Siento empezar así el año…
Jamás,
desde que la Humanidad tiene registros históricos, hemos visto un incendio
(incendios) tan devastador como el que está reduciendo a cenizas a Australia.
Incluso los catastróficos y recientes fuegos en California, o los peores aún de la
Amazonía, de una enorme extensión, se quedan en una menudencia comparado con lo
que observamos en Oceanía.
Un
continente que está en nuestras antípodas. Muchos pensarán que esa catástrofe
es algo que nos queda demasiado lejos.
Gravísimo error, las consecuencias están
siendo tan apocalípticas, muchas ya irreversibles en tierra australiana, que
las va a padecer el resto del planeta.
Sobre el terreno ya se están viendo datos terribles. Víctimas
humanas fallecidas en el incendio. Miles de personas sin hogar.
Bosques
prehistóricos, de incalculable valor ecológico, reducidos a ascuas.
Científicos
cuantifican que la fauna australiana ha perdido cerca de mil millones, repito,
MIL MILLONES, de diversos ejemplares, dramática es la situación del Koala y
otras especies.
Unos
datos que aporta la comunidad científica internacional para valorar la
dimensión:
“El número de personas fallecidas
está aumentando (25 en el último recuento) y todavía falta conocer el paradero
de las personas desaparecidas. Solo en Nueva Gales del Sur se han perdido más
de 1.500 hogares.
Los medios de comunicación hablan
de una superficie afectada de 8,4 millones de hectáreas, un área del tamaño de
Austria. Para tener perspectiva de la magnitud del problema, en los incendios
masivos de la Amazonia en 2019 se quemaron 900.000 hectáreas, y en los
incendios en California casi 800.000.
Ecologistas de la Universidad de
Sídney estiman que casi 1.000 millones de animales han muerto, incluidos miles
de koalas, que luchan por escapar.
Pues eso, 8 millones de hectáreas
calcinadas, y sumando a cada segundo…
Mucha literatura actual en España,
la que inauguró la cercana crisis económica, se hizo eco de la precariedad
laboral, de los nuevos emigrantes del siglo XXI, etc.
Ahí estaba el gran
Chirbes y otros recogiendo el testigo de la situación para trasladarlo a la
literatura, al fin y al cabo la narrativa es hija de su época, y se nutre de
ella.
Pero creo que no tardando mucho
empezará a surgir un tema literario de primer orden; “el cambio climático”.
Pues ahora mismo no hay mayor
desafío para la humanidad que afrontar esa realidad, e intentar frenar el
desastre que se nos viene encima, que ya está aquí, la verdad. Una degradación de la que somos responsables.
Aunque este problema no parece ser tal para tantos
de nuestros políticos, tradicionalmente la derecha siempre ha intentado
minimizar, cuando no ningunear la gravedad del asunto.
Ahí tenemos las declaraciones de
Isabel Ayuso, toda una presidenta de la Comunidad de Madrid, afirmando que "la contaminación no mata”, que la gente en Madrid no muere de esas cosas...
Un mentira tan descarada, grave y
flagrante, que deja a la representación política de la Comunidad de Madrid en
un espantoso ridículo.
La comunidad médica ya la ha puesto en su sitio, si no sabes de lo que hablas... mejor cállate.
Porque en Madrid todo es superguay
y los coches han de tener prioridad sobre el medio ambiente y patatín, patatán…
Angustia me da que alguien así esté
capitaneando el presente de Madrid.
Y aquí estamos, en la corrala ibérica,
mirándonos el ombligo, echando el grito al cielo con no sé qué coaliciones, que
si viene el comunismo, que si llega Vox y la ultraderecha, que si Sánchez
miente, que si Casado miente el doble, que si Pablo Iglesias es un llorón, que
si viva el Rey, que si viva la República catalana, ¡chimpún! etc, etc.
Todo eso es mierdecilla, sí,
mierdecilla.
¿Qué es algo así cuando nos
estamos muriendo lentamente de respirar puro veneno?
¿Cuando la tierra y el mar se están
degradando hasta lo nunca visto?
¿Cuando están desapareciendo
numerosas especies animales por la degradación ambiental?
¿Cuando están muriendo millones de
personas a consecuencia del cambio climático (sequías, hambrunas, aires
irrespirables, pérdida de ecosistemas, carestía de recursos naturales…)?
