P. Castillo

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viernes, 7 de diciembre de 2018


¿Cómo le va, gringo…?




El próximo miércoles estaré surcando el cielo con destino, una vez más, a mi querido Perú.



En la fotografía superior me podéis ver en la calle de los libreros limeños con más solera, El Jirón Quilca.
Y por supuesto leyendo a Vargas Llosa, La tía Julia y el escribidor. Pero, para rizar el rizo, estaba ojeando el pasaje que alude a esa misma calle (o cuadra, como dicen allí). Un experiencia increíble, como ya conté en el blog. Un joven Llosa solía deambular entre estas mismas destartaladas librerías, aquí saciaba su voracidad lectora haciéndose con algunos ejemplares a módico precio, y de paso charlaba con los libreros.
Los libreros fueron desplazados de Quilca en 2016, de nada valieron sus protestas,  hacia otro lugar decidido por el Ayuntamiento.




Jirón Quilca, una librería a la derecha, un artista callejero a la izquierda, estaba retocando un busto de escayola, y yo con mi libro curioseando e investigando callejuelas a tenor de lo leído en "La tía Julia y el escribidor". Escenas de Lima.
                                              

Viajaré con mi mujer (ella es la peruana, aunque nacionalizada española hace varios años), y nuestras dos hijas a pasar un mes con parte de mi familia política, celebrando la Navidad y dando la bienvenida al nuevo año desde el océano pacífico.


Esta visita navideña era un deseo largamente ambicionado por mi mujer, Araceli. Hemos ido en varias ocasiones pero, ya fuera por unos u otros motivos, nunca habíamos conseguido viajar en Navidad. Por fin lo haremos. 

Será un largo trayecto, no solo desde España hasta allá (12 horas de vuelo seguidas sin escalas), sino dentro del propio Perú, pues habrá que sortear enormes distancias interiores. Desde Lima hasta las remotas serranías andinas en el norte, pegados ya a Ecuador, alejándonos de la costa y enfilando el paisaje amazónico, territorio de “ceja de selva, como lo denominan por allí, pero aún rodeados de colosales montañas.

Perdido entre esas estribaciones que surgen de la Cordillera de Los Andes, está el pueblo de Araceli, Cesara (curioso nombre), en la región cafetera por excelencia del país y casi del continente… pues, ahora que no nos oyen, y porque yo mismo he sido testigo directo de este hecho, conocidas empresas colombianas se acercan por estos pueblos peruanos a comprar el mejor café de Sudamérica, pero luego lo etiquetan como producto cafetero colombiano de calidad suprema. Estas andanzas también nos suenan en España con el aceite de oliva andaluz y su etiquetado italiano, pues eso, los teje manejes mercantiles.  



Ahí está el pueblo, Cesara, a 1300 kms de Lima, incrustado en las montañas, unos valles preciosos. Es un característico villorrio cafetero en los Andes norteños, a una altitud aproximada de 1600 mts sobre el nivel del mar (desde donde tomé la foto ya había rebasado ampliamente los 2000 mts de altitud), pero con un clima subtropical húmedo, muchas lluvias y temperaturas suaves, aunque por las noches refresca algo.



La visión de los Andes le quita a uno cualquier aire de grandeza, nuestra megalomanía es cosa pequeña y ridícula frente a estos descomunales cerros norteños, los mismos “apus” que retrataba Llosa en “Lituma en los Andes”. 

Pero también recalaremos en la costa… Piura, Chiclayo, la propia Lima. Bueno, la familia Peña está desperdigada aquí y allá por la imponente geografía peruana (y fuera de ella), seremos un clan nómada pero con una casa esperando en cada rincón.



Un rincón de Chiclayo, importante ciudad costera en el norte de Perú. Sus playas son punto de encuentro para surfistas de cualquier parte del globo, se les identifica claramente por las calles. A veces nos quedamos un par de días por aquí, visitando a otros parientes.


Asomado a una bulliciosa calle chiclayana, con Maurizio Maggiani, "El viajero de la noche", un título que me hacía justicia en aquel año viajero de 2015.



Ya, ¿y los libros que viajarán conmigo?


