P. Castillo

Safe Creative #1802170294390

viernes, 8 de noviembre de 2019


Discurso de la servidumbre voluntaria (1548). Étienne de La Boétie (Francia, 1530-1565).

Editorial Tecnos. Colección Clásicos del Pensamiento, 2010. Estudio preliminar, versión española y notas de José de la Colina. Edición bilingüe. 

Fotografías de Paco Castillo.





Me convierto de nuevo en arqueólogo para escarbar en mi blog, cual dolina virtual, y desempolvar unos restos que permiten comprobar nuestro recorrido evolutivo, en este caso como seres sociales.
Y la conclusión es que, en determinados asuntos colectivos, hay pautas en nuestro proceder inamovibles en el tiempo.

A Étienne de La Boétie lo presenté en este espacio allá por el 2015. Así que recupero aquella entrada, podando algunas ramitas y añadiendo algún esqueje, poco, el ramaje principal está intacto, y leyéndolo de nuevo parece escrito hace un rato, lo constataréis encontrando ciertas alusiones que hice a ejercer el voto, e incluso encender contenedores sin presentir todos los que arderían después... 

Por tanto, visto el panorama patrio que uno observa asomado al ventanal, en vísperas de ese momento que de modo rimbombante llaman jornada de reflexión, me dije: Étienne, aquí tienes otra vez tu atril…




A las 06:20 de la madrugada mis ojos estaban clavados en el techo tratando, en vano, de hallar alguna araña para seguir sus peripecias en la penumbra y así reencontrarme con el sueño. Mala hora para toparse con arañas. Buen momento para ir de puntillas a mi biblioteca y dejar que me sorprenda el amanecer con un libro entre las manos.

Son cerca de las 13:30. El “Discurso de la servidumbre voluntaria”, está leído hace un buen rato, pausas cafeteras mediante. No es mérito mío, sino del autor, Étienne de La Boétie.




Además solo son 109 páginas, pero las pares corresponden al texto original en francés, y las impares a la traducción en castellano. 
Es un bonito libro de la Editorial Tecnos, con una estupenda introducción de José de la Colinaeste santanderino hijo del exilio republicano y afincado en México. Aunque, ironías del destino (y esta es una de las matizaciones actuales que hago), acabo de saber que falleció hace nada, concretamente el 4 de noviembre.







Algún día, todos aquellos que van ha ejercer su derecho al voto, antes tendrían que leerlo.

Empiezo con este utópico deseo. Del mismo modo que utópicos eran los anhelos del autor, al proponer una altura ética y moral a sus conciudadanos que les permitiese ver más allá de su ignominiosa complacencia con el villano de turno.

Mirando a nuestro alrededor, ya vemos que su noble intención quedó en agua de borrajas. Que leyendo tampoco nos libraremos de ese mal, seguramente, pero no hacerlo es poner en la mano de quien nos golpea una maza más grande. Así nos luce el pelo… de tanto golpetazo en la coronilla.









Es un libro de culto entre los anarquistas, los de verdad, que eran, son, lectores pródigos, aunque más concentrados en su universo ideológico.

Étienne de La Boétie lo escribió a la temprana edad de dieciocho años, era un joven de cultura deslumbrante en su época. Hoy un viejo conocido en los círculos anarquistas, el sindicalismo, el republicanismo y, en general, la izquierda militante.

El que fuera amigo inseparable de Montaigne, quien quedó deslumbrado con este Discurso de la servidumbre, legó una obra que se ha convertido en lectura imprescindible para todo aquel que entienda el anarquismo como una alternativa vital, quizás posible, con la buena praxis del pensamiento político y filosófico, y no como un parapeto desde el que incendiar contenedores, tampoco me imagino a los incendiarios empleando su tiempo en leer. 

En realidad es un libro recomendable para todos los que consideren “pensar por sí mismo” como algo que no es malo…permitidme la ironía.

Por cierto, en los Ensayos de Montaigne hay uno muy conocido; “La amistad”, inspirado en la relación con su mejor amigo, Étienne de La Boétie.






Tenía que ser este jovenzuelo, versado en los autores clásicos grecolatinos, el que hiciese agachar la cabeza a hombres como castillos por su humillante servilismo.