Bah, eso no importa.
Lo determinante para el futuro inmediato (siempre nos quedamos en lo inmediato), lo que importa ahora, es eso; los
pactos de investidura, que si Cataluña exige esto, que si Vox denuncia aquello,
que si Sanchez dijo, que si Casado no dijo…
Bla, bla, bla.
Mientras acabo de escribir esto,
en los minutos que he estado redactando estas líneas, las hectáreas quemadas en
Australia habrán aumentado a varios centenares más (tal vez miles). Y, muy
lamentablemente, habrá crecido la cifra de víctimas humanas… La Tierra habrá
enfermado más.
Desconocía por completo la información sobre los incendios de Australia -no sigo las noticias de ninguna manera salvo las culturales, científicas o tecnológicas-, pero tu post es estremecedor porque incide en mis temores más profundos. Lo he pensado muchas veces. Los sistemas políticos -el español es uno más- se centran en gilipolleces mientras los problemas terribles de la humanidad -el cambio climático y la eclosión de la Inteligencia Artificial- quedan reducidos a la mínima expresión. La situación climática es extrema y no se está haciendo nada o prácticamente nada (un uno por mil de lo que sería necesario). Vivimos con absoluta inconsciencia hasta que una catástrofe como la australiana o californiana o amazónica o española o... se producen. Me invade la angustia y el miedo por mis hijas. Yo más o menos acabaré mi vida, pero pienso en la generación de ellas y se me estremece el corazón. Siento impotencia absoluta. Cada acto nuestro contribuye a agrandar la crisis climática. Incluso enviar emails supone emisión de Co2 a la atmósfera. Todo está relacionado. Nuestro estilo de vida -incluido el australiano- lleva a agravar la crisis climática. Pero nuestros sistemas políticos están orientados a la nada, cuando el mundo se está quemando, y la Inteligencia Artificial supone una amenaza potencial gigantesca sobre el futuro de la humanidad. Pero de esto no hablamos, hablamos de Cataluña y de lo que has dicho. Soy tan escéptico sobre todo que prefiero evadirme de las noticias para no hundirme en la mierda. Solo siento dolor, pero mi vida probablemente no cambie y siga poniendo la calefacción y gastando energía. Nuestro nivel de vida habría de reducirse en un cincuenta por ciento para paliar las consecuencias del cambio climático, digo cincuenta por decir algo, pero podría ser más. Pero ¿quién lo hace, quién lo propone, quién es capaz de presentar un programa político que opte por algo que llevaría a aumentar el paro drásticamente y a reducir geométricamente nuestro nivel de vida, nuestro gasto de energía, la iluminación de las ciudades, la reducción de la calefacción, el cese del turismo low cost, etc, etc? Nadie, Paco, nadie. Estamos condenados. Estamos quemando el tren que nos lleva hacia el desastre. Yo no lo veré pero sí mis hijas y mis nietos si llegan a existir.
ResponderEliminarHola, Joselu. Encantado de tenerte por aquí, ya sé que has optado por mantener un perfil bajo en la blogosfera, así que estoy muy agradecido por tu presencia.
EliminarSiento ser para ti el mensajero de tan pésimas noticias, ojalá no estuviésemos escribiendo de esta situación, pero el inabarcable problema medioambiental que tenemos… ha venido para quedarse, y hemos sido nosotros solitos los que le hemos abierto las puertas, de par en par, al desastre que ya tenemos aquí.
Lo de Australia, según varios expertos científicos, era algo que se veía venir, a la irresponsable política medioambiental del gobierno australiano, hay que sumar la sequía persistente y el aumento de temperatura que sufre Australia en los últimos años. Es verdad que Australia y su naturaleza está familiarizada desde tiempos inmemoriales con los fuegos en sus bosques, pero estos fuegos estaban dentro de un ciclo natural, y aunque suene extraño, beneficioso, pero es un ciclo natural que ha terminado por descontrolarse, como puede apreciarse por la violencia, magignitud y duración de los mismos… ¡¡si es que llevan con Incendios, sin parar, desde finales de septiembre del 2019!!.
