La masa arenosa…
Foto, Paco Castillo. Esta mañana.
Por la mañana estuve leyendo al
raso, ya os comenté esta forma de disfrutar la lectura. El campo tiene su
narrativa, presta a ser leída, pero se hace observando.
Iba absorto en las “Investigaciones
sobre la Belleza Ideal”, un ensayo del jesuita y erudito Esteban de Arteaga
(Segovia, 1747 - París, 1799) . Lo de erudito no es una floritura mía, ir a
este enlace y veréis.
De los cuales nuestra amiga voladora va sobrada hasta decir basta, poseé 30.000, lo que significa que su visión es mucho más eficaz, o extensa, que la del Tribunal Constitucional, pongamos por caso, pues tiene muchísimos menos omatidios. Bueno, pensemos que el asunto es mejorable, no pasa nada. Sí, tiene omatidios, no hemos inventado nada...
Ya digo que me entusiasmaría conocer sus respuestas sobre algunas de mis incertidumbres…
Foto, Paco Castillo. Investigaciones sobre la Belleza Ideal. Esteban de Arteaga.
Llegado el momento me detendré más
sobre el libro. Por lo demás, muy apropiado para estos periplos campestres:
“La belleza ideal, según Arteaga,
es el modelo perfecto que el artista imagina en su mente después de haber
observado en la naturaleza diferentes objetos de la misma clase de aquel que
quiere representar, y que, posteriormente, aspira a plasmar en una obra de arte,
(…)”
Fuente:
http://dbe.rah.es/biografias/8091/esteban-de-arteaga
Foto,
Paco Castillo. Con August Strindberg
El caso es que se me cruzó una
libélula y me sacó de mi ensimismamiento, cuando estaba ojeando una nota a pie
de página, unas impresiones de Sade…
Foto, Paco Castillo. Investigaciones sobre la Belleza Ideal. Esteban de Arteaga, (esta mañana).
De repente la libélula se posó en
el suelo, a 3 o 4 metros por delante de mí, frente a frente, sin darme la
espalda, o el dorso (si ella lo prefiere).
Capté el mensaje, de algún modo y
sin palabras, solo con gestos, me estaba diciendo:
Yo, ahora mismo, te estoy leyendo.
Puedes hacer lo mismo conmigo, léeme si te place.
Libélula. Foto, Paco Castillo. Esta mañana.
Y nos leímos mutuamente, qué gozada fundirnos en la lectura...
Así que cesé mi movimiento sin
brusquedad, cerré suavemente el libro, y saqué mi cámara para guardar nuestro
encuentro.
Pude hacer un par de fotos, en el
preciso instante de terminar la segunda se alejó fuera de la senda, rauda con
ese aleteo caprichoso y anárquico.
Yo continué mi rumbo.
Foto, Paco Castillo. Investigaciones sobre la Belleza Ideal. Esteban de Arteaga, (esta mañana).
Si me la vuelvo a encontrar me
gustaría conocer sus teorías sobre la anarquía, ya que tiende a salirse del
camino, y teniendo en cuenta que observa el mundo, su mundo, con ojos de libélula,
ojos compuestos, me intriga sobremanera su respuesta.
Ojos compuestos tiene nuestro
visitante alado, ya sabéis (aunque yo no lo sabía), esas estructuras llamadas
omatidios.
Ojos compuestos de libélula, formados omatidios. http://beatrizmayoral.blogspot.com/2013/09/los-ojos-de-la-libelula.html
Omatidios de crustáceo. https://es.wikipedia.org/wiki/Omatidio
De los cuales nuestra amiga voladora va sobrada hasta decir basta, poseé 30.000, lo que significa que su visión es mucho más eficaz, o extensa, que la del Tribunal Constitucional, pongamos por caso, pues tiene muchísimos menos omatidios. Bueno, pensemos que el asunto es mejorable, no pasa nada. Sí, tiene omatidios, no hemos inventado nada...
Ya digo que me entusiasmaría conocer sus respuestas sobre algunas de mis incertidumbres…
“Las libélulas emplean la ilusión óptica para
acechar a otros insectos”
"Una ilusión óptica es cualquier
ilusión del sentido de la visión que nos lleva a percibir la realidad de varias
formas."
Pues sí, me complacería conocer de su propia
experiencia como es eso de percibir la realidad de varias formas.
Cuando los políticos se empeñan en imponernos
su visión de la realidad, que casi nunca coincide con las otras... las que
surgen a pie de calle, o a ojo de libélula.
Pediría a la libélula que hiciesen una jornada
de puertas abiertas en El Congreso de las diputadas Libélulas, y ver como ahí
se discute sobre realidades, y no se impone la idea de una realidad en la que
pocos ciudadanos se ven reflejados.
