P. Castillo

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lunes, 9 de enero de 2023

 

Unas notas de días atrás



En la mesilla del dormitorio reposan un par de libros de los que leí algunas páginas por la noche (hace ya algunas noches).

"La serpiente de oro"; Ciro Alegría. "Más allá del bien y del mal;" Nietzsche.


Tal vez sea extraño leer “Más allá del bien y del mal” (Nietzsche) en tiempos navideños, pero en tales fechas, cuando muchos se entregan a ciertas acciones bienintencionadas (nunca está de más) y otros tantos siguen haciendo el mal, me acordé de Nietzsche, que no está, al menos en este libro, ni en el terreno del bien ni en el del mal… sino más allá. 

Después pasé a una lectura más auxiliadora, la novela que tengo entre manos; “La serpiente de oro” de Ciro Alegría, alterar este orden antes de dormirse sería contraproducente, no dejes que Nietzsche te acompañe el último, él no te entregaría a los brazos de Morfeo, más bien te dejaría frente al abismo, y uno necesita serenarse antes de dormir, mejor Ciro Alegríamáxime con ese apellido (Alegría) que le daría urticaria al filósofo alemán. Eso sí, me quedé con una frase magnífica de Nietzsche.



A veces escribo con música clásica de fondo, seleccionando un compositor u otro según mi ánimo.



 

Con los días otoñales o invernales prefiero piezas de aire melancólico, y en esta lid muchos músicos del Romanticismo y el Impresionismo (s. XIX hasta principios del s. XX) poseen algunas composiciones magistrales.

Quizás Chopin sea el melancólico por antonomasia de todos ellos.

Estaba con Debussy, uno de mis predilectos, es inspirador, también lo creía Marcel Proust cuando escribía escuchándolo, pues afirmaba que su música le resultaba muy provechosa.

Después de un buen rato con Debussy he pasado a Erik Satie y su deliciosa “Gymnopédies”, y con ella continuo. Pongo la música a bajo volumen, como el rumor lejano y placentero de un oleaje. 


Erik Satie, “Gymnopédies”

Tomé un café sobre las 7:30. Al abrir el balcón ha penetrado una densa niebla.


Foto, Paco Castillo


He ahuecado los labios para exhalar el vaho, como hacía de pequeño imaginándome con un cigarrillo, o empañando las ventanas del autobús escolar. Luego he cogido la bolsa en donde tengo pedacitos de pan, y al correr la cristalera los gorriones se han apostado raudos debajo… ya lo saben, recibieron su lluvia de migas en animado jolgorio. Ahí los dejé, parecían chiquillos alborotados en el recreo.

Y así, envuelto en la bruma, salí después al campo. Con esta atmósfera brumosa de horizontes un tanto inciertos, consideré apropiado llevarme Aldous Huxley y la "Filosofía perenne".





Se asemejaba el paisaje a un boceto de contornos desdibujados, predominando los tonos parduzcos y grisáceos.




Me recordó a una pintura de Turner, o mejor aún, de John Constable, que era más paisajista que Turner, y además miraba a las nubes tanto como yo.

Grandes bandadas de jilgueros y verdecillos asaltan las eras y caminos, cual bandoleros de Sierra Morena, alterando la uniformidad cromática, dándole un sutil toque naíf al cuadro de Constable que es el campo en neblina, me gusta.




 


Los días pasados arreciaron las lluvias gracias a los vientos ábregos del Atlántico, que ya referí.

Como la mirada se me va de los charcos a las nubes, y de éstas vuelta a los charcos, advertí en uno levísimas y diminutas ondas; dos insectos a la deriva, parecían Ephemeras (mariposas efímeras).


Estaban a punto de morir ahogadas, nada nuevo.

No me canso de repetir que en el campo me topo siempre con  esa secuencia de “El séptimo sello”; una partida de ajedrez entre la vida y la muerte, la muerte va cobrándose sus trofeos, y la vida, a veces, esquiva la fatalidad hasta el siguiente lance.