Que uno solo ante el déspota esté vencido, puede ser, que doscientos mil ante el déspota también lo estén, solo puede ser si así lo quieren los doscientos mil. Más o menos es lo que dice Étienne de La Boétie, ¡y cómo lo dice, sí, con dieciocho años! :

"Lo que (el tirano) tiene más que vosotros son los medios que le dais para que os anule. ¿De dónde saca los ojos que os espían, si no es de vosotros? ¿Cómo tiene tantas manos para golpearos, si no le prestáis las vuestras? Los pies con los que pisotea las poblaciones, ¿no son los vuestros? ¿Tiene sobre vosotros algún poder que no provenga de vosotros mismos? ¿Cómo se atrevería a robaros si no fuera porque se lo consentís? ¿Qué mal podría haceros si no encubrieseis al ladrón que os despoja, si no fueseis los cómplices del asesino que os mata y los traidores para vosotros mismos?"




Vaya con el joven. Tiene para dar y tomar. Ahí va otra muestra:


"Esta treta de los tiranos, la de entontecer a sus súbditos, nunca fue tan evidente como en la conducta que tuvo Ciro hacia los lidios tras haberse apoderado de su capital y cuando y tomó cautivo a Creso, aquel rey tan rico. Le dieron la noticia de que los habitantes de Sardes estaban en revuelta. Fácilmente pudo reducirlos a la obediencia, pero no deseando saquear una ciudad tan hermosa, ni verse obligado a sostener un ejército para mantenerla domada, imagino un medio admirable de seguir poseyéndola. Estableció burdeles, tabernas y juegos públicos, y emitió un bando que obligaba a los ciudadanos a asistir a tales lugares. Tan bien le resultó que, en consecuencia, ya no necesitó usar la espada contra los lidios."

Pues eso, unas sentencias de rabiosa actualidad, que dicen los periodistas. 

Supongo que todos nos acordamos de la famosa Ciudad del Juego, si, el proyecto de Eurovegas en Alcorcón, Madrid (en boga por el 2015), apoyado por el gobierno regional de Esperanza Aguirre… ayy que pillines estos políticos, que aviesas intenciones tendrían para hacer tanta genuflexión al señor Sheldon Adelson.
Nuestro jovencillo, Boétie, lo tenía claro.




Así que estamos ante un ensayo que se adelantó en tres siglos (fue escrito en 1548) a las ideas de Proudhon, Bakunin o Marx.

Enfrascado en su lectura, voy pasando las páginas, aparto el libro para ir macerando los ingredientes allí vertidos y pienso que sus palabras podrían ser las mismas que hoy, año 2015, nos retratan como especie social y explican nuestra forma de convivir con la política.

Era harto difícil el reto de Étienne; despertar las conciencias adormecidas, lo mismo que ahora.

Más que una obra destinada a nuestros apoltronados políticos, esa Casta que dicen por ahí, yo la dirijo a  un grupo mucho más numeroso, los Descastados, a nosotros, a ver si dejamos de agrandar la maza, en fin… solo era para que cerrar con ingenio este párrafo.



En todo caso, el mensaje de Boétie es un puñetazo en el estómago, y duele, somos cómplices de los abusadores que nos fustigan.

Visto lo que hay, sus reflexiones, como decía al principio, quedaron atrapadas en una bella quimera, la utopía que nunca llegó a vestirse de realidad.

Ese es uno de los grandes atractivos de la literatura, aunque esto sea un ensayo, hacernos habitables las quimeras para sacudirnos, por unos momentos, las telarañas de este mundo.




Y si algunos, al contrario, están empachados de belleza en esta tierra sin par, de nuevo los Étienne y compañía nos  invitan a pisar el fango de nuestro patio trasero.

Creo que no hay obra teatral más grandiosa que despegarse un tanto de la realidad y contemplarla desde la butaca… pasen y vean.
El exiguo precio de un libro podría dar para toda una revolución, me digo; iluso pero bonito pensamiento, añado.

Bueno, me quedo un rato en mi quimera degustando las palabras en el silencio… afuera hay mucho ruido.