Nunca  termino de decidirme con rotundidad a la hora de llevar éste o aquel libro… ¡me llevaría un mogollón! Pero toca ser pragmáticos con el equipaje. Aunque sí sabía que serían autores peruanos mayormente, pues la sensación de leerlos en los mismos escenarios que, con frecuencia, acontecen en sus narraciones es una sensación… flipante.

Para ir abriendo apetito peruano estos días estoy leyendo unos magníficos cuentos del escritor limeño Carlos Meneses, aunque afincado en Palma de Mallorca desde 1966, nada menos. Se trata de "seis y seis" (así en minúscula).

Sobre el talante de este gran cuentista da buena cuenta su breve nota en la página de cortesía:



Un tipo así no puede caerte mal.


Paseando cerca de casa.




Y también he leído poesía de Mario Florián, uno de los poetas peruanos contemporáneos más admirados (falleció en el 99), que me resulta ideal para adentrarme en el ambiente "del Ande" (expresión popular para decir Los Andes). Suelo alternar su poesía con la de otro grande, Cesar Vallejo. Una curiosidad, Florián es oriundo de Cajamarca, igual que mi mujer.


Cerca de casa.


Estos dos se quedarán aquí. Y probablemente Bryce Echenique, es imposible meter todo en la maleta.




Me acompañarán otros, al margen de que ya los haya leído o no. 

Luis Loayza es un candidato que tiene posibilidades. El limeño fue cercano amigo de Cesar Vallejo y Vargas Llosa. Además nació un 22 de septiembre... lo mismo que yo.


Pasada primavera, por casa.

Quiero releer (será la tercera vez, creo) "Los perros hambrientos" de Ciro Alegría, no puedo desperdiciar la oportunidad de hacerlo en la puna andina, será emocionante. Es uno de mis libros de "toda la vida".

Paseando por el campo, cerca de casa.


Y estoy sopesando la compañía de otros.



Algún título de Manuel Scorza, seguro. Ya me llevé otro la última vez.


Por los valles andinos del norte con Scorza. Caseríos de Cesara en la parte superior derecha.

Repetiré igualmente con Llosa, Arguedas queda en la duda.


Aunque de éste último me tienta llevarme "Los Ríos profundos".


Con Arguedas y la lluvia, cerca de casa.

Indiscutible la presencia de Julio Ramón Ribeyro, leer sus cuentos sobre la Lima más estrambótica de los barrios destartalados, no tiene precio… haciéndolo en esos mismos lugares, como será mi caso.

De paseo por el campo con Ribeyro

Y desde Perú regresaré con algunos títulos, en esas incursiones limeñas que tanto me entusiasman, estaré husmeando entre libros para traerme, como hago siempre. Por ejemplo la última vez fueron estos.



Imprescindible leer a Sebastián Salazar  Bondy en "Lima la horrible", si se quiere ahondar en el significado profundo de Lima, en todo lo que concierne a su quintaesencia, y en algo que atañe a los habitantes burgueses de origen español. Muy interesante. Ahí me tenéis en el distrito de Los Olivos, en Lima.



Tampoco me resistí a los Cuentos reunidos de Abraham Valdelomar, lo compré en una estación de bus en Piura, otra gran ciudad peruana, y se vino al norte andino, lejos de la urbe. Descansando en la hacienda familiar, San Ignacio, Perú.

El sobrino de mi mujer, Junior, me regaló este ejemplar de Enrique López Albújar, Cuentos Andinos.



Verdaderamente el Perú es una experiencia fascinante en cada visita, siempre parece la primera vez. Eso sí, hay situaciones que se mantienen invariables viaje tras viaje.

Por ejemplo. Volveré a escuchar la cantinela de “Señor Paco” en referencia a mi persona, algo que me descoloca un poco, pero ellos gastan esas formas de cortesía a la antigua usanza.

Pero ojo, otros tantos también me dirán lo de “gringo”.

Y esto tiene su gracia…  pues siempre me veo cual forajido de spaghetti western, como si el imponente y carismático Fernando Sancho, aquel mítico actor que de mexicano no tenía un pelo (era mañico, zaragozano), soltara su inquietante:


¿Cómo le va, gringo…?


Y uno no sabía bien si te estaba perdonando la vida con la mirada… o era una invitación entusiasta a echarte un trago en la cantina. Seguramente las dos cosas.


