Dos
damas muy serias. Jane Bowles (Nueva York, 1917 – Málaga, 1973)
Libro.
Editorial Anagrama (cuarta edicción 1997). Traducción de Lali Gubern. Prólogo
de Truman Capote. 222 páginas.
Caminando por Madrid
La
precocidad de Jane Bowles me deja desconcertado, gratamente asombrado. Veintiséis
años tenía cuando escribió esta novela, yo iba confrontando ese hecho, su edad, a
medida que avanzaba en la lectura, pues me encontraba con muchos párrafos cuya
sabiduría y profundidad psicológica parecían desmentir la autoría de una
persona tan joven, en definitiva con una experiencia vital muy corta y, sin
embargo, poseedora de un gran conocimiento sobre la conducta humana. Me encanta
este párrafo como ejemplo:
“La
señora Copperfield había escrito en su diario:
«Los
turistas, por lo general, son seres tan convencidos de la importancia e
inmutabilidad de su forma de vivir, que son capaces de desplazarse a los
lugares más fantásticos, sin experimentar nada más que una reacción visual. Los
turistas más encallecidos suelen confundir un lugar con otro.»"
O
este otro , conversación que Christina Goering mantiene con un joven
contrariado por la eterna disparidad entre la clase sufridora y la burguesa:
“A ti
te interesa ganar un combate justo e inteligente- dijo la señorita Goering-.
Pero a mí me interesa mucho más saber que hace difícil este combate.
Ellos
tienen el poder en sus manos, tienen la prensa y los medios de producción.
(Respuesta de él)
La
señorita Goering colocó una mano sobre la boca del muchacho. Este dio un
respingo. (…)
Bien,
bien –masculló Dick-, ¿qué debo hacer entonces?
-Recuerda
simplemente que una revolución ganada es un adulto que debe matar a su infancia
de una vez por todas.
Lo
recordaré -prometió Dick-, contemplando a la señorita Goering con cierto aire
agresivo.”
Eso
de ahí arriba lo escribe Jane con veintiséis años… descomunal.
No me
resisto a resaltar esto: Una revolución ganada es un adulto que debe matar
a su infancia de una vez por todas. Joder…
es que no me sale otra cosa.
Además
tenía una personalidad arrolladora, cuantos la conocieron no ocultaron su
fascinación por ella. Y que nadie se asuste, no vamos a encontrar una narración
atrincherada en cansinos preámbulos metafísicos, la prosa de Jane es espontánea
y natural, como lo son sus protagonistas.
Pero al lector no se le escapa que está ante una escritura brillante, de una rara
genialidad, fruto sin duda de esta infrecuente combinación; una mente de gran
inteligencia emocional en una persona tan joven.
El
hecho de que su matrimonio con el famosísimo Paul Bowles fuese una tapadera,
para disimular algo la homosexualidad de ambos, supuso a la larga una situación
más perjudicial para ella que para él.
Jane
tenía un carácter mucho más impulsivo que el tímido y retraído Paul. Ella nunca
toleró bien vivir reprimiendo su naturaleza. Él no tenía problemas para
permanecer aislado en su mundo, recluido en el viciado espacio de su
habitación, en donde escribía. Ella necesitaba sentir el vértigo de la vida,
las emociones a flor de piel, lanzarse a tumba abierta (como reza en la
contraportada).
La
frustración y angustia por no poder desarrollar libremente sus anhelos la sumía
en conductas autodestructivas, incluso fue diagnosticada de psicosis
maníaco-depresiva. Había etapas en las que se entregaba a relaciones sexuales
intensas y pasajeras. Paul seguía a lo suyo, con su discreción proverbial,
encerrado en el cuarto con su escritura.
Esta
historia, protagonizada por dos mujeres, es el reflejo de todos los dilemas
existenciales de Jane Bowles, ya a la temprana edad de veintiséis años. Contraportada
del libro:
“Esta
novela relata el paradójico itinerario de dos mujeres muy diferentes en busca
de su independencia, de su autenticidad. Christina Goering, de familia
distingida, rica, solterona y con tendencias místicas, busca su salvación
luchando contra la naturaleza, es decir, forzándose a aventuras con
desconocidos. Paralelamente a este destino ejemplar, Frida Copperfield,
dispuesta a lograr su felicidad terrenal a cualquier precio, abandona a su
marido y su existencia convencional en el curso de un viaje por Centroamérica y
se pone a vivir con una joven prostituta panameña.