Algo así destroza cualquier equilibrio… y lo peor es que, según vaticinan los científicos, esto será cada vez más habitual; vamos… que van camino de quedarse sin masa forestal y sin fauna, excepto la que recluyan en zoos o reservas. Y hay otras zonas del planeta con el mismo riesgo, entre ellas el sur de Europa, ahí tenemos a España, con gran riesgo potencial.
Así es, Joselu, los telediarios y periódicos destinan incontables horas y páginas para analizar desde todas las perspectivas habidas y por haber… el dictamen del Tribunal europeo sobre el caso Junqueras; que si Podemos está molesto por las vicepresidencias, que si Torras esto y Abascal lo otro, etc, etc.
Para que seguir…
Tu excepticismo no es una exageración catastrofista, responde a la cruda realidad, no hay más que observar y observarnos, como bien apuntas.
Un abrazo, amigo.
Estimado PACO CASTILLO:
ResponderEliminarTe escribo desde Barcelona. Y te contesto con la misma amargura. El cambio climático es irreversible. No irremediable. Es irreversible. No hay vuelta atrás.
Para que los polos no se derritan y nos inunden dentro de cincuenta años (que está claro que lo harán), hace falta bajar un grado y medio la temperatura media; hoy mismo deberíamos parar más del sesenta por ciento de la industria. Puedes perdirselo a a Suecia, Finlandia o Groenlandia, pero no a Rusia, EEUU, China, India o Japón. Tampoco a España.
El porqué es evidente ¿quién va dejar de viajar en avión si ir de Madrid a Londres cuesta 25 €, y resulta más barato que ir de Madrid a Segovia en autobús?
¿Quién va dejar de poner el aire acondicionado en el coche, con lo bien que se va?
¿Y quién deja el coche para coger el tren, si el servicio va lento, no puedo sentarme, va mucha gente, huele no se que y bla, bla...?
¿Y quién dejará de encender el mismo en casa cuando es un derecho el de la comodidad?
¿Porqué voy a tener que llevar una bolsa en el bolso para el super?, si allí tienen la obligación de dar servicio...porque yo lo valgo.
¿y porqué voy a dejar de comprar productos de usar y tirar, si lo pago y doy trabajo a montones de personas?
¿Y porqué tengo que comprar cosas al montón, granel les llamaban, si lo que va bien es que vengan empaquetadas, con su código de barras y su envases bien sellados, y por unidad , si puede ser?
Y porqué voy a dejar de usar pilas, baterías, alimentadores y demás, si tengo y necesito de ellas para el reloj, el móvil, el ordenador, los juguetes de los niños, el despertador, la puerta del parqing, y los abalorios de todo tipo y función que poseo?
¿ Lo ves, PACO CASTILLO ?, ves como este viejo que te habla tiene razón ¡ Es irreversible. Guste o no.
PD: si hubiera un mínimo de interés, Almería ya hubiera dejado de ser un mar de plástico para convertirse en un generador europeo de energía solar, con instalaciones de Universidad dedicadas sólo al estudio de dicha materia, tanto industrial como de investigación, y les daríamos sopas con ondas a los europeos, pero no hay ningún partido que les interese, ni a los podemitas, porque no lo han incluido en ningún programa. Simplemente no interesa.
Lo siento, por ti porque eres joven...y por mis nietos, por ellos lo siento, y no poco.
Salut
PD: la confección de cada tejano (pantalón vaquero), sea de la marca que sea, requiere 7.500 litros de agua, si, si, siete mil quinientos litros. Pero ostias ...es que me quedan tan bien que cada año me compro un par (es que me gustan un montón) y tiro los otros porque ya los he visto bastante.
ResponderEliminarSalut
PD: Para entender que es lo que está pasando recomiendo encarecidamente la lectura de estos libros:
ResponderEliminarDe ANTONIO MARINA "LAS ARQUITECTURAS DEL DESEO"
De EMILIO ZOLA "LAS DELICIAS DE LAS MUJERES"
De GILLES LIPOVETSKY "EL IMPERIO DE LO EFÍMERO"
(Ya no doy más la vara)
Magníficas tus recomendaciones, amigo Miquel, conozco bien a los dos primeros y nada sabía del último, tomo muy buena nota, agradecido.