Fernando Sancho. Foto internet

Ya que similar escena me encontraré, paisanos y allegados del pueblo cafetero de Araceli, que no quieren desperdiciar la excepcional ocasión de echar un trago de cañazo con el gringo. Tal cual lo chasco, real como la vida misma.

El cañazo es alcohol puro de caña que destilan por esas serranías los recios hombres del campo… ya se sabe, un par de copitas para socializar, y que poseen el extraordinario don de fundir, además en un santiamén, culturas, personas y continentes enteros en un efusivo y tambaleante abrazo. 

Es tomar un vasito y los cerros circundantes parecen multiplicarse alegremente… con lo grandes que son. Sé de lo que hablo.

En cualquier caso yo no acabo nunca como el vehemente Fernando Sancho… siempre le metían un balazo, por que era el malo, orificios que seguramente acabarían en su gran panza… ¿a dónde iban a apuntar si no?

Yo finalizo bien la “película”, puede que con los ojos un tanto entornados, igual que los de un pistolero ante el desenlace inminente del duelo, con la mano bajando lentamente hacia el revolver… (nadie lo hacía mejor que Lee Van Cleef) aunque mi mirada medio cerrada no es para desafiar al retador. Simplemente que, trago va, trago viene, a uno le van pesando los párpados cosa fina.

Ahí es cuando observo esforzadamente a los paisanos que me rodean… y suspiro aliviado, esas miradas que se clavaban en mí, ahora solo muestran unos ojos… no semicerrados, cerrados herméticamente, pues mientras yo me tomaba dos vasitos… ellos iban ya por el sexto o así. Y cuando me voy alejando con cautela sigo oyendo la monserga:


¿Qué tal le va gringo…?

“Bueno compadritu dele no más otro tragito, pues”




Paseando entre el aroma del café, en una de las "chacras" (granjas) familiares. Cesara, Perú.




19 comentarios:

  1. A partir del lunes tal vez no me sea posible contestar a vuestros comentarios hasta la vuelta, llegaré a España después de Reyes. Fuera de Lima y las grandes ciudades peruanas la tecnología no las tiene todas consigo, a donde yo voy son lugares bastante remotos, enclaves en las serranías andinas, el asunto de internet es cosa complicada, pero mejor que así sea, lo prefiero.

    Es una larga estancia, podré leer en escenarios impresionantes, espero contároslo a la vuelta. Me acordaré de vosotros, por supuesto, la familia blogera ;)

    Que tengáis unas fiestas tranquilas y provechosas.

    Abrazos a tod@s ;)

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    1. Ay, qué envidia, gringo. Sólo conozco el Perú en novela, pero junto a Argentina es el que mejor conozco. Todo Vargas Llosa, caso todo Bryce Echenique (por nada del mundo me dejaba aquíaa Martín Romaña, Octavia de Cádiz, Julius...), un poquito de Ciro Alegría.
      En fin, que disfrutéis muchísimo y que tu mujer sea feliz en estas navidades familiares.
      Lo bueno de ir a un país de lengua española es que, si se te acaba la lectura, en cualquier librería encuentras qué leer.
      Un beso enorme y hasta la vuelta.

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    2. Jeje, pues sí, en el pueblo de Araceli y alrededores ya soy conocido como el señor Paco, o el gringo, según vaya la vaina. Sí Rosa, es cierto que Bryce Echenique tiene magníficos títulos donde elegir, pero al final tengo que dejar unos y llevarme otros, alguno estaba muy claro, por ejemplo Ribeyro, leer sus relatos en una azotea limeña, como las que yo conozco... caóticas, es algo especial, pues Ribeyro trata de eso mismo en algún relato, son ese tipo de circunstancias las que me deciden por unos u otros.

      Ciro Alegría tiene esa connotación indigenista en sus novelas (igual que Arguedas) y yo estaré en lugares en los que tal ambiente será palpable.

      Es curioso, tan buenos autores peruanos en un país, Perú, con uno de los índices de lectura más bajo del mundo... de lo poquito que leen se arriman más a la poesía, gusta mucho en la escasa comunidad lectora.