Esta vez intervine yo en la contienda, y adiviné el jaque inminente de la muerte a las efímeras. Pero ya veremos el próximo movimiento en el tablero…



Así la cuestión, las saqué cuidadosamente y las puse en un tronco de retama, esperé unos segundos a ver si reaccionaban… y sí, comenzaron moverse por el tronco, eureka.



Reincidí alterando el guion escrito por la Naturaleza, pero solo borré un par de líneas, nada más, en lo sustancial apenas variará. Añadí a las ya fugaces vidas de estos seres algún aleteo más.

Proseguí un tanto meditabundo con mi reciente acción, y a cuestas con “La Filosofía Perenne”, de Aldous Huxley


Leyendo por el campo sigo, en cierto modo, el ejemplo de Huxley, cuando éste paseaba por el desierto de Mojave (allí se fue a vivir) ojeando sus lecturas, pues decía que le inspiraba leer en el desierto, tan simbólico y bello para él. Lo mismo yo en el campo.

Es muy posible que Huxley se llevara una de sus lecturas favoritas; “El Libro Tibetano de los Muertos”, quizás quería impregnarse de esa serena mentalidad tibetana ante la muerte, libre del desgarrador paroxismo que aquí vivimos.



Abrí "Filosofía Perenne" y me puse a leer…


En referencia a este texto del filósofo Chuang Tse que selecciona Huxley, supongo que éste (Huxley) escribe la palabra Dios para que los lectores (a buen seguro sus coetáneos occidentales), se sitúen mejor en la idea que pretende transmitirles con el fragmento… lo digo porque Chuang Tse nació entre los años 369 y 290 a. C (a quien se le atribuye uno de los textos fundacionales del taoísmo; el Libro de Zhuangzi, siglo IV a. C), y ese Dios cristiano que el lector pueda tener en mente ni estaba ni se le esperaba hasta varios siglos después. Pero Huxley puede permitirse esta licencia para una mejor captación del fragmento por parte del lector, faltaría más. 

Dicen los estudiosos del remoto Chuang Tse, que la principal característica de su obra es el escepticismo. En ese sentido rescato un significativo pasaje en una de sus obras:

- Zhuangzi le expresa lástima a un cráneo que ve tirado al lado del camino. Zhuangzi lamenta que el cráneo esté ya muerto, pero el cráneo le contesta, "¿Y cómo sabes que es malo estar muerto?" -

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Zhuangzi

En esa página 148 del libro tenía guardada una hoja con ciertas notas de Rose Ausländer (Chernivtsi, 1901-Düsseldorf, 1988), aquella deslumbrante poeta ucraniana.

Pensad que yo había rescatado a unas ephemeras, cuya vida más larga es al estar en crisálida bajo tierra, precisamente ahí parecen más muertas, y cuando están más cerca de la muerte es estando pletóricas de vida ya en el exterior, volando bajo el cielo. Y estas notas de Ausländer dicen así:



“No te preocupes por mi muerte. Yo viviré también bajo tierra. Ella me alberga, me guarda en su respiración, juntas crecemos.”


“Escribe tu propio mundo, hasta el final, antes de que el mundo te prescriba.”

Rose Ausländer


Hmm, no sé… tal vez un amanecer más para estas efímeras sea casi una eternidad.

¿Quién quiere vivir para siempre? (Who wants to live forever?), cantaba Freddy Mercury.


La niebla se ha disipado poco a poco. 



Sopla una brisa fresca, el paisaje me envuelve con sucesivos y magníficos claroscuros por el vertiginoso desplazamiento de las nubes sobre mi cabeza, para esto existe una palabra en gaélico (nosotros no tenemos): rionnach maoim

Parece que las nubes se hubieran contagiado de nuestro trajín navideño, cuando miles de viajeros acuden a reunirse con sus seres queridos. 

