Libros en el paisaje
El poeta islandés Jóhann Hjálmarsson. Paseando con su libro "Búsqueda", y escrutando la vida, diminuta, grandiosa...
No tengo una especial inclinación por celebrar El Día del Libro, según sople el viento por esa fecha, así obro. Un año lo puedo hacer y los dos siguientes no.
Eso sí, admito que me gusta observar los pequeños
homenajes personales que pueden presenciarse en muchos blogs, etc.
Esta mañana, muy temprano, antes de despertar a las
dormilonas de mis hijas, me he tomado un café (solo y sin azúcar) frente a mi
biblioteca, recorriendo con la mirada los lomos y portadas que custodian
cientos, o miles, de historias, memorias, vidas. Y sin saber como aquí estoy escribiendo,
reflejando… mi discreto tributo a los libros en su festividad, aunque fuera ayer.
Lo haré como es habitual en mí, a través de esa sólida
alianza que forman en mi blog libros y
paisaje, a veces urbano, casi siempre agreste. El paisaje tiene la virtud de
realzar al libro, y el libro de humanizar al paisaje.
Ahí van varias fotografías librescas, no todas claro, de algunas lecturas que aparecieron por el blog, un reflejo de su trayectoria.
Con "La Ilíada" de Homero arrancó este espacio.
El jovencísimo Étienne, gran amigo de Montaigne. Una lectura contundente, genial, sobre nuestra apatía social
Por razones personales, también literarias, uno de las grandes novelas en mi vida. Los perros hambrientos, Ciro Alegría
Sebastián Juan Arbó, su prosa me emociona
Chinua Acheve. Palabras que se transforman en imágenes poderosas
La ya lejana Feria del Libro 2015, Madrid
Cees Nooteboom, "La historia siguiente". Uno de los mejores finales que he leído
John Stuart Mill, "Sobre la libertad". Un clásico fundamental en la filosofía y el pensamiento
político
Augusto Monterroso. El sentido del humor es el mayor síntoma de nuestra inteligencia. Él iba sobrado en tales aspectos
Nadie como Mishima para ofrecernos belleza incluso en la
tragedia
B. Constant, un filósofo como ejemplo de magnífico novelista
La fascinante Clarice Lispector. Sus libros no acaban, porque la
primera página podría ser la última y la última el principio de todo
Hay que retornar a la antigua Grecia, cuna de nuestra cultura occidental
Narrar, con esa exquisita sencillez
asentada en lo cotidiano, el insondable vacío que se abre a los pies de estas
mujeres. Impresionante Simone de Beauvoir
Stefan Zweig. La escritura como una experiencia plena de vida
Cualquier sitio es bueno para leer a Julio Camba, pero en una playa asturiana el asunto gana quilates.
Nina Berberova merece un lugar de honor entre los grandes
nombres rusos
Leer a Llosa en uno de los escenarios reales que aparece en esta novela, la calle limeña El jirón Quilca (en Perú). Impagable sensación
"El viajero de la noche" de M. Maggiani, acompañándome en un remoto poblado de los Andes peruanos... ni aparece en el mapa
"Mefisto" de Klaus Mann, una obra maestra dando la espalda al Arco de la Victoria, Moncloa, Madrid
"Los claros del bosque", de María Zambrano, tienen un perfecto encaje en la "ceja de selva" peruana. Al fondo los Andes limítrofes con Ecuador
"Hijas del frío. Relatos de escritoras nórdicas." Les sienta bien a estas autoras el otoño madrileño
Hace once años Kobacsics, con su ensayo escrito en el 2007,
ya nos hablaba de la posverdad… aunque entonces no lo sabíamos. Ciudad Universitaria, Madrid
Mirar al cielo con el “Shanti Andía” de Baroja… es una
manera de volar lejos, muy lejos, como esas palomas surcando el viento. Me entusiasma
esta novela
La imaginación de Calvino es una de las más portentosas
que conozco. Deslumbrante. Una calle de Madrid...
