P. Castillo

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domingo, 6 de marzo de 2022

 

“Imaginaba yo (…) qué poca importancia para las grullas el Telón de Acero”,  Félix Rodríguez de la Fuente



Las grullas retornan al norte. Fotografía de Paco Castillo

Hace pocos días volví, después de mucho tiempo, a las Dehesas de Majadahonda, en la localidad vecina.


Camino a las Dehesas desde el Monte del Pilar. Tuve la gran fortuna de captar este momento, arcoíris mediante. Fotografía de Paco Castillo.


Las lluvias recientes habían mullido la tierra e incipientes brotes de hierba cubrían las lomas.

La luz matinal de las primeras horas irrumpía tibia sobre el paisaje, y clareaba en la verde lejanía las copas de encinaspinos resineros, quejigos y otros árboles. Muchos troncos presentaban un musgo suavísimo por la humedad ambiente, y los fulgores reverdecidos resaltaban a contraluz.



Fotografías de Paco Castillo


Ya en el comienzo siento los pulmones henchidos de brisa limpia, respirando la fragancia de las jaras, rociadas aún de las últimas lloviznas.

En los taludes que hay a ambos lados del sendero se impone, sobre otros, el graznar de las urracas, pero herrerillos, carboneros, pinzones y algún pito real no se amilanan (nunca mejor dicho, etimológicamente hablando) ante la estridencia de los córvidos, y detecto sus cantos entre las oquedades de ramas y arbustos, sus tonos crean un allegro moderato que se disfruta por toda la campiña; no en vano cuando el gran Sibelius paseaba por los bosques finlandeses se inspiraba en los cantos de los pájaros para componer su música, sus allegros moderatos sin ir más lejos.

Dehesas de Majadahonda, panel ornitológico. Fotografía de Paco Castillo

Y ya que he escrito amilanar, cuya etimología proviene de la palabra milano, referida a la rapaz… eso mismo es lo que me sobrevolaba, un magnífico milano real, pues suelen invernar en la península.

Milano real por las dehesas. Fotografía de Paco Castillo

Tampoco faltó a la cita el bello ratonero común, éste más numeroso que el anterior. Fotografía de Paco Castillo



Más adelante se iría sucediendo el trinar de otros pájaros, aunque a los jilgueros es más difícil verlos por aquí (pero haberlos haylos) prefieren las eras del campo abierto, como algunas cerca de mi casa (lo comprobaréis en la foto que os dejo debajo) en donde abundan gramíneas como el cardo (flor nacional de Escocia), uno de sus manjares.

Jilgueros. Fotografía de Paco Castillo


Pero no solo  flores, pájaros e insectos me prodiga el campo, también brotaban bonitas palabras a mi paso… claro, en los carteles identificativos de lo que allí se encuentra. De tal modo que a mi saca de hallazgos fueron a parar unas cuantas.



Gneis

Mioceno

Piedemonte

Campiña

Fluvial

Vegas


Legumbre

Retamas

Melojos

Hayas

Pinos


Cantueso

Aromático

Jara

Tomillo


Quejigo

Robles

Alcornoques

Lobuladas

Bellotas




Mediterráneo

Península

Ibérica

Madera

Leña

Carbón

Ebanistería

Fauna

Dehesa

Dulce

Cereales



Aparasolado

Corteza

Aciculares

Polen

Piña 

Taninos

Resinosa

Tren

Barcos

Y ya en el Monte del Pilar, algo más cerca de casa.



Hortelano

Vaquero

Herrero

Pastor

Majada

Lechería


Otras me las proporcionaba “El viajero y su sombra”, de Nietzsche, apropiado ejemplar para andariegos, pero yo daba prioridad a la “lectura” del entorno antes que a la del libro, segurísimo que tendría el beneplácito del filósofo alemán.


Saber ser pequeño...


No olvidé los prismáticos, ya que dos días antes divisé, y fotografié desde mi ventana, una bandada de grullas en el retorno a sus enclaves septentrionales. Pero ni rastro, esa mañana el único inquilino del firmamento fue el milano real.