Así me imagino a las nubes, viajando por encima de montañas, ríos, pueblos, rascacielos urbanos, solitarias dehesas con el pastor y su rebaño, centros comerciales atestados de coches y gentes apresuradas, comprando esto, aquello y lo otro, edificios parlamentarios llenos de diputados haciendo ruido con mensajes sin contenido, y parques infantiles vacíos de niños y silenciosos, aunque llenos de hojas marchitas y mensajes con contenido…




A saber a qué parajes remotos se dirigen las nubes, pero de algún modo van atravesando nuestra vida con esas luces y sombras sobre el horizonte... justo como contemplo ahora mismo en los páramos rebosantes de verdor.



De tal suerte que; ora camino por la oscuridad, ora por la claridad.

Las nubes te ofrecen sus conocimientos de la existencia, lo hacen a través de reveladoras metáforas, solo tienes que observarlas atentamente.



Sobre este y otros tantos escenarios uno ha de transitar las luces y las sombras.

Por momentos las nubes cubren todo y reina lo sombrío, para dar paso a un claro que se va ensanchando y llena la realidad de matices  y texturas.

La luz trota veloz por los páramos y la múltiple gama de verdes resplandece con destellos en todas las direcciones.



Claridades que resaltan las montañas en la lejanía en una visión idílica.



Sombras que vuelven a oscurecer el panorama. Pero he de continuar hacia delante, seguir caminando.

 
Las lluvias han dejado varios charcos, si me acerco y agacho hallo la tragedia flotando suavemente, si me levanto y doy unos pasos atrás, sus aguas se convierten en un bellísimo reflejo, mostrándome un trozo de cielo azul radiante, es la vida misma opacando la muerte de hace unos instantes.


Nubes que llegan y se marchan galopando en el horizonte, luces y sombras entre el cielo y la tierra; es trágico y es bello. 
Es la vida...


 



Seguiremos caminado en este 2023. Os deseo buen año.

Yo, caminando a lo largo del sendero...


P.D., Todas las fotos son autoría de Paco Castillo.


40 comentarios:

  1. Delante de nuestro piso hay dos plataneros casi centenarios, antes habia muchos gorriones que servian de despertador al clarear el alba, no queda ni uno, las cotorras argentinas y las palomas los echaron. A pesar de ello puedo alimentarlos, me detengo entre Sabadell y Matadepera en el mismo sitio del bosque a zampar el bocadillo; allí hay muchos y vienen a buscar las migas de pan.
    Precioso y bucólico escrito, de los que hace tiempo no encontraba por ahi.

    Buen año 2023

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    1. El declive de los gorriones (y otros pájaros, por ejemplo las golondrinas) es una realidad dolorosa. Si retrocedo a mi niñez aún recuerdo las grandes bandadas de gorriones y su algarabía en mi localidad, en las calles y plazas, en los campos de alrededor (ya muy escasos por la construcción imparable y descontrolada de urbanizaciones), uno no dejaba de escuchar a los gorriones por doquier... pero eso ya es historia pasada, es triste. Hay muchos factores en su declive, ese que apuntas es uno de ellos, la competencia de especies invasoras como la cotorra argentina.

      Dar de comer a los gorriones serena el ánimo, que no es poco para estos tiempos.
      Gracias, Francesc, un placer tenerte por aquí. Buen año 2023.

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  2. Precioso, Paco.
    Mis preferencias por Turner, quizá porque cuando fue el millonario a comprarle todos sus cuadros para su mujer y le puso un cheque en blanco, él, Turner, le dijo que no le vendía ni uno, que todos iban al museo de la ciudad porque su pintura era para todos.
    La primera foto de os pájaros son de gorriones, pero ¿qué pájaros son los de la charca pequeña?, esos que tienen como un babero rojo.
    Ahí está la Zambrano, de la cual lo he leído todo , pues es una metafísica de lo mejor. Ortega siempre la influenció y ella tiene libros memorables, pero no está bien considerada ni la han puesto a la altura que merece.
    Bellísima la foto del Arco Iris...
    Y la tuya alejándote
    Un abrazo¡¡¡

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    1. Gracias, amigo Miquel.
      Turner (magnífica anécdota la que señalas) también me gusta, pero sobre todo su captación del incipiente progreso en las ciudades, con ese toque fugaz que daba a una locomotora, un barco, etc. Constable es más apegado al paisaje rural, de ahí que me identifique más. Ambos son únicos.