Llamazares ha escrito una novela fundamental de la narrativa hispana contemporánea. Inolvidable esa soledad mortal...
Un ensayo interesantísimo, de la que fuera gran erudita
medievalista, la inglesa Eileen Power
La misma consideración para este ensayo de Maeterlinck, "La inteligencia de las flores". Tan inclasificable como sorprendente... igual que el propio autor.
Un cuento de Karen Blixen posee ese embrujo del “Érase una
vez”… cuando todo lo demás dejaba de existir, excepto la magia de ese momento. Plaza medieval de Chinchón
Busca un momento y lugar inspirador para leer a Joyce. A mí me encantó "Retrato del artista adolescente".
Luis Landero. Una literatura cimentada en la observación profunda de la
vida, majestuosa o diminuta, que nos circunda
La elegante y frondosa escritura de Rosario Ferré, paseando
con el libro, en su Puerto Rico natal
"Olivia", novela autobiográfica de Dorothy Strachey, sobrecoge
pensar que en un año tu vida pueda ser más plena que en los siguientes setenta.
Una historia preciosa
Un bellísimo título que nos adentra en esta apasionante narración de Sten Nadolny. Por el Faro de Cabo Vidio, Asturias
Elena Quiroga, Viento del norte, una gran historia surgida entre los helechos gallegos, mojada por el orballo, sacudida por el tumbaloureiro, ese viento cantábrico y feroz. Un invierno, cerca de casa
El poeta danés Ib Michael nos seduce con esta novela... cuando la escribió debía de estar con las musas
Rachel Carson, en la luz de sus ojos, siempre asombrados, descubrimos que el relato de la naturaleza se renueva cada día. Imprescindible
Mário de Sá-Carneiro, la prosa de un alma suicida tiene "algo" de belleza inquietante
Kawabata, otro memorable narrador japonés, una escritura portentosa y sutil
Aminatta Forna, hace muchos años que las mujeres africanas escriben una literatura soberbia. Cabo de Trafalgar, Cádiz
París no se acaba nunca. Ojalá, tampoco los libros de Vila-Matas
Erckmann-Chatrian. Cuentos que nos conducen hacia desenlaces insospechados, plenos de ingenio e imaginación. Una manera de situarnos frente al misterio de vivir
Cien años de soledad, García Márquez. Sobran las palabras...
Os lo dedico a tod@s los que me visitáis, comentéis o no,
pues doy por buena la experiencia bloguera si despierto el entusiasmo por leer
un libro.
¿Qué más puedo pedir?
¿Qué más puedo pedir?
Mi hija mayor, hace ya algún tiempo, curioseando libros por casa
Siendo todos: libros, sitios, encuadres, paisajes, cielos, tierras, espacios, letras, TÍTULOS, momentos, y recuerdos(míos) de tus reseñas magníficos, me quedo con la última foto. Curioseando libros desde niña, en esa librería repleta(como debe ser) sentada mirando el mundo...No puede ser mejor
ResponderEliminarcuidaros..
La foto que cierra una presentación siempre, siempre, tiene que ser la mejor, por encima de la primera, que ha de ser la segunda mejor. Has elegido muy bien, querido Wineruda, cosa ya habitual en ti. Junto a esos libros también "estáis" vosotros, sabiendo un poco más gracias a vuestra presencia, así que, utilizando la frase final de mi entrada...
Eliminar¿Qué más puedo pedir?
Cuídate, amigo Wineruda, hace falta tu sensibilidad.
¡Madre mía, Paco! Menudo homenaje a los libros. Coincido contigo en algunos autores, a otros no los conozco o no los he leído. Me matas de envidia con Vargas Llosa y una calle de Lima. Lo que daría por ver la avenida Tacna que miraba Santiago sin amor desde la puerta de La Crónica (Esa "Conversación en la Catedral" que no me canso de releer). De Ciro Alegría leí "El mundo es ancho y ajeno", maravilloso. A Julio Llamazares, paisano mío, me lo cruzo a menudo por el Barrio Húmedo. Me encanta.