Fotografías de Paco Castillo

Y, como la dolorosa actualidad es una enorme corriente desbocada que a todos nos arrastra, me pregunto si las grullas que retornan a sus moradas del norte, como los países escandinavos, bálticos, o la muy actual Polonia, se sorprenderían con la visión de otros flujos migratorios contemplados desde el cielo, por ser para ellas una visión inusual en aquellos lares.

Sí, bandadas de humanos desplazándose con un caminar errante ante los ojos de las grullas, miles de refugiados huyendo de la muerte y la guerra.

Y me vuelvo a preguntar si las majestuosas aves percibirán en el aire, en el ambiente, un estado de alerta desde la distancia, el miedo, como hacen los canes, si esa angustia reinante se convertirá en un efluvio que la brisa elevará hasta las nubes que surcan las grullas.

Observarán una danza humana, seres autómatas moviéndose al son de la desesperanza; como si fueran los componentes de “Danzad, danzad, malditos”, aquellas gentes sin horizonte vital en la Gran Depresión norteamericana, que se apuntan a un extenuante maratón de baile con el fin de ganar los 1500 dólares del premio, y atenuar por unos días el hambre y la miseria que los consumen… pero el inacabable baile los pone al límite de su resistencia física y mental.

Ya me gustaría que esa V victoriosa con la que aparecen las grullas fuera premonitoria de una derrota de la sinrazón bélica.

Fotografía de Paco Castillo

 Pero ahora mismo nada es seguro.

A todo esto; qué extraordinarias fueron las palabras de Félix Rodríguez de la Fuente sobre la marcha de las grullas, qué narrativa tan portentosa atesoraba, posiblemente cincelada por su otra pasión; la lectura de los clásicos grecolatinos de los que era un profundo conocedor. Cuan vigentes son ahora esas sabias palabras sobre las grullas (palabras que Félix arroja al “homo sapiens”), en medio de la guerra, cuando el inolvidable naturalista decía con ese énfasis cautivador…

“Y pensaba yo en las grullas (…). Me las estaba imaginando yo volando en una etapa sin descansar en todo el día ni en toda la noche, hasta pasar los Pirineos,

hasta meterse en el corazón de Francia, hasta pasar sobre grupos humanos separados muchos de ellos por el odio, por las fronteras, por la incomprensión (…). Qué poca importancia para las grullas el Telón de Acero (…)”

 

Félix Rodríguez de la Fuente.


Y continúa el vídeo con esta proclama, auténtica joya sobre nuestra sinrazón a través de las grullas. El gran Félix no arremete contra rusos y ucranianos, palestinos e israelíes, musulmanes y cristianos… sino contra el HOMBRE como ser genérico de una especie hostil para sí misma y para el resto de especies.

Imposible decir tanto, y de manera tan sublime, poética, en poco más de 3 minutos. Y atención a la mención del telón de acero.

No os perdáis este tesoro, poesía de un visionario, como han escrito certeramente a pie de vídeo. 




22 comentarios:

  1. Es esta una entrada magnífica.
    Lo bueno es que las fotos se pueden comentar, y que dejas los nombres de los pájaros, cosa que yo, que empiezo ahora, no tengo idea.
    De todas formas ya me he hecho con unos prísmáticos de primera y con un libro de insectos y aves del Baix llobregat, porque al estar aquí la desembocadura del Llobregat hay humedales protegidos y mucho bicho que mirar y estudiar.
    Me voy a pasar largas temporadas escudriñando como tu lo haces, PACO, y me dará tiempo para leer.
    Un abrazo y gracias por esta magnífica entrada
    Salut ¡¡¡¡¡¡

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    1. Gracias a ti, Miquel, por tus palabras y tu tiempo, será que tengo que publicar a la altura de quienes me visitáis. Me alegro que se haya despertado en ti el interés por los pájaros, el campo y la fauna que te rodea, a mí me procuran momentos de intensa satisfacción, es una manera de evadirte de la realidad más ingrata, pero la observación del campo también me parece una estupenda forma de aprender y reflexionar sobre la vida, sobre uno mismo en definitiva. Cualquier cosa que me quieras comentar al respecto ya sabes, a tu disposición me tienes, apreciado Miquel.
      Salut!!