      La primera foto no son gorriones, son esos mismos que has visto con la cara roja (el babero, que dices, y expresión que me encanta por atinada), pues estos son los jilgueros, observo buenas bandadas cuando voy al campo, a veces se unen a ellos los verdecillos y también pinzones, ya ves, aquí los diferentes bandos muestran una cooperación y camaradería que ya quisiéramos ver en el congreso de los diputados (un día haré una entrada con este paralelismo, aves y diputados mediante).

      Zambrano, Ortega... me gusta la buena compañía ;)
      La foto del arcoíris la tome cuando se alzaba sobre el pueblo de El Escorial y su célebre monasterio, fui muy afortunado de captar ese instante.
      La foto mía, pues mira, puede que la ponga de cabecera del blog, me gusta ir cambiando.
      Un abrazo!!

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  3. He leído tu texto varias veces, pero esta mañana dejando sonar Gymnopédies a la par que volvía a leer tu camino por la vida y la muerte, las nubes, las lecturas que te acompañan, entre las que me ha interesado vivamente Filosofía perenne de Aldous Huxley y El libro tibetano de los muertos. Me atrae la visión metafísica que permea tu escrito, sensible a la trascendencia, a la naturaleza y sus ritmos, la espiritualidad que está implícita en cada línea, todas llenas de melancolía gozosa de existir. Es como pasear contigo frente a las montañas del Guadarrama en otoño sintiendo el frío de tu pueblo, algo que pronto volveré a hacer, conversando torrencialmente en mañanas serenas. Me agrada tu lenguaje, la poesía que hay en él, contemplativa, reflexiva, espiritual... Sí, me agrada caminar contigo y tus zigzags de ideas y lecturas. Un placer.

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    1. Sí, creo que es buena idea leer mi texto sonando de fondo Gymnopédies de Erik Satie, parece que la lectura fluye de otro modo...

      Aldous Huxley, como Hermann Hesse, Borges, Peter Mathiesen, el mismísimo Schopenhauer y un largo etcétera sintieron la necesidad de indagar en el pensamiento oriental, el budismo y el zen esencialmente, ante la vacuidad que veían en las sociedades de su tiempo, es ese un argumento de peso para acercarse a una manera diferente de ver las cosas, una manera que no pretende negar la mirada occidental, ni mucho menos, ciertamente bastante más humilde de sí misma (el budismo), alejada del egocentrismo que muchas veces se apoderó (aún hoy) de la cultura occidental, cuando se ve a sí misma con el gran ojo del mundo; leer textos budistas es, en cierto modo, un baño de humildad.
      Sí he logrado que pasees conmigo, ya mereció la pena escribir esta entrada.
      Gracias, Joselu, pronto nos veremos ;)

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  4. Genial la frase de Huxley. He leído a varios autores abominar de las masas y su capacidad para cometer desatinos que individualmente jamás habrían abordado y es que el grupo enmascara la culpa.
    Para pensar también son esas reflexiones sobre la muerte. Ciertamente, no sabemos lo que es estar muerto. Podría hasta ser bueno, pero ante la duda y el desconocimiento, preferimos la vida. También, como las efémeras, pasamos más tiempo muertos que vivos, y en nuestro caso, muertos de verdad.
    Un beso y feliz 2023.

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    1. Hola, Rosa. Si te refieres a la frase del libro en la segunda fotografía de la entrada, pertenece a Nietzsche, bueno, la verdad es que tanto uno como otro tienen reflexiones brillantes.
      La cuestión de la muerte está arraigada en la cultura oriental con una dimensión muy diferente a la nuestra, aquí todo es mucho más dramático en torno a este asunto, me gusta leer el pensamiento oriental para tener una perspectiva diferente.
      Gracias por tus siempre valiosas aportaciones.
      Besos y buen año 2023!