15 comentarios:

  1. El único servicio que hacen los años, el único, es ver el universo desde el punto de vista más alto, no por superior sino que por más viejo. Supongo que me voy alejando del suelo, para luego acercarme hasta tocarlo, cayendo. Y todos estos años en el que uno es de izquierdas, y muy rojo, hasta muy rojo. Aprende a ver el mundo, y va quitando zarzas y ortigas, y ve que no hay nadie ni nada que pueda aportar al mundo un aporte de limpieza, y ve que en la ecuación la que se incluye en una de sus constantes la ideología en el pasado (religión, anarquismo, socialismo, liberalismo, capitalismo, catolicismo. ..), en el otro lado de la ecuación siempre aparecerá : igual a muerte. Uno que es un descreído también sabe que el poder de los medios de comunicación actuales ha borrado partes de esa ecuación según sus intereses, entones uno sabe que el mundo se rige por saber distinguir términos, términos que ocultan y que enseñan partes obligadas: ves en las noticias que los nacionalismos incompetentes asesinos no van ligados –o comprados- a loados ” patriotismos” filonazis, en ellos siempre es más limpio –o desaparece la críticas- al patriotismo, es curioso que nadie liga patriotismo con nacionalismo; y luego mi izquierda la ligada con La Boétie analiza el mundo con los análisis de los de enfrente – de la derecha o los falsos izquierdistas(¡qué fácil es engañar al obcecado!),. de sus enemigos. EN fin, La Boetie será un héroe para la izquierda, pero la izquierda hace años que mira con prismáticos puesto al revés. El mundo regido por gente que cree que ser democrático es dirigir la separación de poderes a su favor ( ¡ay pobre y tonto Montesquieu!) , el mundo es tan tonto como la gente que cree controlarla -los votantes-. Y el mundo gira y gira y ves gente que cree que el que más grita o más insulta es el que tiene la razón, y ves a gente inteligente apoyando a puros insultadores y falsarios mediáticos y me digo, ¡joder que puto mundo! Y me pregunto ¿quién es más impresentable? Y no tengo respuesta.
    Gracias Paco
    Una enorme entrada
    cuídate

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te entiendo, Wineruda... por más viejo. Al final las ideologías van dando paso a la ideología de lo esencial, que tú lo has dicho con esa especie de poética tan particular que tienes, todo va quedando en nada en esa ecuación que es igual a muerte, y la ideología que importa es abrir la ventana y mirar si el cielo está nublado o claro, entonces decides si sales a caminar, te tomas un café y coges un libro...

      La izquierda y la derecha no son más que equidistancias en un mundo que no las tiene, somo grotescos en todo. El grito zafio impera en estos tiempos de mediocridad política, prefiero escuchar el canto suave de las grullas... como las que he visto hoy, hacen que mi mente vuele con ellas, eso jamás lo conseguirá un político.

      Yo tampoco tengo respuestas, pero seguiré mirando al cielo.
      Gracias a ti, Wineruda.

      Eliminar
  2. Interesantísima entrada para este día de reflexión. Sé (?) que la democracia es el mejor sistema que existe, pero aún tiene mucho que mejorar. Cuando partidos que han sido la imagen viva de la corrupción han seguido sacando muchos votos e incluso gobernando, una se plantea quién es el que elige a los gobernantes y duda de la democracia, pero luego una piensa que si a la mayoría le gusta que la roben, está en su derecho. Y entonces una piensa en la minoría y me doy cuenta de que la democracia no deja de ser la dictadura de las mayorías y las mayorías no se caracterizan por su amplitud de criterio y entonces una piensa que quién se ha creído que es para sentirse superior a la mayoría y que la democracia es el mejor sistema y vuelta a empezar. Y me gustaría volverme ácrata y dejar de participar, pero me niego a contribuir con mi abstención a que me gobiernen las derechas y así sigo hace ya tantos años...
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Rosa. Así lo veo también, si echamos la vista atrás, habrá que concluir que la democracia es, de momento, el sistema menos malo que hemos tenido. Me sumo a tu contundencia, hay muchos votantes que les gustan que les roben, incluso que les insulten aquellos a quienes votan... pues que lo disfruten.