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  2. Nos regalas unas fotos bien bonitas pero me he quedado prendada de la segunda, ese cielo precioso con su arco iris sobre la abundante arboleda. Y con el recorrido que tan bien detallas, casi que nos metes en la escena.
    Por otra parte, aun sabiendo que la historia se repite a menudo, me ha sorprendido la reflexión de la mano de Félix Rodríguez de la Fuente, sensatas y sabias palabras como apuntas.

    Un abrazo y un beso.

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    1. Hola, Ana, disfruto mucho con mi cámara, prácticamente no me separo de ella, a veces tengo un golpe de suerte como esa foto del arcoíris, aunque detrás de esa foto hay otras muchas que no me salieron tan bonitas, claro. Ese recorrido es muy atractivo, primero por no estar masificado, ni mucho menos, segundo por la fauna y la flora, y tercero evidentemente por la ubicación, con unas vistas impresionantes a la sierra del Guadarrama.
      Félix es un filón de frases, palabras y reflexiones que valen su peso en oro, valga la expresión, recuerdo otro magnífico comentario sobre nuestros deshechos y basuras que, visto hoy, te das cuenta que era un visionario, un adelantado a su tiempo en cuanto al alcance de su análisis sobre nuestro estilo de vida, es un delicia escuchar sus palabras.
      Abrazos y besos, gracias por la compañía, Ana

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  3. Siento profunda insatisfacción por mi desconocimiento de la naturaleza, de los nombres de las especies vegetales y de las aves y admiro en ti, como en Peter Matthiessen, dicho conocimiento que me fascina. Nunca he tenido a nadie cerca que me enseñara y yo soy muy lerdo para darme cuenta de las diferencias en el cielo de las aves que me sobrevuelan o para percibir las modulaciones de sus cantos, más allá de unos pocos.

    Me ha gustado tu texto que partiendo de la observación y la lectura de Nietzsche llega a una reflexión que ahora muchos podemos compartir sobre la actual guerra de Ucrania y la libertad de las grullas y otras aves que sobrevuelan las fronteras que causan tanta aflicción a los seres humanos. Preciosas las palabras de Félix Rodríguez de la Fuente que sigue vivo a pesar de los años que han pasado desde su accidente en Alaska. Conservan su calidad y aliento poético, nos siguen inspirando en estos días de noticias tristes pero que tienen la virtualidad de unirnos a los europeos y de empezar a ser solidarios con la desdicha del pueblo ucraniano que resiste. El mundo acumula crisis, la económica de los años 2008 y ss, la pandemia y ahora una guerra potencialmente muy peligrosa para todos, máxime cuando en el Kremlin hay un individuo cuya salud mental está puesta en entredicho. No obstante, es triste pero las guerras con su carga de destrucción estimulan lo mejor y lo peor del ser humano. Un abrazo, Paco.

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    1. Es imposible llegar a todo, amigo Joselu, a mí también me pasa, por ejemplo; ya me gustaría tener tus conocimientos literarios, habiendo sido profesor de literatura tantos años como fuiste, así que yo también te envidio en otros ámbitos.

      Mi acercamiento a los pájaros, al campo, vino de forma natural en mi infancia, aquí en Pozuelo estábamos rodeados de montes y campos (ahora mucho menos...), y de niños estábamos familiarizados con los pájaros, los insectos, la vida al aire libre en el campo, esa ha sido mi mejor escuela, no me cabe duda, te proporciona una sencilla sabiduría sobre la vida, y sobre la muerte, que a la larga se ha convertido en un aprendizaje valioso para mí en muchos sentidos. Además me ha hecho un buen observador, y la observación te permite reflexionar de una manera profunda (como un budista??, jeje). Por ejemplo en la observación de las aves migratorias que, de modo tan sublime, le lleva a Félix a tales reflexiones, y que a mí también me las han procurado en tantas ocasiones.