ResponderEliminarUna entrada genial.
Un beso.
Hola, Rosa. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarConversación en la Catedral es un libro espléndido, que lo releas me parece muy lógico.
Claro, la avenida de Tacna tiene mucha solera en Lima, eso sí, si la recorres en una diminuta "combi" (transporte de pasajeros... no regulado del todo, ahí lo dejo) de norte a sur, como he hecho yo tantas veces... más te vale llevar un buen libro, en el inmenso caos circulatorio limeño el trayecto se eterniza, y se eterniza...
Tengo un vínculo muy estrecho con el Perú, mi mujer es peruana, de Cajamarca, pero es que antes de conocerla ya me había recorrido el país años antes, siendo un joven mochilero, con mucho tiempo por delante y poco dinero, cambiaba ropa por trayectos en "carro", o algún buen ceviche si se terciaba, así estuve un mes y medio por todos los rincones del Perú, curiosamente conocí a mi mujer mucho después aquí, en Madrid.
Voy con frecuencia al país, y esa calle, "cuadra" que llaman allá, El jirón Quilca (Quilca viene del quechua, significa "escritura") es la calle de los libreros en Lima, librerías de viejo (y tanto, aunque algunas novedades también) que el propio Vargas Llosa solía frecuentar para adquirir ejemplares a precio de ganga. He ido siempre que llego a Lima, a ver que encuentro, pero no sé si podré hacerlo ya, por lo visto el arzobispado de Lima, dueño de los terrenos, los ha reclamado para especular comercialmente con ellos, centros comerciales, restaurantes de comida rápida y esas cosas...
Qué pena :( me fascinaban esas callejuelas con sus inclasificables librerías, pero, sobre todo, los libreros, eso era otra dimensión, sus conversaciones...
Llamaré a mi compadre Pancho, a ver que me cuenta al respecto.
Me encanta Ciro Alegría, pero no he leído "El mundo es ancho y ajeno", tendré que remediarlo dado tu entusiasmo, la verdad es que tengo una amplia representación de autores peruanos por casa, los sacaré por los paisajes ;)
¡Qué bueno! ¡cruzarte a menudo con un pedazo de escritor como Julio Llamazares! He echado un vistazo al Barrio Húmedo, que no conocía, es una maravilla :) me han entrado ganas de pasear por sus callejas con un libro. Una gran tierra, León.
Un beso.
Hola Paco qué bonito homenaje a los libros, la combinación de paisajes por los que haces viajar a los libros es espléndida y es que los libros son vida, son parte de nosotros y nosotros de ellos.
ResponderEliminarMe ha gustado especialmente la fotografía final de tu hija con los libros, me emociona ver a niños leyendo. Uy me ha traído tantos recuerdos de esas mañanas festivas en las que me despertaba muy pronto, me agenciaba una tableta de chocolate y en la cama leía durante horas, qué emoción cada nueva historia, cada nuevo descubrimiento, cada nuevo libro, la emoción de descubrir. Los libros...
Besos
Hola Conxita.
EliminarPor todo lo que representa esa foto de mi hija con los libros, está claro que es la mejor. Me agrada mucho despertarte viejos y gratos recuerdos, esas escenas felices de la infancia son tesoros que guardamos en la memoria, como si fuera un viejo arcón de madera, donde las abuelas guardaban sus objetos preciados, una fotografía, un muñeco de trapo, una tacita...
¿Sigues comiendo chocolate? Yo sí, del negro, me encanta ;)
Y los libros...
Besos
Preciosa foto de portada y excelente recorrido por tu universo de palabras que coincide mucho con el mío. Como hay libros que no he leído sabré encontrar la ruta para llegar a muchos de ellos sabiendo que aquí los encontraré.
ResponderEliminarUn buen abrazo de primavera.
Hola Laura ;)
EliminarYa sabes que voy cambiando periódicamente de foto, a veces me cuesta decidirme por una u otra, creo que ésta es una magnífica elección, poesía, tierra, una margarita, la hormiga... hacen una buena composición.