Este
doble itinerario «a tumba abierta», flanqueado por los abismos de la soledad y
la autodestrucción, está tratado, sin embargo, con un ingenio puntiagudo, un
traicionero sentido del humor, una comicidad grangüiñolesca. Los personajes
son gloriosamente impredecibles, excéntricos, alejados de toda lógica de
normalidad social.”
Esas
palabras resaltadas en negrita, son el artífice para que esta historia nos resulte
tan cautivadora, es decir, nos revelan toda la complejidad que encierran estas
mujeres, sin que ello signifique prescindir de cierta ingenuidad a la hora de
actuar y tomar decisiones.
Esa
maravillosa contradicción (nuestras propias contradicciones como personas), es
una genialidad en la mente de una escritora tan joven, impresionante Jane
Bowles.
Y nos
hace reflexionar sobre nuestras propias experiencias, no sé si en el sentido de
lo que pudo haber sido y no fue, no suelo fustigarme mentalmente con tales
disyuntivas, pero, ¿quién no lo ha pensado?
Las
contradicciones, y puntuales dosis de irracionalidad, mueven nuestros pasos por
la vida con una importancia mayor de la que creemos. No existe nadie
estrictamente juicioso las 24 horas del día, siete días a la semana, eso no
sería la perfección, más bien una aberración.
Volviendo
a Jane Bowles, que es lo mismo que ir al libro, suena una música que ya nos
resulta familiar, una situación reiterada con otras parejas célebres, donde se
ha minimizado la valía de la mujer respecto a la de su compañero (no pondré
ejemplos, todos sabemos unos cuantos). Son varios los estudiosos y críticos que
consideran la escueta obra literaria de Jane superior en calidad a la de Paul
Bowles, que ya es decir…
El
editor Jorge Herralde (fundador y propietario de Anagrama), no tiene reparos en
afirmar: «Desde luego, entre Paul y Jane, el verdadero genio era Jane»
O su
amigo del alma, Truman Capote: «Jane Bowles, esta leyenda moderna… una de las
más originales y puras estilistas»
De
similar opinión era Allan Sillitoe: «Un hito en la literatura americana del
siglo XX»
Y
otro buen amigo, Tennessee Williams: «Mi libro favorito. Para mí no hay otra
novela moderna susceptible de convertirse en un clásico»
Hombre,
no seré yo quien afirme que esta novela es mi favorita, pero tales opiniones
reflejan el impacto que producía el virtuosismo de sus letras considerando la
precocidad literaria de Jane.
Voy
acabando, al hilo de nuestra naturaleza caótica, de este libro en definitiva,
recupero de nuevo la radio, sí, escuchado en la radio hace muy poco. Es pertinente con todo lo expuesto.
La locutora
pregunta al invitado (un licenciado en filosofía y letras, además de filología
semítica… que ha escrito un libro sobre finanzas. Eso debe de ser la madre de
todas las contradicciones), decíamos que le pregunta a esta persona porque ha
elegido un tema de Luz Casal para acompañar la entrevista.
Yo,
esperando más o menos la respuesta convencional… pues una mujer con una
personalidad muy atractiva, luchadora (lo que es verdad), etc, responde:
«La
forma imperfecta que tiene de pronunciar algunas vocales, creo yo, cuando
alarga alguna “u”, convierte su voz en un lamento bellísimo. Es eso, la
imperfección de su voz me provoca en el alma la sensación de una belleza
perfecta»
Así
es Jane, vamos a cuestas por la vida con nuestras contradicciones,
desesperantes o maravillosas. Profundamente humanas.
Maravillosas las palabras que le dedica a Luz Casal. Son nuestras imperfecciones las que nos hacen únicos. Sin duda ella también debió de ser una mujer y una escritora única. Intentaré leer algo suyo.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, un tipo interesante el entrevistado. La producción de Jane Bowles es exigua, eso me lleva a pensar que puso mucha dedicación en su escritura, a la vista del brillante resultado. Muy recomendable, Lorena.
EliminarUn abrazo.