EliminarCreo que estamos muriendo de éxito, Miquel, y lo más inquietante es que, como señala Joselu y tú, parece un problema sin retorno, pues la solución implica cambiar todo un paradigma cultural, económico y social a escala global... uff, ¿cómo va a ser posible algo así? Ahora mismo parece impensable... ¿quién va a detener a India, Brasil, China, EEUU, Japón, etc, etc, en si idea del progreso y evolución humana? ¿Quién?
Sí, sabía lo de los pantalones tejanos, y como ése hay múltiples ejemplos.
Lo de Almería es un excelente apunte,, muy significativo en cuanto a problema y solución, pero, ah, hablamos de política e intereses económicos por medio, nada que hacer.
Estamos tan inmersos en el estilo de vida despilfarrador e irresponsable que llevamos con el medio ambiente que... habrá que rendirse a la evidencia, no vamos a cambiar, o al menos no lo conseguiremos a tiempo, por lo que parece...
No sé si viviré para ver desastres mucho mayores, aunque con 52 años puede que sí, lo que está claro es que mis hijas lo vivirán de pleno, y es algo que me angustia, para que negarlo.
Duele escribir estas cosas, Miquel
Un abrazo !
No sé si los incenc¡dios de Australia se deben al Cambio Climático o más bien a la Corriente del Niño que estará activa hasta mediados de año. En 1997-1998 cuando yo empecé a impartir la asignatura Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, se habló mucho de esta corriente que aparece de tanto en tanto en las costas occidentales de Sudamérica alterando el régimen de lluvias en todo el pacífico Sur. No es algo relacionado con el cambio climático, al menos, no necesariamente.
ResponderEliminarDesde luego pretender que son fenómenos que nos quedan muy lejos, hablando de Cambio climático, es un alarde de ignorancia similar al del primo de Rajoy. Igual que lo de la contaminación en Madrid. Yo estoy segura de que de haber vivido en Madrid, mi padre hubiera muerto unos cuantos años antes. Con estos políticos qué nos vamos a esperar.
Un beso.
Hola, Rosa. La cuestión es que el pasado año y este recién estrenado no hubo fenómeno del Niño por el área geográfica de Oceanía. Al final de mi respuesta te lo aclaro con más detalle.
EliminarDicho eso, argumentas bien en cuanto a lo que expones del Niño, efectivamente, Australia siempre ha padecido incendios en su masa forestal de forma cíclica y natural, dentro de un complejo equilibrio que, más o menos, ha permanecido en unos parámetros estables cada verano, y que, tú lo sabrás muy bien como bióloga, ha sido incluso beneficioso para la naturaleza del continente. Eso es lo que ha ocurrido siempre.
Pero lo que está sucediendo ahora es lo que no ha ocurrido nunca y, por tanto, ya no pueden reducirse y entenderse las causas como se habían reducido y entendido hasta entonces, porque la magnitud, duración y violencia de estos fuegos jamás se había dado, a pesar del Niño, y eso hace necesario ir más allá en el análisis.
Es en esta excepcionalidad, nunca observada, es donde la comunidad científica señala de forma directa la influencia del cambio climático, fuentes serias como ADENA, La fundación National Geographic o Greenpeace (entre algunas de las fuentes que he leído, pero hay más de contrastada fiabilidad) señalan que Australia lleva padeciendo graves sequías en estos últimos años, además del aumento de temperatura en toda su geografía, dos factores que hoy casi nadie discute, excepto cuatro lunáticos, en cuanto a su vinculación al cambio climático, y han sido dos factores muy decisivos en la violencia de estos fuegos, y luego hay otros relacionados con una pésima gestión de la cuestión medioambiental por parte del gobierno australiano… vamos, un problema multifactorial.
En definitiva, el efecto del Niño no puede explicar por sí solo esta tragedia, es un detonante más, no el único, y parece que ni siquiera el más determinante para esclarecer la magnitud del asunto.
Pero fíjate en esta información haciendo referencia a estos incendios australianos y al Niño, porque es sorprendente, es una información de https://noticias.eltiempo.es/:
“Australia es un país que experimenta con frecuencia incendios, especialmente durante años en los que el fenómeno de El Niño está presente en el Pacífico ecuatorial. Lo que no parece nada normal, y eso es lo que defiende la comunidad científica, es que se registren incendios tan intensos, tan duraderos y tan difíciles de controlar, sobre todo cuando este 2019 ha sido un año en el que el fenómeno El Niño no ha estado presente.”