He llegado a mi casa. Me siento junto al
ordenador, quiero ver esas fotografías y captar la morfología de la libélula con mayor nitidez.
Libélula. Foto, Paco Castillo. Esta mañana.
Pero, lo que son las cosas, ha captado más mi
atención la tierra sobre la que se posaba el insecto.
Sí, el suelo, esa masa informe de color
parduzco palidísimo, como la tierra enferma sedienta de lluvia que es.
Resulta que, en detalle, esa masa arenosa sin
lustre, un tanto amorfa, anodina, indiferenciada… se presenta con innumerables
partículas brillantes, variables en sus formas, únicas, peculiares, especiales.
No, no somos una masa arenosa… me consta que
eso era lo que quiso comunicarme la libélula.
Sí, la próxima vez que nos encontremos quiero
que me explique sus teorías, sobre la anarquía en general ,o la anarquía de sus
alas desiguales (Libélula, nombre científico Anisoptera, del griego ἄνισος ánisos 'DESIGUAL'
y πτερόν pterón 'ALA').
Y por supuesto, quiero que me habrá las puertas
de su parlamento, que se erige sobre una tierra compuesta de incontables partículas
brillantes, precisas, distinguibles, valiosas. Únicas.
Foto, Paco Castillo. Tierra, esta mañana, ya otoñal...
Je, je, je, hay algo lisérgico en tus post inverosímiles y sujetos a zigzags insospechados. Un paseo por el campo leyendo un libro sobre estética de Esteban de Arteaga sobre la belleza ideal, se abre una cita sobre el marqués de Sade y luego una referencia a August Strindberg un dramaturgo sueco que investigue en Suecia en mi último viaje. Nihilista, alcohólico, machista, fue el dramaturgo que puso a Suecia en el mapa literario. Leí en Estocolmo La señorita Julia. De Strindberg pasas a una libélula que te lee con sus omatidios y la relacionas con el tribunal Constitucional y la crisis política que parece que pasamos -yo no leo la prensa y veo las noticias-. Luego te fijas en la tierra en que se posa la libélula, en esta mañana ya otoñal. Realmente sorprendente por no aplicar otro adjetivo más conclusivo. El hilo vertebrador es la lectura y el paseo por el campo en una mañana otoñal, reflexionando sobre un libro de Estética. Hace un mes hice un curso on line sobre Estética en Miriadax, a partir de autores británicos, franceses y alemanes. No aparecía ningún español. Pensé en la distancia de nuestra cultura hispana respecto a las centrales europeas. La belleza ideal. Una libélula. Derivaciones que expresan un flujo de conciencia visual y literario. Sin duda, tu modo de componer los posts es novedoso y propio del extracto del cornezuelo del centeno. Yo acabo de ver un episodio de Breaking bad. Ya había visto la serie pero ahora la veo con mi mujer. Me voy a leer un ensayo sobre el Canon literario, centrado ahora en la figura de Cervantes y El Quijote. Harold Bloom se basa en la lectura de Miguel de Unamuno sobre nuestro héroe Don Quijote cuya novela con Dante y Shakespeare forman el trío central del canon literario universal. Yo también derivo. No tengo libelula ni fotos pero también hago zigzag conceptual. Libertad compositiva y fascinación por la realidad. Saludos cordiales.
ResponderEliminarSí, algo lisérgico debe de haber en mis escritos,jaja. Confieso que muchas veces, cuando acabo una entrada, y la leo, pienso que se me va un poco la olla, no tengo ni idea de como acabaré las líneas, son un torbellino de sensaciones o ideas inconexas que acaban conviviendo en armonía. Muy interesante esa periplo literario por Suecia, he estado por allí, y he leído algo de su literatura, ahora quiero releer "Muerte de un apicultor", de Lars Gustafson, recuerdo su impacto. Y a Strindberg lo tengo cerca.
EliminarNo pensaba hablar de ese libro, ni de la libélula... pero se cruzó en mi camino, el resultado ya lo has visto. Me gustan tus expresiones :
Derivaciones que expresan un flujo de conciencia visual y literario.
(...) propio del extracto del cornezuelo del centeno.
No veo mucha televisión, series ninguna, me da pereza.
Pues eso, JOselu, hagamos zigzag conceptual.
Abrazo ;)
“ni veo las noticias” -quería haber escrito-.