ResponderEliminarHola Paco
No te enfades conmigo, debo confesarte una cosa y es que no tengo mucho aprecio a los escritores británicos (en general) (quitando a alguno como mi querido Berger) pero en general están muy sobre estimados (por ellos mismos ,)), como todo lo inglés hace grupo -importa y expande su snobismo-, y de sus clasismo natural (que sobreabunda en sus novelas) lo llevan a la literatura, y sus libros y sus autores son los mejor de los mejor... Pero , oye, te puedo hacer una lista que... solo dejan de ser insoportables porque no he pasado de la página en la que el tonto del albañil se le ocurría entrar en la casa por la puerta principal...;) Y Evelyn Waugh, o Ford Madox Ford, o a la buena de Agatha no se le saltaban los ojos porque alguien podía vivir sin palafrenero y sirvienta irlandesa,
un abrazo
cuídate de tipos raros que no aprecian a los autores ingleses . Porque siempre me ha sorprendido alguna cosa de ciertos autores, ¿ son ellos sus personajes de los libros, o los libros son los creadores de sus personajes?
en general,-;)
Jaja Wineruda, ¿pero cómo me voy a enfadar contigo? Sabes que te aprecio :)
EliminarAunque tengo que corregirte, Jane Bowles es norteamericana, neoyorquina para más señas, y provenía de una familia judía de origen alemán y húngaro. Para colmo llevó una vida muy nómada, viviendo en Centroamérica, Ceilán, Tánger y España.
Ya ves... de inglesa solo tenía el nombre. En cierta manera ya era una hippie antes de que se supiera que era eso. Y su escritura, su estilo, suele considerarse precursor de la Generación Beat, un estilo transgresor, libertino... algo la deben Ginsberg, Kerouac, Borroughs y compañía.
Así que el clasismo británico brilla por su ausencia, ella ya empezó a ser una hippie de la Costa Este norteamérica, cuando nadie sabía que era una hippie. Por eso es todo lo contrario a lo que has creído ver, ha sido considerada una escritora maldita, por su comportamiento autodestructivo y una calidad literaria extraordinaria que no se ha valorado justamente.
Jeje, tu última pregunta daría para una entrada completa :) Interesante...
Bueno, amigo Wineruda... creo que ni aun así te he convencido para leerlo, jaja :)
Cuídate!
He metido la pata. Son norteamericanos sí. Los he incluido hace muchos años en mi lista de escritores/personajes como Stein o Miller(que sí son norteamericanos) pero a loa Bowles loa britanifiqué jaj desde siempre. Bueno siempre es bueno aprender que hay que verificar las cosas antes de poner a parir a alguien jaja. Cierto es que se podría incluir a escritores norteamericanos en ese limite entre el clasismo y snobismo. Quizá la palabra sea elitismo en los escritores de EEUU porque la mayoria de ellos de esa epoca nonse mueve de un círculo casi endogámico. Lo qie no siguiente significa que sea malo ( Dorothy Parker es la prueba) pero hay escasos libros de preocupación social o política ( al menos conociddos) quitando maravillas como elogiemos ahora a hombres famosos de Agee o intentos de crítica al racismo (hablo de las primeras décadas del XX) o libros casi para raros( raross porque ya a nadie les interesa) como Lilian Hellmann que sí es una escritora que siempre he admirado en su trayectoria vital( igual que Dorothy Parker jaja pero a su manera o la misma Djuna Barnes que no tenía ambages o) Bueno me callo que ya he hecho el tonto hoy
ResponderEliminarCuídate de indocumentados como yo
Un abrazo
Lo he escrito desde el móvil así que las torpezas escritoras achácalas a ello por favor jahaj
Con mis disculpas por mi torpeza, por si puede compensar
Eliminarhttp://www.todocoleccion.net/libros/sendas-oku-matsuo-basho-traduccion-octavio-paz-eikichi-hayashiya~x54159993
cuídate de los torpes
Hola Wineruda.
EliminarNo tienes que pedir disculpas de nada, también yo me dejo llevar por mis arrebatos literarios, nada del otro mundo :)
Así es, hay una clase elitista de escritores, sobre todo en la Costa Este de los EUA, Louis Auchincloss, escritor que anda por mis estantes es, tal vez, uno de los mejores cronistas de los ricos neoyorquinos por su profundo conocimiento del tema, él mismo pertenecía a una importante familia de Nueva York. Menos mal que también tengo a la contrapartida, El olvidado James Purdy, un escritor de culto (aunque desconocido) en Europa y despreciado en las cosmopolitas NY y Chicago... despreciaba profundamente el status quo de aquellas urbes, y sus personajes eran de las zonas rurales llegados a la gran ciudad, floreciendo en su excelente estilo toda la hipocresía y falsedad de tales ciudades... Lo odiaban por ahí.
Lilian Hellmann, magnífica, a mano tengo su célebre Pentimento y otra obra más desconocida, pero es mi preferida, "La mujer inacabada" libro autobiográfico de su relación con D. Hammett, su estancia, como reportera, en la España de la Guerra Civil... curioso el encuentro que tuvo con Hemingway en un hotel madrileño, no le tenía mucha simpatía. Dorothy Parker, he picoteado algunos relatos, pues la tengo en un par de antologías del relato anglosajón (escritoras).