Enlace: https://noticias.eltiempo.es/los-incendios-de-australia-han-calcinado-en-2019-una-superficie-mayor-que-aragon/
La cosa es preocupante, amiga Rosa. De los políticos… qué vamos a decir a estas alturas.
Un beso.
Pues es que yo he leído en varios medios argentinos que habría fenómeno de El Niño hasta principios de 2020 y, claro, me cuadraba a la perfección.
Eliminarhttp://agrovoz.lavoz.com.ar/clima/incentivo-para-trigo-nino-seguira-hasta-principios-de-2020
Aunque, desde luego, incendios como estos son desconocidos y algo influirá todo.
Puede que la información se refiera a que el Niño no ha sido muy activo por la zona australiana en concreto, o que por allí su influencia a penas se ha notado el pasado 2019. Bueno, sea como sea, lo de Australia es un desastre sin paliativos.
EliminarBeso.
es increíble lo que está pasando pero de forma bien literal... la pérdida es tremenda y por l oque decís no va a parar rápido. Nos queda lamentarnos pero se puede colaborar en pequeños gestos, algunos de los que dice Tot acá arriba. Saludos
ResponderEliminarHola, JLO.
EliminarPues sí, es algo increíble todas estas visiones apocalípticas que estamos viendo en Australia, dicen que los habitantes desplazados de sus hogares se cuentan por centenares de miles...
Es necesaria la colaboración de todo el mundo, pero poco podemos hacer con nuestros pequeños gestos si los gobiernos poderosos y las grandes compañías deshacen y destruyen todas nuestras pequeñas contribuciones. O si hay dos mil setecientos millones de personas (la suma de las poblaciones de China y la India) que apenas tienen conciencia ambiental (habrá más de esa cantidad que expongo), pues ya tienen la cabeza en otras necesidades inmediatas, y, lejos de aportar gestos, contribuyen al aumento del daño… entonces, jodida está la cosa. Esa es la dura realidad, así de simple y crudo.
Gracias por tu visita ;)
Cuesta creer que todavía haya tanto negacionista, incluido el actual gobierno de Australia. La naturaleza no se va a detener en sus reacciones y retroalimentaciones porque un político aquí y un científico allá se lo toma a risa. Que se ha desencadenado una serie de terribles cambios es ya una evidencia. Los negacionistas solo intentan que la responsabilidad no recaiga sobre este sistema que nos han dado o nos hemos dado, agresivamente devorador de recursos y desestabilización de todos los ecosistemas.
ResponderEliminarRecomiendo leer "La tierra inhabitable", de David Wallace Wells, de la que aquí tenéis un largo resumen: https://elalfilerliterario.blogspot.com/2019/08/la-tierra-inhabitable-de-david-wallace.html
Un abrazo
Desde luego, Squirrel, cuesta creer a estas alturas que haya tantos negacionistas, bueno... supongo que a muchos de ellos que tengan cierta relevancia, determinados lobbies les untarán bien el bolsillo.
EliminarLas consecuencias ya están aquí, las palpables y las intangibles... pero igual de peligrosas. El gobierno australiano debería de hacer un profundo examen de conciencia, ¿lo hará?.
Echaré un vistazo a tu enlace de David Wallace Wells, recuerdo haber leído algunos artículos suyos en los suplementos, cuando los he curioseado en la biblioteca.
Gracias por tu visita e interesante aportación, Squirrel.
Un abrazo:)
Todos deberíamos sentir empezar así el año. Los kilómetros que nos separan no es óbice para que esta tragedia nos sea indiferente. Terribles la vidas perdidas, la gente sin hogar que tendrá que empezar de cero, las numerosas especies mermadas, los ecosistemas destruidos. Porque no solo lo que afecta a la especie humana nos afecta. Somos parte de esa naturaleza que contribuimos a destruir aunque nos cueste entenderlo.
ResponderEliminarEs cierto la pasividad política al respecto, así como los intereses empresariales opuestos. Pero me temo que no es menos cierto que la solución implicaría un drástico cambio en nuestro estilo de vida que no sé si estaríamos dispuestos a asumir. ¿Cómo resetear?