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  5. Feliz año y sigue compartiendo tus paseos y lecturas con nosotros. Un abrazo

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    1. Feliz año, Esther, lo intentaré, aunque me tomo mi tiempo...
      Un abrazo!

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  6. Yo vivo en plena ciudad, pero también me esperan los pájaros cada mañana a que les dé de comer desde mi ventana. También escucho música clásica, pero no mientras escribo porque los compases me trasladan a otras historias... Me gusta tu blog.
    Te deseo que en el 2023 tengas un feliz caminar.

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    1. Gracias por la visita, Manuela. Yo vivo pegado a la capital (resido en Pozuelo), aunque estoy rodeado de montes y tengo Guadarrama cerquita.
      A veces escribo con música ( siempre muy tenue) y otras no, según me da.
      Mis buenos deseos para ti en el 2023, cuídate.

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  7. Un auténtico placer leer tus elaboradas y prolijas entradas, lecciones magistrales, y tomar nota de tus recomendaciones. Tienes buen gusto. Paco
    Abrazos

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    1. Gracias Luis Antonio, tus palabras siempre me animan. También alabo tu gusto.
      Abrazo.

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    2. He vuelto a escuchar la música de tu entrada que me ha llevado a la banda musical de la película "Elisa, vida mía" de Carlos Saura....¿Puede ser? Otro abrazo, Paco.

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  8. Hola Paco
    Ahora que se marchó Pablo, edta cancion, Años, me recuerda en el tono a la melancolía de tu comentario
    El tiempo pasa,
    nos vamos poniendo viejos
    y el amor no lo reflejo, como ayer.
    En cada conversación,
    cada beso, cada abrazo,
    se impone siempre un pedazo de razón.

    Pasan los años,
    y cómo cambia lo que yo siento;
    lo que ayer era amor
    se va volviendo otro sentimiento.
    Porque años atrás
    tomar tu mano, robarte un beso,
    sin forzar un momento
    formaban parte de una verdad.

    El tiempo pasa,
    nos vamos poniendo viejos
    y el amor no lo reflejo, como ayer.
    En cada conversación,
    cada beso, cada abrazo,
    se impone siempre un pedazo de temor.

    Vamos viviendo,
    viendo las horas, que van muriendo,
    las viejas discusiones se van perdiendo
    entre las razones.
    A todo dices que sí,
    a nada digo que no,
    para poder construir la tremenda armonía,
    que pone viejos, los corazones.

    El tiempo pasa,
    nos vamos poniendo viejos
    y el amor no lo reflejo, como ayer.
    En cada conversación,
    cada beso, cada abrazo,
    se impone siempre un pedazo de razón

    https://m.youtube.com/watch?v=F5IC7VkNThs

    Gracias Paco, cuídate de ver la vida de otra manera.

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    1. El tiempo pasa, cierto, y nos vamos haciendo más viejos, sin duda, aunque parece que la vida siempre es la misma... El frío en invierno, los largos días primaverales, y esas canciones sin edad.
      Gracias, apreciado Wineruda.

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  9. Seguiremos caminando este 2023, Paco.
    Magníficas fotos y magníficas reflexiones, como siempre. Magnífica también y muy certera la frase de Nietzsche.
    Un abrazo

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    1. Sí, caminaremos por la senda mientras nos mantenga el ánimo y las fuerzas.
      Gracias, amiga Lorena, un fuerte abrazo.

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  10. Nietzsche sabía bien de nuestros males recurrentes y esa frase dice una gran verdad, nuestra reacción individual frente a la que desarrollamos en masa es muy diferente. Ese ansia de pertenencia al grupo que llevamos impreso en nuestro adn, si el grupo esta revuelto, nos perjudica.