ResponderEliminarTe había entendido :)
EliminarPocas cosas se acercan más a esa belleza ideal que una libélula. Son unos animales fascinantes, al menos para mí. Y es una lástima porque la contaminación y el cambio climático están haciendo que cada vez se les vea menos. Esa perfección de sus ojos compuestos siempre me ha sorprendido mucho. Parece mentira que en ese mosaico de omatidios no haya ni la más ligera imperfección. Cosa que no le pasa a nuestro Tribunal Constitucional.
ResponderEliminarNos has hablado mucho del libro, pero sí de la belleza que en él se estudia.
Veo que tus paseos te cunden mucho. me alegro de que así sea y de que los compartas con nosotros.
Un beso.
Quería decir "No has hablado mucho del libro".
EliminarHola Rosa, es que no pensaba hablar del libro, la verdad es que esta entrada no ha surgido de ese motivo, el libro, ni siquiera la libélula, fue al caminar leyendo, ver esa libélula, observarla luego en la cámara de fotos, ver los granos de arena... y todo salió a borbotones de mi cabeza, con el resultado que ves aquí, fue llegar mi casa y escribir sin saber como acabaría, solo que presentía que al final todo tendría sentido, jaja, no me hagas mucho caso ;)
EliminarUff, son una preciosidad las libélulas, tengo varias fotos de otras ocasiones. No te preocupes por el lapsus, había captado el sentido.
Un beso.
Te parecerá raro, pero de lo único que me acuerdo de Kant, o a l menos lo que he vuelto a leer y apreciar, es su definición de LO BELLO y LO SUBLIME, y lo sublime es lo que es tan grande, tan abrumador, nos supera en nuestro entendimiento, que solo puede darse en la naturaleza, y ello puede ser terrible y hermoso. ASï que la vida siempre está, si tu curiosidad te lleva, por delante y por delante, siempre nos queda ese rato para admirar el mundo, aunque sea el poco rato que le queda.
ResponderEliminarA veces , aún hoy, recuerdo un extracto de una canción de Silvio que dice " lo más terrible se aprende enseguida y lo más bonito nos cuesta la vida" y todavía, y quizá sea lo que aprecio de esa frase es que si lo pienso, cada día que lo pienso, veo un significado, y es una manera de ver el mundo, y casi siempre ligado con la naturaleza, con lo terrible y tremendo del mundo de la naturaleza desnuda.
gracias Paco
cuídate
A veces pienso que Kant, tan denso él, estaba demasiado ocupado en sus pensamientos trascendentales y conjeturas para admirar la belleza, lo sublime, como abrumador, me perturba, prefiero lo intrascendente, de alguna manera es lo que me hace trascender.
EliminarUna canción, como la de Silvio, explica mejor la belleza que todo un tratado filosófico.
Gracias Wineruda.
Cuídate.
Siento que tienes razón pero pienso en que necesito buscar la definición de lo bello-o lo sublime- por encima de mí porque sino todo se queda en un círculo; pero eso no me gusta porque puedo pensar que algo es bello porque me gusta en vez de pensar que algo me gusta porque es bello , luego sería todo relativo; y podría, entonces, defender lo que a mí me gusta pero no podría defender lo que a otro le gustara, puesto que solo mi gusto existiría ya que solo podría definir mi propio gusto, el otro me sería ajeno y extraño... incomprensible. Y no solo eso, podría defender el gusto por algo ajeno a la belleza o la lógica con la defensa de que es mi gusto y es inmutable más allá de la lógica y más allá de la vida, de tal manera que yo defino al mundo pero el mundo no me define, esa sería mi lógica, por lo tanto,como no es así, necesito buscar la explicación más allá de mí para ver el mundo más lejano, más certero.
Eliminargracias Paco
cuídate
Interesante esa perspectiva: "pensar que algo es bello porque me gusta en vez de pensar que algo me gusta porque es bello", la concepción de la belleza es un sentimiento íntimo, tiene mucho de personal, pero, así mismo, hay exponentes universales de la belleza, un arcoíris que irrumpe en el cielo tras la tormenta...
EliminarBuscar la explicación más allá de ti, esa es la base de la filosofía, y la antítesis del etnocentrismo, no vas por mal camino, amigo Wineruda.
Gracias a ti, cuídate.
No me interesan los cánones de belleza antiguos o actuales. Mi definición de belleza es de una simplicidad total: todo lo que me gusta es bello.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
La belleza es esa libélula. Simplicidad total.
EliminarUn fuerte abrazo, Luis Antonio.
También las personas tenemos ojos compuestos, pero a lo largo de la vida. Yo las calles donde me crié las veía muy grandes, cuando he vuelto a la ciudad las veo muy pequeñas; el mundo lo veía inmenso, ahora lo veo muy pequeño. Ojos compuestos como los de tu libélula.
ResponderEliminarSAludos.
Hola, Manuela.