Un abrazo
Está claro, Lorena, es una catástrofe que nos concierne a todos, la gente está equivocada, piensan que la lejanía nos inmuniza del problema, craso error, nos afecta en cuestiones que muchas veces se nos escapan, pero son reales. Y dices muy bien; "Somos parte de esa naturaleza que contribuimos a destruir aunque nos cueste entenderlo."
EliminarHe ahí el mayor sinsentido de nuestra conducta.
No atisbo una solución eficaz, y no queda ya tiempo...
Un abrazo.
Paco..., es una pena todo lo que está ocurriendo en nuestro planeta. me comen los demonios cuando escucho las noticias, es tremendo. Y lo que tú dices, los políticos sin concienciarse de verdad. Y cuando alguien parece hacer algo bien, algo con cabeza pensando en la salud de los ciudadanos y del medio ambiente, pues ala fuera (me refiero al Madrid Central de Carmena por ejemplo). Da miedo escuchar sobre todo a la derecha cómo dices ningunear y minimizar el problema, o escucharles hablar como si no fuera con ellos.
ResponderEliminarPor supuesto es una pena pensar en todas las familias que se están quedando sin su hogar, pero no puedo evitar sentir también una pena profunda por tantos animales muertos, tantas especies de flora y fauna desaparecida.
En fin, a veces pienso que aunque nosotros no lo vayamos a ver, el planeta se dirige al caos. ¡Siento ser tan caótica!
Besos
Sé que eres veterinaria de formación, Marian, aunque ahora estés de bibliotecaria. A mí también me causa un profundo desasosiego la muerte de millones de animales, esos sí que está pagando sin culpa alguna, son víctimas de nuestra gravísima irresponsabilidad, y casi nadie suele ponerles voz, simplemente son una lamentable estadística, un frío dato censal.
EliminarLas pérdidas humanas huelga decir que son terribles, se sobreentiende como humanos que somos, así que no está demás señalar que hay otros seres vivos, millones, arrasados para siempre.
De muchos políticos mejor no esperar nada, al contrario, contribuyen al perjuicio.
No eres caótica, es lo que hay.
Besos.
Es una tragedia que como nos queda lejos muchos piensan que no va con nosotros...
ResponderEliminarEs terrible y ver esas imágenes, esos vídeos te rompe el alma. Es tan duro, esas personas muertas, las familias sin hogar, todos los animalitos atrapados, la vegetación... Un horror. He seguido los incendios casi desde el principio porque una conocida tiene a su hija viviendo allí y cuando apenas se hablaba aquí del tema, ella ya me contaba la desgracia que allí estaba pasando.
Parece mentira que no nos demos cuenta que nos lo estamos cargando todo, que debemos empezar a respetar la naturaleza, a cuidarla, y sí, encima tenemos que escuchar las estupideces de algunos respecto a la contaminación. En su momento me pareció que la opción de Madrid central era una apuesta valiente por reducir la contaminación y deseaba que en mi ciudad se copiara, pero por aquí solo se ponen en marcha medidas descafeinadas, de cara a la galería, no se hace una apuesta decidida por eliminar la contaminación, reducir la circulación de coches y devolver las calles a los ciudadanos. Después llegó la absurdidad del nuevo ejecutivo diciendo que la contaminación no se había reducido...en fin, otras veces he dicho que no creo que nos merezcamos este nivel de políticos, ellos sí son una vergüenza.
Un beso
Parece mentira, Conxita, pero es un sentimiento muy extendido... "uff, qué faena lo de Australia... bueno, menos mal que está tan lejos".
EliminarPero ese es el pensamiento de muchos, como si aquí todo estuviera a salvo, y de ninguna manera es cierto, todo constituye un equilibrio, si se ve afectado de una manera tan colosal, lo pagará el resto del planeta.
Las declaraciones de Isabel Ayuso me cabrearon muchísimo... ¿puede una presidenta de la Comunidad de Madrid soltar tal burrada? Por lo visto sí, ese es el nivel de buena parte de nuestros parlamentarios. Nos asola tanta incompetencia que ya no sabes a quien poner en su sitio, son muuuchos así.
Un beso.
Mientras no hagamos nuestros los problemas de los demás, por lejos que se hallen, el mundo está abocado a lo que tú expresas
ResponderEliminar"Muchos pensarán que esa catástrofe es algo que nos queda demasiado lejos".