      Muchas gracias por tus buenos deseos, amiga Rosa.
      Otro beso enorme y hasta la vuelta, ya en 2019, qué cosas... ;)

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  2. Hola Paco
    Espero que lo pases tan bien como lo deseas.
    Me quedo, incluso me aferro, a Ribeyro, a Scorza (¡Garabombo qué maravilla!) y a Bryce Echenique,de lo que vas a llevar., pero si me tengo que quedar con alguno...con Scorza.
    Cuíde de usted y de su familia, y que el año que viene les sea lo más favorable que pueda serlo.
    un abrazo grande

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    1. Hola Wineruda, muchas gracias por tus buenos deseos. La verdad es que tengo muchas ganas de estar allí, el 2018 ha venido cargado con varias experiencias ingratas, así que me vendrá bien cambiar de aires. Veo que Echenique tiene tirón, sin duda es un excelente narrador, al final entre Rosa y tú me lo vais a poner difícil, jeje.

      Intuía tu querencia por Ribeyro, como cuentista es de lo mejor que hay en Latinoamérica, y eso es mucha tela. Scorza es otro maestro de las letras peruanas, ya me leí "Redoble por Rancas", así que continuaré por su senda.
      Nos cuidaremos, querido amigo, espero que tú hagas lo propio.
      Un abrazo grande ;)

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  3. ¡Hola gringo, ¿que tal?! Menudo viajase tan maravilloso que vas a hacer. Seguramente va a ser una pasada y encima con la family. Te deseo que lo pases genial, que leas mucho y que a la vuelta nos cuentes un poquito y nos describas esos escenarios magníficos en los que vas a tener ocasión de abrir un buen libro
    Besos

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  4. Jaja, me gusta lo de gringo, siempre me recuerda mis andanzas por tierras andinas. Sin duda un viaje a Perú siempre es una experiencia que rebasa todas tus expectativas, y mira que ya he estado veces, pero nunca lo parece, y eso lo hace fascinante. Y viajar con mi familia es lo mejor de todo :)

    Lo mismo que abrir un buen libro en aquellos parajes, es genial ;)

    A la vuelta me tendréis por aquí, crónica incluida. Muchas gracias, Marian.
    Besos y que tengas unas buenas fiestas!!

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  5. Pues Sr. Paco o gringo que te vaya muy bien por las tierras andinas. Seguro que serán unas fantásticas fiestas y un acumular de recuerdos que se llevan dentro a lo largo del año y para toda la vida.
    Sobre las lecturas, ahí amigo sí que el ebook es insuperable y no condiciona el peso que con las compañías aéreas acaba siendo un problema. Me has hecho recordar los veranos antes del ebook que llevaba conmigo un sobrepeso en forma de libros, era de lo más "pesado" jajaja y ahora hago lo mismo pero no pesa.
    Espero con ganas tus crónicas, que disfrutes de la familia, de esos paisajes espléndidos, de las fiestas, de las lecturas y de esos traguitos.
    Besos y hasta el próximo año que te depare lo mejor.

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    1. Hola, amiga Conxita.
      En eso mismo pensaba hace un rato, en como una experiencia así aporta recuerdos para toda una vida, es algo especial sin duda.
      Es verdad, el ebook es un artefacto ideal para la lectura en estas situaciones viajeras... pero no soy capaz, de monento, de deshacerme de los libros, me gusta llevarlos y los considero una especie de compañeros... y les hago fotos!! Bueno, supongo que alguna vez probaré el ebook, tampoco hay que cerrarse en banda, ;).
      Jeje, de los tragitos espero escaparme... no es lo mío.
      Muchas gracias amiga, que tengas unas fiestas bonitas con tus seres queridos.
      Besos y feliz año!!

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  6. Que tengan muy Felices Fiestas, un buen fin de año y un mejor comienzo, Paco!
    Disfruta de esas serranías y esas calles que tanta historia destilan. Y de esos libros que acarreas contigo. En esto suscribo a Conxita: debieras ir con un e-reader; mucho menos peso. Dejo a tu buen ojo y a tu cámara las nuevas fotos que seguramente nos regalarás al regreso, junto a tus reseñas de aquello que leas.
    Lo de 'gringo' es una deformación americana. Los extranjeros de habla inglesa que recorrieron el continente en el siglo XIX realizando crónicas de estos estados nuevos, solían decir 'green wood' (madera verde) a las sociedades locales y a sus gentes que le daban forma, en alusión a que todo estaba por hacerse. Por eso se le dice gringo a todo extranjero. Seguro que ya lo sabías, pero era buena la ocasión para explicarlo.
    Recibe un fuerte abrazo, chaval, y pásalo de maravillas.