    Coincido en tus gustos musicales y a menudo escribo en mi blog precisamente con Gymnopédies de Satie como música de fondo, creo que me serena y me aporta cierta lucidez ji,ji. Por cierto, qué bonita escena esa primera hora del día con niebla pero animado por los gorriones.

    Has conseguido intrigarme con La filosofía perenne y he localizado el libro online, si me llega al corazón me haré con el libro en papel ji,ji. Yo soy muy amante de contemplar las nubes que pasean por el cielo y la foto de la pradera con la montaña al fondo y las nubes coronando es espectacular. Todas la fotos que has puesto tienen su encanto pero ésta y la del arco iris son las que más me han gustado.

    Leyendo tu entrada me han dado ganas de volver a ver Los Inmortales y la acabo de fichar en youtube, la vi hace muchísimos años y me encantó.

    Bueno, no me enrollo más, he disfrutado mucho de este paseo, besos🌸

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    1. Nietzsche, como otros brillantes filósofos, fue un atento observador de su tiempo y allí supo identificar lo que hay de inmutable en nuestra naturaleza, exponiéndolo con ese estilo narrativo que le caracterizaba.
      Pues mira qué casualidad, también escribes con Satie, me resulta muy sugerente escuchar sus melodías de fondo, aunque otras veces escribo sin escuchar música, según me da.
      Todos los días me esperan los gorriones, es una estupenda forma de comenzar el día, admirando su algarabía que alegra.
      Huxley, en este libro, recopila textos de carácter religioso (oriental, occidental) con la idea de reflejar en ellos un punto común; en todos trasciende una suerte de conexión divina (una especie de panteísmo) entre todo lo existente, además escogió los textos más bellos.
      Me alegro que te gusten las fotos, de alguna forma son también la conexión con las palabras.
      Besos, Ana, gracias por tu tiempo.

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  11. Un inicio de año bien aprovechado, sin duda. Caminando se vive.
    ¿Cuando intervenimos en la naturaleza, aunque sea para salvar a unos pocos insectos, la alteramos? Tal y como están las cosas, pienso que no. El mundo es azar y Nietzsche.

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    1. No está mal el inicio, la verdad, haciendo lo que me agrada, embriagarme de campo; olores, texturas, sonidos, imágenes... y todo eso convertirlo en palabras, un bello y sanador ejercicio, a mi juicio. Firmo tu última frase.
      Cuídate, Pedro, un abrazo y gracias.

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  12. ¡Querido Paco!!
    comenzaste el año de forma inmejorable, con uno de tus paseos campestres libros en mano y observando y fotografiando esas pequeñas y grandes cosas que merecen atención, que llaman tu atención. Me gustan de forma especial las imágenes con agua, la de esa gran charca que refleja el cielo y ese pequeño charco con jilgueros. Me encantan esos pájaros, los veo y escucho su jolgorio a menudo en mis rutas con la bici por la Casa de Campo
    Un beso enorme

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    1. Qué mejor mejor manera de comenzar el año que oxigenarse por el campo, ¿verdad?
      Por ese lugar que suelo pasear hay unas bandadas de jilgueros impresionantes, y verlas levantar el vuelo es espectacular.
      Ay, es que la Casa de Campo es un tesoro, somos afortunados de tenerla cerquita de casa.
      Un beso, querida Marian, ¡gracias por tu compañía!

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  13. Por favor Sr. Paco vamos a ponerle un pco de onda, no más contemplaciones. El que piensa pierde y si pensamos por ahí un día nos toma apurados y saltamos el balcón desde dónde estemos. Repita conmigo está todo bomba, mientras escuchamos a Rada a puro ritmo de candombe. Insisto, no vale pensar, simplemente se anda, si es sobre la línea mejor, camino vecinal en su defecto, se anda sin pensar, no se le ocurra desviarse a camino traviesa. Pensar, correlacionar no es sano, incluso leer no es sano, una cosa lleva a la otra, no se sabe donde termina. Sí vale soñar, eso es atemporal. Sdos., insisto.