      Escuchaba hoy a Monedero decir que no entendía como en Murcia se habían manifestado sus habitantes por la contaminación del mar menor... y luego acuden en masa a votar a Vox... cuyo compromiso medioambiental es para echarse a llorar, ¿cómo te comes eso?. Tienes razón en que las democracias son la tiranía de las mayorías, eso ya lo anunciaban Tocqueville y John Stuart Mill. Estamos siempre bregando con nuestras incongruencias...
      Un beso.

      Eliminar
  3. Desconocía directamente a este escritor político, amigo íntimo de Montaigne, pero me ha resultado elocuente su reflexión sobre la tiranía que es muy lúcida. No tengo nada que añadir a lo señalado por ti. Sin embargo, quiero acompañar estas reflexiones con alguna mía sobre el porqué de las tiranías. Hay veces en que las democracias se convierten en tan dramáticas y contradictorias, violentas y amenazantes, tan desoladoras y conflictivas que incluso pensadores profundos como Unamuno, llegan a apoyar un golpe militar que restaure el orden y entonces se entrega ese supuesto don precioso que es la libertad en manos de algún dictador que envilece pero simplifica las cosas. Las dictaduras no son tan absurdas como parecen porque la libertad mal ejecutada es un monstruo. La dictadura puede ser ejecutada por un poder tiránico o por un partido mayoritario que reintroduce el sentido del orden. Y es que hay veces en que las sociedades se cansan del desorden y añoran la servidumbre durante un tiempo, claro está. Toda tiranía termina por agotarse y llevar de nuevo a la gente a ansiar la libertad. Hacen falta sociedades muy maduras para ejercer la democracia que no sea autodestructiva, como la española en estos momentos en que cualquier movimiento que se haga conduce inevitablemente a que todo vaya a peor. Yo soy incapaz de decidir cuál es el movimiento correcto, ni el sentido de mi voto en ningún sentido. Temo a los que sí que lo tienen. Mi voto es en blanco, es lo máximo a que conduce mi compromiso con esta democracia. Todo lo que veo es terrible, a izquierda y derecha. Estamos abocados a adentrarnos progresivamente más en un callejón sin salida, no sé si con final violento. Mucho me parece que sí, pero no me hagas caso, soy muy pesimista. Nos falta flema británica para calmar nuestro corazón agitado y anarquista, porque los españoles somos anarquistas -de derechas o de izquierdas-, y así nos va. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me agrada ponerte sobre la pista de La Boétie. Sí Joselu, esa impresión que tienes sobre las amenazas sibilinas de la democracia, es lo que veníamos comentando con Rosa, y le señala esa idea que tenía Tocqueville y J. S. Mill, argumentaban que la democracia podía ser un verdadero obstáculo "para la protección de las minorías y la tolerancia que se les profesa", entrecomillo esa frase por que es literal, tal cual la he leído, o releído en un libro que reposa en mi escritorio, "Guerra y paz en el siglo XXI" de Eric Hobsbawm.

      Viendo el resultado electoral, con la radicalidad de Vox en volandas hacia el Congreso... creo que la ciudadanía está lejos, lejísimos de la madurez, lo mismo vale para los radicales del independentismo catalán y su número de votos. Ta vez, el votante ideal para estas elecciones hubiese sido Bartleby... "preferiría no hacerlo", tal vez tu voto en blanco tenga algo, o mucho, de Bartleby.
      Efectivamente, así nos va...
      Un abrazo, Joselu.

      Eliminar
  4. Creo que La Boetie, a tenor de tus palabras sobre este libro, no podría haber elegido mejor título para su ensayo. Es tan cómodo ser siervo...
    Me parece una recomendación estupenda para el momento que vivimos. A mí me ha pillado la jornada de reflexión leyendo A sangre y fuego de Manuel Chaves Nogales. Ahí estoy, entre la crueldad y la estupidez de las dos Españas que parece que aún nos siguen acompañando.
    A modo de curiosidad, y ya que Montaigne ha salido a relucir en tu reseña, te diré que tengo pensado leer sus ensayos el próximo año. Veremos hasta dónde me alcanza el propósito.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es tan cómodo ser siervo... Es que es así, Lorena, más claro el agua. Emplear la jornada de reflexión para leer un buen libro, es una inteligente elección que muy poca gente escoge en este país. Me tengo que poner un día de estos con Chaves Nogales, llevo mucho tiempo con la idea de leerlo, estaré expectante por si lo llevas a tu blog.
      Nunca he leído a Montaigne del tirón, sino espaciado, muchas veces, eso sí, y releído los ensayos que más me gustan, no tiene desperdicio, y sus ensayos los tengo en dos editoriales distintas. Tú eres capaz de leer a Montaigne y a quien te propongas.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. "pensar por sí mismo”: ¡Qué necesitados estamos en este país de tener pensamiento propio!