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  7. Muchas gracias, Marcelo.
    Como le indico a Conxita, alguna vez tendré que ponerme con el ebook, de momento sigo con el libro tradicional, ya sabes que disfruto haciendo fotos de los libros, enmarcados en el paisaje.
    Pues sí, Lima tiene unas calles muy literarias, escritores como Llosa o Ribeyro las han trasladado con su buen hacer a los libros.
    Me ha gustado conocer el origen de gringo gracias a tu explicación, me doy cuenta de mi ignorancia en muchos aspectos, ese compartir conocimientos en los blogs es maravilloso ;)
    También te deseo lo mejor, querido amigo, nos vemos a la vuelta con el nuevo año!!
    Un fuerte abrazo.

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  8. Que disfrutes del viaje, de la estancia, de la navidad y sobre todo de la familia peruana. Gracias por acercarnos con tu entrada un poco de Perú; ha sido como un viaje relámpago para mí. Buena idea la de llevarte autores peruanos contigo para leer allí. Espero que a la vuelta nos cuentes qué tal tus lecturas y nos presentes las nuevas adquisiciones.
    Hasta 2019.
    Un abrazo

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    1. Gracias, Lorena. Intentaré transmitir parte de las sensaciones peruanas al blog, libros mediante. Te deseo unas gratas navidades con los tuyos.
      Un fuerte abrazo!!

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  9. Buen viaje, Paco. Toda una aventura itinerante que además vas a vivir en familia. Estoy deseando leer tu crónica, las impresiones de esas nuevas lecturas y las fotografías de paisajes por descubrir. El gen viajero estará dando saltos de alegría.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Gerardo, muchas gracias amigo. Espero tener buen ojo fotográfico, Perú es un filón y, a la vez, un reto. Ojalá esté a la altura ( a la física... estaré, jaja). Uyy, ese gen está loco por partir!!
      Te deseo felices fiestas con tu familia, nos encontramos a la vuelta!.
      Abrazo!

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  10. Es un placer leer tus crónicas. Seguro que tu estancia en Perú te va a deparar muchas experiencias y sensaciones que nos harás llegar cuando te vaya bien. Conozco algunos países latinoamericanos, pero Perú no se halla entre ellos. Otra cosa es el placer que me han deparado algunos de sus escritores. César Vallejo, Bryce Echenique y Vargas Llosa, entre ellos. Lástima que este último tenga tanta debilidad por la política y la prensa del corazón. Creo que ambas de han oscurecido su extraordinaria figura como escritor...


    Otra cosa bien distinta, en mi opinión, es la presencia de la política en sus obras. Ahí están los testimonios sobre la misma que aparecen en La ciudad y los perros, Conversación en la catedral, Historia de Mayta y La fiesta del Chivo...


    Un abrazo, Paco

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    1. El placer es mío, amigo Luis Antonio, tener a gente de tan buen talante por aquí es curativo, y además amante de los buenos libros. Comparto tu parecer sobre Vargas Llosa, no obstante seguiré leyéndole, sin duda, es un extraordinario escritor. Veo que no andas mal de literatura peruana, tengo un fuerte vínculo con el país y sus letras.

      Un fuerte abrazo.

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  11. Hola Paco
    Para cuando vuelvas. Leí a Alarcón busqué algo sobre él y este artículo me gustó sobremanera

    https://www.revistasudor.com/inicio/las-ultimas/el-regreso-a-un-mundial-desde-los-ojos-de-un-exiliado-daniel-alarcon-new-yorker-seleccion-peruana-clasificacion/
    Espero lo hayas pasado bien.

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    1. Muchas gracias, Wineruda, tienes habilidad para encontrar estas joyas, sin duda.
      Me ha parecido una crónica emocionante, magnífica, escrita con una mezcla perfecta de sentimiento y talento... el chico escribe del carajo, que diría un peruano.

      Me lo guardo, también tengo una conexión especial con Perú, como ya sabes. Adoro su literatura... y le doy la razón al autor del artículo, "los peruanos tienen fama de escribir muy bien". No puedo estar más de acuerdo.
      Cuídate querido amigo

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