      Lo de Ucrania me causa (nos causa) un estupor que se te agarra al cuerpo, como si te doliese el alma. Es complejo entender a un individuo como Putin, el caso es que ahora el mundo se ve seriamente amenazado por la caprichosa personalidad de un personaje, que se ve llamado a escribir una página singular en la historia de la humanidad, maneja una megalomanía que alcanza un nivel pocas veces visto, al menos para los parámetros actuales, y sin duda es mucho más listo que Trump, otro megalómano peligroso, pero contrarrestado por el sistema democrático de su país, por un parlamento que no está sometido a su voluntad (como el kremlin hacia Putin), sino a los engranajes democráticos, a una oposición política (que en Rusia está amordazada) y a una opinión pública y mediática (que en Rusia está cercenada), que frenan en buena medida sus propósitos más delirantes. Luego podremos valorar las fortalezas y debilidades (como en todas las democracias) de la democracia norteamericana... pero democracia al fin y al cabo, no lo que hay en Rusia con ese sátrapa llamado Putin.

      Félix era una persona para escucharla una y mil veces.
      Un fuerte abrazo, estimado Joselu.

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  4. ¡Hola!
    Me encantan los fulgores enverdecidos, el brillo de los colores del campo después de las lluvias, estos días disfruto de ellos en mis paseos con la bici, también de los trinos de los pájaros que en estas fechas se escuchan muy animados, en continuo jolgorio (verdecillos, pinzones, petirrojos, también escucho bandadas de jilgueros por la casa de campo y veo de lejos sus colores también brillantes, carboneros, herrerillos). También se escuchan en el cielo los gritos de los busardos y pitos reales y veo en lo alto a los milanos reales, tan inconfundibles por la forma de sus colas. Y cuando paso cerca del río, me fascina el grito del ruiseñor bastardo.
    Muchas veces, cuando paro a descansar y me tumbo al sol a mirar el cielo, echo de menos los prismáticos, para poder disfrutarlo todo mejor, con más detalle, pero no se puede tener todo, en la bici debo ir lo más ligera posible.
    Me encanta también en esta época empezar a escuchar en el cielo a las grullas, todo un espectáculo y me parece genial la reflexión invertida que has hecho sobre lo que pensarán ellas de nosotros viéndonos en lo alto, viendo a toda esa gente deambular huyendo de las atrocidades de la guerra.
    Y Félix.. era y es un grande, yo lo admiraba y admiro, como dices un visionario. Tremendas sus palabras en el video.
    En fin, Paco, que ya sabes que compartimos gustos de pajareros, por el campo en general y entiendo que lo priorices a la lectura.
    Besos

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    1. Bueno, Marian, tú es que hablas (o escribes) con mucho criterio de esto, y ya sé que eres una pajarera de las buenas, además, como ya comentamos tú y yo, es un ambiente que vives de cerca, y eso se refleja bien en tus conocimientos.
      Yo sí llevaba los prismáticos en la mochila cuando iba en bici, pero los míos pesaban muy poco, y por la Casa de Campo me han dado mucho juego, ya sabes bien que por sus cielos pueden verse unas cuantas rapaces muy interesantes.
      El campo tiene su propia "narrativa", ¿verdad? y sus colores cambiantes dependiendo de la luz solar o las estaciones son, de algún modo, como los estados de ánimo de la naturaleza.
      Pues sí, muchas veces me he preguntado como verán todo ese trajín humano desde el cielo, si les pareceremos unas hormigas nerviosas y alocadas que corren para todos os lados sin mucho sentido... en fin.
      Félix era un grande, sin duda, un adelantado a su tiempo en cuanto a su capacidad de vaticinio, además un hombre cultísimo, un referente de sensatez y sentido común.
      Besos, Marian, gracias por tu compañía!

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  5. Precioso tu paseo. Todos esos pájaros han sido mirados por mí con prismáticos cuando, en mi otra vida, salía mucho al campo precisamente a ver pájaros e incluso anillarlos. Y salía con gente que había hecho su amor a la naturaleza precisamente con Félix Rodríguez de la Fuente. Y vi muchas grullas en Villafáfila y avutardas y gansos en plena migración.
    Mi pareja de entonces hizo su tesina sobre el milano negro. La de árboles que trepamos todos para anillar los pollos y para hacerles fotos. Todos estudiantes de Biología y todos, creo que menos yo, más amantes de los campos que de los libros, fueran estos de texto o de literatura.
    Me ha gustado mucho esta entrada y me ha llevado a otro tiempo a mi otra vida. Y ha sido muy emotivo ese vídeo de Félix Rodríguez de la Fuente haciendo esas reflexiones. Qué diría ahora de seguir vivo y ver el percal.
    Un beso.