Un abrazo
Sabia manera de sintetizar mis líneas, amigo Luis Antonio. Las catástrofes medioambientales no son un problema del país asolado, es del planeta en conjunto, de todos.
EliminarUn abrazo.
Tiempos difíciles cuando un primer ministro cree que los fuegos son obra de Dios, y así lo acepta. Llegados a este punto el retroceso en la inteligencia humana en medio siglo ha sido brutal, creo debido a que el tan llamado adoctrinamiento ( y el importante el que afecta al mundo, el que enseña que somos esclavos y somos tontos, y que los ricos son por gracia de dios, y que si ha habido una crisis y los ricos son más ricos y nadie se levanta es porque es cosa divina o de los tv y periódicos y que los ricos controlan y que ya crea ellos enemigos diferentes, que es fácil, solo es apretar unos botones y exacerbar los mitos patrios de cada cual o los colores políticos )y luego ya hay los que piensan de que las cosas importen, ni los animales, ni la vida, ni el planeta, nada, todo una nada, y se deje pasar la vida, son cosas de dios ya se sabe, volveremos al miedo al infierno, al rezo en latín y al viva la patria... al tiempo: ver Bolivia, ver EEUU, ver Australia, ver España, sin un mínimo de rigor en la crítica, en el aplaudir como focas de acuario, me enerva, que se queme el mundo, los animales, los árboles, que se destruyan los glaciares es un mero hecho, una noticia, que se puede encender y apagar mediáticamente , solo existirá mientras salga en la tv o en este internet dirigido, y sino ya hay fútbol a quien gritar o malos malísimos a quien odiar...
ResponderEliminarcuídate
gracias
Tiempos difíciles en los que muchos gobiernos demuestran no estar a la altura del reto, desafío o problema que ya tenemos con el cambio climático. Ceguera y egoísmo dañino, gobernar para el momento inmediato, y largarse después del ruedo político con el futuro resuelto, futuro económico, claro, porque el futuro en mayúsculas pinta mal para todos.
EliminarAnda mucho ciudadano obsesionado con banderas de un lado o de otro, con el último fichaje de fútbol, y con no sé qué más...
Los fuegos nos asolan, las especies desaparecen, la gente muere envenenada de contaminación, inducimos nuestro propio ocaso, firmamos nuestra destrucción...
Dicen que somos la especie elegida, la especie dotada de razón e inteligencia.
Dicen tantas cosas mientras nos destruimos...
Cuídate, amigo Wineruda.
Muy cierto, Paco. Y no solo los políticos, vivo en una ciudad pequeña, completamente llana y la mayoría de población hace un uso tan intensivo del coche que hay atascos kilométricos en las principales avenidas. Hubo un proyecto para peatonalizar la plaza y en las elecciones los partidos de la oposición llegaron a plantear paralizar las obras. Un horror.
ResponderEliminarFalta mucha concienciación, porque esta crisis medioambiental que se nos viene encima lo cambiará todo. Sumemos un problema de superpoblación y el fin de los hidrocarburos (cada vez menos rentables, véase la cuestión del pico del petróleo): el colapso. Pienso en mis hijos y me echo a temblar. Con afirmaciones como la de la señora Ayuso, los negacionistas ridiculizando a las personas eco-responsables y tanto egoísmo concentrado...Siempre he tratado de poner mi grano de arena, pero al menos en el contexto en el que vivo significa luchar contra molinos. Hace un par de meses varios vecinos protestamos por la instalación de una gasolinera en una zona residencial y nos llovieron los insultos...de otros vecinos y en Ayuntamiento no tuvimos ni el apoyo de la oposición. El ser humano es tan cortoplacista que cuando queramos reaccionar será tarde.
Con todo, sigamos viviendo con el menor impacto posible y creando conciencia, cueste lo que cueste. Y sobre todo, mucha presión a nuestros políticos. No hay otra.
Un abrazo y aprovecho para felicitarte 2020, que vaya comienzo.
Hola, Gerardo.
EliminarPues yo aquí, luchando contra otros molinos gigantes, una fastidiosa fiebre que me acompaña desde el fin de semana,cogí frío, y sigue atizándome.
Así que no me queda otra que ser breve, me sumo a tu parecer; hay que vivir con el menor impacto posible, no hay vuelta atrás.
Un fuerte abrazo y buen año con tu familia.