el trabajo por ella.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Hay especies que nos conocen mucho mejor que nosotros a ellas porque nos gusta demasiado mirarnos el ombligo. No hay más que ver cómo siempre hacemos la división entre los animales y los hombres cuando nosotros pertenecemos también al reino animal. Tan solo observamos a las demás especies cuando les podemos sacar un beneficio o cuando, como en el caso de este virus, suponen un peligro que nos ha puesto en jaque a toda la humanidad.
    Está por ver la repercusión que va a tener esta crisis. Me da más miedo que el virus.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los perros, en la convivencia milenaria con los humanos, incluso han modificado la expresión de sus ojos para despertar en nosotros la necesidad de cuidarlos. Un poco va por ahí el ensayo de Felipe Fernández Armesto, la desconsideración de los humanos a su naturaleza animal, y la desunión con las restantes especies, como si no fuésemos parte de ese mismo polvo de estrellas.
      Lo que venga después... mejor no pensarlo.
      Un abrazo, Lorena. Cuídate!

      Eliminar
  4. En general los ecosistemas tienen una gran resistencia a las alteraciones que se producen en su entorno, tanto en aquellas de origen natural como en las humanas, y pueden recuperarse de ellas si se les concede un tiempo suficiente.

    Los ecosistemas presentan mecanismos de regulación que los mantienen estables y en equilibrio.

    Un abrazo, Paco

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así, es Luis Antonio. Y nosotros parece que tenemos mecanismos... para destruirnos.
      Es incompresible esta raza humana.
      Un abrazo, amigo.

      Eliminar
  5. He abrazado mi profesión de químico, Paco, porque es la ciencia que trata de hallar continuamente el equilibrio. Y, para colmo, me he especializado en Termodinámica y Equilibrio químico. Uff.
    Mi abuelo materno, que no poseía estudio alguno -apenas si pudo concluir la primaria- sostenía lo que tú señalas: los seres humanos somos ya una plaga para el planeta. Y que las únicas dos formas de regulación demográfica que teníamos eran las guerras o las pestes. No necesitó más que leer libros y enterarse de las noticias para aprender lo que yo mismo con años de estudio...
    Gracias por disparar buenas reflexiones.
    Cuídate, amigo! Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Tu abuelo, como otros tantos, hablaba desde la sabiduría de la vida, cuando uno tiene una mirada ya longeva de las cosas.
    Está claro que somos una plaga, no hay más que mirarnos.
    Gracias a ti, Marcelo por tus siempre interesantes aportes.
    Cuídate!

    ResponderEliminar
  7. 1xBet Korean Sportsbook Review (Visa, Login) & Bonus Review
    1xBet offers 1xbet apps one of the most reliable options in online betting. Read our review on what this online sportsbook offers, 1xbet welcome bonus

    ResponderEliminar