Gracias, gracias por el detalle :)
Un abrazo!!
Hola
EliminarDe Purdy leí e"el sobrino" y "malcolm" en una edición de sudamericana que había que cortar las páginas para leerlas jajaj, me resultó como mínimo particular...(lo conoce tan poca gente que aun están en la misma librería que los compré hace muchos años y al mismo ridículo precio....
De mi muy admirada Dorothy parker tienes suss narraciones completas a precio muy "agradable"
un abrazo
cuídate
Bowles entre las flores amarillas...me encanta. No leí nada de ella, pero si la conocía de "vista", si se puede decir así...
ResponderEliminarDesde luego, después de leer tu reseña, tengo que buscar un hueco para encontrarme con la escritora y sus dos damas muy serias (¿será que no lo son tanto?).
En cuanto a la vida personal de la escritora, me llama la atención que su matrimonio fuera una "tapadera", muy a lo Virginia Woolf, que de algún modo, también lo fue...aunque hubiera una mezcla de sentimientos y emociones de por medio,...Supongo que en cierto momento del mundo era una forma de vivir...
Gracias por tus paseos con los libros,...de algún modo, luego traslado a los personajes del libro a esos caminos y flores ;)
Me gusta eso de que traslades a los personajes por todos esos caminos :))
EliminarLos matrimonios por conveniencia en el séptimo arte y la literatura fueron numerosos, a nada que investigues descubres episodios fascinantes. Es un libro muy recomendable, el estilo de Jane Bowles es muy atractivo, una mezcla de ingenuidad y profundidad psicológica que te deja descolocado.
Gracias a ti, María. Abrazo!
¡¡Aleluya!! Por fin un libro que conozco... ¡y que hasta he leído! :D Si bien es verdad que hace tanto tiempo que lo tengo ahora en la lista de relecturas pendientes porque es de los que quiero comentar. De hecho, a pesar del tiempo desde que lo leí recuerdo algún fragmento, escenas, sensaciones... Y también el tema de las contradicciones, uno de esos que me acompaña desde hace tiempo.
ResponderEliminarAmo la gente imperfecta. Las personas que se me has presentado como perfectas han llegado a ser las más dañinas con las que me he cruzado en mi vida.
Un fuerte abrazo, Paco.
Es cierto que no es un libro que sea una obra maestra, pero sí uno de esos que marcó mi vida como lectora y, puede ser, también como persona.
Jaja :) pues habrá más coincidencias, segurísimo, ya intuía que este título sería un viejo conocido para ti, Ana, y creo que es uno de esos libros a los que les sienta muy bien (en realidad es al lector) una relectura.
EliminarMe parece que la vida sería un despropósito si la convirtiéramos en una especie de camino hacia la perfección... y, además, ¿qué es eso?
Un fuerte abrazo, Ana.
La respuesta de ese invitado en la radio me parece perfecta aunque estemos alabando la imperfección. Pero podemos caer en esa contradicción porque es uno de los temas de los que trata tu reseña sobre esta novela que no he leído. Como no puede ser de otra manera me atrae leer esta novela de Jane Bowles, tantas alabanzas no puedo ignorarlas. Me gustaría saber más sobre cómo fue su relación con Paul Bowles.
ResponderEliminarEl paseo que le has dado a tu libro por tantos escenarios diferentes es una maravilla.
Un fuerte abrazo.
Así es, Laura, la imperfección nos salva de una suerte de tiranía.
ResponderEliminarHay suculenta información sobre la relación de Jane y Paul Bowles, por lo que he visto en la red.
Me ha impresionado su capacidad para revelar matices de la psicología humana, una persona tan joven... No sé que decir. Eso mismo es su lectura, una mezcla entre sabiduría e ingenuidad (la de sus personajes), hay un "no sé qué" profundamente atractivo en su estilo.
Gracias por tus palabras.
Un fuerte abrazo :)
No tenía ni idea de autora y libro, ni que Paul Bowles se había casado...
ResponderEliminarPor lo que dices, el libro parece interesante; sobre todo, debido a las reflexiones que rescatas de él, viniendo de una persona tan joven. Será cuestión de hojear y ver.
Respecto de la contradicción, creo que es el hecho que nos identifica como seres humanos. Y la imperfección es el mejor recurso del que disponemos para evitar creernos dioses.
Recibe un fuerte abrazo, campeón!