Es cierto que confluimos en muchos libros, lo que me gusta, pues te tengo por una lectora muy exigente de la que siempre se aprende.
Aquí, o en tu espacio, nos encontraremos, amiga Laura.
Un gran abrazo primaveral!!
Qué bonito eso de «El paisaje tiene la virtud de realzar al libro, y el libro de humanizar al paisaje». Bonito también tu homenaje bloguero al día del libro aunque, en tu caso y en el de los que pasamos por aquí, ya le hacemos homenaje todos los días.
ResponderEliminarAy, tanto por leer... Tantos autores y títulos apetecibles los que nos dejas...
Un abrazo
Hola Lorena
ResponderEliminarFíjate, no tenía planeado celebrarlo, pero esa mañana, al levantarme y tomar café con los libros enfrente... pues me dio por ahí.
En cualquier caso, como bien dices, ya hacemos cumplidos homenajes a los libros... el propio blog no deja de ser un homenaje a la lectura.
un abrazo!
Bellísimo homenaje a los libros y a las estanterías, y a quienes los escriben...y especialmente, a quienes los leemos. Hay muchos escritores que nombras que conozco...otros que ni por asomo, y eso es lo bonito de estos lugares...los intercambios de libros y lo que ellos nos cuentan.
ResponderEliminarTambién me encanta, dar la posibilidad a las librerías de nuestro hogar que sean las que nos surtan de libros. Ellas sostienen a esos amigos "mudos" que se quedan con nosotros, si es posible, durante mucho tiempo...
Sigue tan bien acompañado, Paco, y piensa que vendrán más a surtirnos imágenes en nuestra retina,...y en nuestra mente viajera...
Un abrazo grande.
Gracias por tus palabras, María, siempre es un lujo tenerte por aquí.
ResponderEliminarEse tráfico de libros entre los blogs es de lo mejor. Aunque sin duda yo soy... muy de mi librería, en ella siempre encuentro refugio seguro en cuánto a libros apetecibles, y tomarme un té verde (o negro), o un café solo frente a mis libros es una sensación muy placentera, me encanta.
Los libros me acompañan, y vosotr@s también, los libros crean un clima muy acogedor ;)
Un abrazo grande.
Me ha encantado tu periplo junto a cada libro que te ha resultado significativo y las fotos que los acompañan. La foto de la portada es impactante y sugerente. La última, esperanzadora.
ResponderEliminarGracias por regalarnos semejante derroche de cariño en una fecha tan significativa para los lectores.
Visitarte siempre es descubrir algo digno de asombro, Paco.
Recibe un fuerte abrazo, chaval!
Gracias, Marcelo.
ResponderEliminarEs un recorrido por el paisaje y los libros que, de alguna manera, es el camino que yo transito. La foto de la portada con el poema es muy ilustrativa... de la vida misma, transmite mucho. Y la última con mi hija y los libros, cierra el círculo, da sentido a todo el conjunto.
El placer es tener a gente como tú por aquí.
Cuídate campeón.
Qué bonita foto de la pequeña, volcada entre tus libros. La novela de Sebastián Juan Arbó fue la primera de tus recomendaciones que he leído, hace ya casi dos años. La encontré en el depósito de la biblioteca, criando polvo. Me pareció muy emocionante, a la altura del mejor Blasco Ibáñez. Luego han caído otras muchas, como la de Chinua Acheve o Erckmann-Chatrian. Así que por esa parte, misión cumplida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Gerardo. Sí, me agrada mucho observar esa foto de mi hija, sería bonito que creciera en ella el entusiasmo por la lectura, de momento no me quejo, le gustan mucho los cuentos, los lee con frecuencia... ya veremos como acaba la cosa, jeje.
EliminarAún recuerdo bien la novela de Sebastián Juan Arbó, me cautivó su manera de contar. El intercambio de lecturas entre unos y otros es una retroalimentación maravillosa. Espero que esto siga así largo tiempo, yo también tengo apuntados algunos libros que aparecieron por tu estupendo blog ;)
Un abrazo.