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    1. Recuerdo bien esas anécdotas tuyas anillando pájaros en tus tiempos jóvenes, y la verdad que me daba cierta envidia cuando me lo contabas, Rosa, fíjate que yo siempre quise hacer algo así, anillar pájaros por ejemplo.

      Aunque ya sé que la lectura, la literatura, era tu pasión y, afortunadamente para ti y para quienes te seguimos, en ello sigues, pero tus recuerdos de aquellos días entre avutardas, gansos, grullas, milanos negros... me consta que son muy bonitos, y es grato "regresar" de cuando en cuando, ¿verdad?. Por lo que me toca, me alegra haberte recordado esos buenos tiempos. Ya advertí que el vídeo de Félix, por lo que dice y por como lo dice, es una joya en todos los sentidos.
      Gracias, amiga Rosa.
      Un beso.

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  6. No somos aves migratorias que migran siempre en la misma época del año y a los mismos lugares, sin embargo la especie humana se ve obligada a emigrar una y otra vez y siempre por los mismos locos motivos. Tristemente damos mucha más importancia al Telón de acero que las grullas.
    Una entrada maravillosa con ese paseo en el que te han salido al encuentro aves, insectos, vegetación y palabras.
    Me ha gustado mucho lo que dice Nietzsche sobre saber ser pequeño y la del arcoíris me parece una fotaza.
    Un abrazo

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    1. Así es Lorena, llevas toda la razón, los humanos estamos condenados a ser refugiados y/o emigrantes por nuestra propia violencia de unos contra otros, me parece que jamás cambiaremos.
      Ese librito de Nietzsche es muy apropiado para sacarlo a pasear por ahí, está formado por breve reflexiones sobre casi cualquier cosa; desde la niñez, la tiranía, la democracia, la libertad, el amor, el odio, etc, etc, de tal suerte que leerlo en una buena caminata hace que uno observe el entorno, incluso así mismo... con una mirada más profunda, con otros ojos.
      Pues sí, me salió una bonita foto ;)
      Un abrazo, Lorena, gracias por tu tiempo.

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  7. Ayer me pidió consejo una amiga para encontrar poemas para un recital de poesía y prosa contra la guerra, que si conocía alguno. Le mande treinta y dos, este no es el peor, de Carl Sandburg

    Listo para matar

    Diez minutos llevo mirándolo.
    Por aquí he pasado antes muchas veces y me ha extrañado.
    He aquí un monumento en bronce, recuerdo de un famoso
    general
    a caballo, con la bandera y la espada y revólver en mano.
    Cuánto me gustaría hacer añicos todo ese catafalco,
    reducirlo a un montón de escombros, que se lo
    lleven a la chatarrería.
    Te lo diré con toda claridad:
    luego de que el granjero, el minero, el tendero, el obrero,
    el bombero y el camionero
    hayan sido recordados en sus monumentos de bronce,
    dándoles la forma del trabajo de conseguirnos a todos,
    algo que comer, algo que vestir,
    cuando apilen unas cuantas siluetas
    recortadas contra el cielo
    aquí en el parque,
    y rememoren a los auténticos forzudos que hacen el trabajo
    del mundo, que dan de comer a la gente en vez de
    aniquilarla,
    entonces, a lo mejor sí que me plantaré aquí
    a contemplar con tranquilidad a este general del ejército
    que enarbola su bandera al viento
    y cabalga como un demonio en su montura,
    listo para matar a todo el que se le ponga por delante,
    listo para que corra la sangre roja por la hierba nueva y
    tierna de la pradera, y que la empapen las entrañas
    de los hombres.
    Cuidaos mucho, Paco

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  8. ¡Magnífico poema!
    Es una oda a quienes realmente merecen alabanzas, a ese granjero, al bombero, al camionero, obrero...
    Un poema que nos sitúa frente a los verdaderos "luchadores".