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  14. y adiós, no más participaciones de esta señora en blogs. Fue un gusto leerte, ya no más. Sean felices.

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    1. Amiga Selva, lo cierto es que a mí me gusta caminar campo a través, salirme de los senderos mejor que sobre la línea, pero convengo con usted que hay que tratar de andar y dejar la mente relajada, vaciarla de contenido repetitivo, no es fácil, no.
      Respecto al segundo comentario... uyys, me deja usted bastante desconcertado ¿va todo bien?, espero que su retirada no sea por algo grave, ojalá que no. Con toda sinceridad le digo que me gustaría seguir viéndola por aquí, pero en estas cosas solo usted sabe bien el camino a seguir. Todo mi afecto, querida Selva, aquí estamos si alguna vez quiere visitarnos. Cuídese, abrazo.

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  15. Ciro Alegría. Me has recordado mi primera lectura de su obra, cuando era un adolescente. Debería volver.

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    1. Amigo Pedro, yo no me canso de leerlo, ese lenguaje que utiliza para construir sus historias me sigue emocionando.
      Un abrazo.

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  16. Paco, echaba de menos tus caminos,...qué alegría volver a transitar por ellos, con tus libros en la mano, y viendo esos claros y oscuros que nos acompañan. Hoy hace un día un tanto invernal, así que no está muy alejado de ese mes de Enero en el que dejabas estas palabras por aquí. Bueno, de entre todo, rescato esa vida efímera de las mariposas rescatadas para una vida que ya será otra...y como bien dices, formando parte de la tierra...y por su puesto, me ha encantado, esas palabras de la poeta ucraniana: Rose Ausländer. Me las guardo.
    Un abrazo grande y confío en que te acompañe siempre la salud, las palabras, las copas de los árboles,...y el amor por lo que te rodea y lo sencillo. Nos leemos!!

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  17. Rose Ausländer aborda la relación entre la vida y la muerte con un hermanamiento entre lo filosófico y lo poético muy sugerente.
    Siempre estamos en el camino, cada uno en el suyo, pero caminando...
    Un abrazo grande, apreciada María, desde mi lejanía del blog.

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  18. Caminar en el 2023,esas fotografías llenas de alma y esos gorriones que te saludan.Me haces replantearme el silencio,mirar solo mirar y el ver supongo que irá llegando....Gracias.Un abrazo

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    1. Hola, Clara, bienvenida de nuevo y gracias por dedicarme tu tiempo.
      El silencio se está convirtiendo en un bien escaso... como la lluvia.
      Un abrazo!

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    2. Me alegra leerte, imaginaba que te estabas tomando un descanso del blog y veo que es así. El silencio es una joya como la lluvia, aquí en Asturias llevamos unos días en los que al fin se hace presente, a ver si arranca "abril aguas mil" que es lo que corresponde en mi zona.
      Buena jornada y besos, Paco🌸

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    3. Hola, apreciada Ana, te pido disculpas por la demora en responderte. Sí, tal vez sea un descanso del blog, de la blogosfera, lo cierto es que también dedico el tiempo a otras cosas que me interesan más allá de este espacio, y paso todo el tiempo que puedo al aire libre... aunque me de pena el desolado aspecto que presenta el campo por aquí, madre mía.
      Aprovecho también mucho para estar con mis hijas, todo abrazo o beso que me dan mis hijas vale su peso en oro... el tiempo vuela, amiga Ana ;)

      Agradecido de veras por dedicarme tu tiempo.
      Un beso y un abrazo, cuidaros!!

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  19. Este año en breve se acaba y hemos caminado lo que buenamente hemos podido, me paso a desearte una noche agradable y que puedas compartir con la familia momentos agradables en estas fiestas, Feliz Navidad!!

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    1. Muchas gracias, querida Ana. Ojalá tengas un año provechoso y con salud. Feliz 2024!!

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