EliminarMe gusta esa perspectiva desde la que expones nuestra facultad de poseer ojos compuestos, lo inmenso de la pequeñez torna en minúsculo en la madurez.
Voy a invertir los términos; en mi niñez veía los problemas de mi madre y mi padre como algo minúsculo, ahora, siendo yo padre, veo esos mismos problemas como algo enorme ;)
Saludos, agradecido por tu visita y tiempo, estás en tu casa.
Tu libélula es muy sagaz y con sus omatidios ha sabido distinguir lo que de único tiene cada grano de esa masa arenosa. De ella tendrían que aprender muchos que de tanto tratarnos como a una masa no ven más allá.
ResponderEliminarVeo que te siguen cundiendo los paseos. Bien que me alegro.
Besos
Hola Lorena.
EliminarSabes leer muy bien a las "libélulas", como atenta lectora que eres. La Naturaleza es una escuela sin fin, siempre me revela, desde lo más insospechado, mucho de nuestra condición, por eso me cunden estos paseos.
Gracias ;)
Besos
Hola Paco desde luego voto por ese congreso de libélulas, estoy segura que nos dirían cosas mucho más interesantes que muchos políticos que solo saben enfrentar y crispar al personal. En fin ni se merecen comentarios por muchas nuevas elecciones que tengamos en pocos días.
ResponderEliminarMe ha gustado ese aparcar la lectura y dedicarte a visualizar a la libélula y todo aquello que quería contarte. Y es que si se escuchara más a la naturaleza, seguramente las cosas irían mejor. Estos días que se suceden las manifestaciones contra el cambio climático me parece un buen homenaje la manera de darle voz a la naturaleza en tu blog, ojalá la escucháramos más antes que nos la carguemos del todo.
Besos
Besos
Un congreso de libélulas sería mucho más enriquecedor que el lamentable panorama ofrecido por nuestros políticos.
EliminarYa sabes que siempre observa esa narración que nos ofrece la Naturaleza, como hacía D. H. Thoreau, se aprende mucho en esa mirada.
El clima, la Naturaleza, necesitan a las mentes brillantes para combatir la indiferencia o apatía que solemos mostrar, un problema que será el gran desafío de nuestro siglo, no hay tiempo que perder.
Besos!
Tu paseo libro en ristre me ha encantado. Veo que el libro de Arteaga sobre la Belleza Ideal te ha llevado a considerarla en la realidad, diríase minúscula, de una libélula. El viaje del mundo de la abstracción al concreto es preciso a fin de no perdernos en una nebulosa que nos enajene. Tú lo practicas a las mil maravillas.
ResponderEliminarTu libélula me ha hecho recordar a otras libélulas que hace ya mucho tiempo, cuando yo contaba unos quince o dieciséis años, en el atardecer de una velada de campamento veraniego los chicos que estábamos preparando la acampada reíamos con ellas a las que humorísticamente llamábamos 'helicópteros', que así en nuestra imaginación nos lo parecían.
PD.- No tenía la cabecera de tu blog entre las que tengo en la página a la que se accede desde la pestaña "Blogs de Referencia" de mi blog. ¡Solucionado!
Un abrazo
Hola Juan Carlos, grato verte por aquí de nuevo.
EliminarLeer paseando por el campo es doblemente enriquecedor, son experiencias que se retroalimentan y me dan una dimensión extensa de lo que leo, pero también de lo que observo a mi alrededor.
Me fascina conocer esas anécdotas de chiquillos, pues cuentan mucho de lo que acontecía años ha, fíjate, Juan Carlos, probablemente ahora tu grupo de amiguetes campistas estarían ensimismados mirando a la pantalla de los móviles... e ignorarían un espectáculo tan hermoso como el planear de las libélulas en laguna rivera, con esos destellos brillantes de sus alas, así pues, afortunados de haber vivido aquellas cosas.
Gracias por el detalle de enlazarme en tu blog, el tuyo ya estaba enlazado en mi blog, los buenos blogs hay que tenerlos a la vista ;
Un abrazo ;)
Te parecerá extraño, Paco, pero en consonancia con tu mirada sobre la libélula y tus reflexiones sobre la belleza despertadas por la lectura, me quedo con el suelo arenoso.
ResponderEliminarPor cuestiones meramente profesionales, he disfrutado sobremanera de tomar una pequeña cucharada de arena, depositar su contenido sobre un portaobjetos, iluminarlo desde abajo con el foco de un microscopio y, al colocarle un polarizador encima, voilá... en el ocular se formó un gran caleidoscopio!
Tienes razón, las cosas simples presentan una belleza sin par.
Un gran abrazo, amigo!