    Muchas gracias, Wineruda, me ha encantado el poema. En cuanto a poesía, tu amiga sabía que estaba ante un valioso consejero.

    Cuídate, apreciado Wineruda.

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  9. Me da algo de vergüenza, pero en invierno casi no veo más naturaleza que la que tú u otros autores describen en sus escritos.

    Un abrazo

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    1. Nada de avergonzarte, yo encantado de brindarte una ventana a la naturaleza.

      Abrazo, Luis Antonio.

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  10. El otro día, leyendo un comentario tuyo en una entrada y en otro bloc, señalabas un libro de lectura: Paisajes del pensamiento, de Martha Nussbaum.

    Me puse en la red de bibliotecas de Barcelona con la confianza de encontrarlo, aunque sin la fe debida. Y mira por donde, había un ejemplar, sólo uno, y resultaba que en la ciudad donde he ido a vivir. Más casualidad imposible.
    Me he hecho con él y es magnífico. En realidad es filosofía, y toca la Ética, tema que me interesa.

    Te doy las gracias por la recomendación.
    Un abrazo..........SALUT ¡

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    1. ¡Qué bien, Miquel! Pues la verdad es que me alegra un montón motivarte a su lectura, yo lo leí hace bastante y ciertamente Martha Nussbaum es una de las filósofas contemporáneas más interesantes que conozco. Yo también he tomado nota de algunos autores que has citado, como Eduardo Cirlot, ¡magnífico! Así que compartimos las gracias, querido Miquel.
      Un abrazote y salut!!

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  11. He deals the cards as a meditation
    And those he plays never suspect
    He doesn't play for the money he wins
    He don't play for respect
    He deals the cards to find the answer
    The sacred geometry of chance
    The hidden law of a probable outcome
    The numbers lead a dance
    I know that the spades are the swords of a soldier
    I know that the clubs are weapons of war
    I know that diamonds mean money for this art
    But that's not the shape of my heart
    He may play the jack of diamonds
    He may lay the queen of spades
    He may conceal a king in his hand
    While the memory of it fades
    I know that the spades are the swords of a soldier
    I know that the clubs are weapons of war
    I know that diamonds mean money for this art
    But that's not the shape of my heart
    That's not the shape
    The shape of my heart
    If I told her that I loved you
    You'd maybe think there's something wrong
    I'm not a man of too many faces
    The mask I wear is one
    But those who speak know nothing
    And find out to their cost
    Like those who curse their luck in too many places
    And those who fear are lost
    I know that the spades are the swords of a soldier
    I know that the clubs are weapons of war
    I know that diamonds mean money for this art
    But that's not the shape of my heart
    That's not the shape of my heart
    That's not the shape
    The shape of my heart

    Sting

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  12. a veces los Hombres no tienen otra opción que empuñar la espada, lo contrario sería resignarse a alguna suerte de esclavitud, fácil sería ejemplificar el punto. El problema es que el canto de guerra también despierta a las peores miserias humanas, aún más que la guerra misma... En mi ciudad las plazas suelen estar ornamentadas con esculturas, así tenemos el monumento al trabajo representado por un hombre y un buey con el arado, el monumento al maestro, al "canillita" en un joven cargando periódicos, al maestro, al aguatero, etc., etc., y también a la libertad, la justicia y la igualdad, valores republicanos con los que nos sentimos identificados. No honramos mirar para otro lado.

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    1. Siempre me gustó Sting, tanto en su etapa de "policía" como después, ya expolicía.
      Estoy de acuerdo, Selva, en ocasiones no queda más salida que empuñar la espada (que suena más poético que empuñar las armas). Y por supuesto, como bien apuntas, es algo que no está exento de riesgos colaterales. Deben ser coquetas las plazas de su ciudad, desde luego honran con esculturas a figuras importantes, o al menos a mí me lo parecen...
      Un abrazo, amiga Selva.

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