    En la escuela es una asignatura ausente en los currículos académicos. Y así nos va...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y encima las Humanidades están marginadas en el sistema educativo... si incluso quisieron cargarse la Filosofía, vaya país de catetos, joder, con perdón.

      Un abrazo, amigo Luis Antonio.

      Eliminar
  6. Desconocía libro y autor. Una profana en el mundo de la política. Y sí...duele...y más cuando sabes que en parte, en gran parte, es responsabilidad propia. Por tanto...he sentido un poco del puñetazo incómodo en el estómago del que escribías...Me quedé ensemismada en las hojas de Otoño y en libros cálidos que hacen que mire a otros lados. Y aunque la política y el mundo actual me importan...pongo poco más que mi voto y algunas lecturas y pensamientos al servicio. Siempre me ha llamado la atención el anarquismo. Sería genial...pero para eso la filosofía debería de estar presente en nuestra educación a más temprana edad. Y conocerlo de verdad...quizá leyendo a este joven de 18 años...de hace unos "poquitos" siglos. Generar más debates en las aulas...desarrollar el pensamiento crítico...en fin...que me pierdo. Hay muchas corrientes y si...también está nuestro confort personal. Sin duda. Del que nos cuesta salir. A mí la primera.
    Alzó montada de infusión (a estas horas...nada de té) por las horas de insomnio que nos llevan a visitar las bibliotecas caseras.
    Un abrazo y felices caminos por el campo.

    ResponderEliminar
  7. Hola María, me alegro de descubrirte autor y obra, tú has hecho lo propio otras veces conmigo, eso es lo maravilloso de los blogs, el trasvase de cultura y la amistad, aunque sea virtual.
    Te puedes quedar ensimismada con el libro que tú quieras, María, de todos se saca un aprendizaje, y me consta que de los tuyos, que en cierta manera también son de los míos, contienen esa sabiduría silenciosa, sin apabullar, que es la que cala hondo. El anarquismo sería la forma política más coherente, gobernarse uno mismo sin someterse al poder de otro, pero somos incapaces de desarrollar con éxito tal idea, somos inconsistentes, contradictorios... etc.
    La filosofía es cosa de "cuatro colgaos", y así procurarán los políticos que siga siendo...

    Salir del confort no es nada fácil, claro que no, aunque yo con la literatura soy ecléctico, un poco de casi todo.
    Un abrazo, y que disfrutes del campo otoñal con Baloo ;)

    ResponderEliminar
  8. Nuevamente lo has logrado, Paco. Hasta en las jornadas de reflexión, nos rescatas autor y obra.
    Si tú te pones a meditar sobre el anarquismo español, y Lorena lo hace sobre la estupidez de las dos Españas, ni quieras saber qué pienso dos días antes de que aquí vuelvan a asumir probados corruptos a los que el Poder Judicial local no ha logrado -o querido- encerrar como debieran -porque me temo que ellos también han sido parte de la corrupción-.
    Desde 'hagamos una revolución para que todo siga igual', de Lampedusa, hasta 'Comfortably numb' de Pink Floyd, seguimos hablando de lo mismo: protestamos, pero no salimos de nuestra zona de confort, como dice María.
    Gracias por descubrirnos a otro autor a tener en cuenta. Y van...
    Un gran abrazo, amigo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una lectura que pone los puntos sobre las íes, una lúcida crítica a nuestro conformismo, pasavidad o claudicación con el abuso del poder, eso era común en su época, y sigue vigente hoy, en España o Argwntina, en eeuu o China... Es global, amigo Marcelo.
      Un libro necesario.
      Un gran abrazo, amigo.

      Eliminar
    2. Perdona las erratas ortográficas, es lo que tiene escribir con el móvil y el imprevisible corrector...

      Eliminar