P. Castillo

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viernes, 20 de mayo de 2016

Ehrengard. Isak Dinesen (Rungsted, Dinamarca, 1885 – ibídem, 1962)

Libro. Editorial Bruguera - Colección Libro Amigo, 1984. Edición, traducción y prólogo y de Javier Marías. 118 páginas.









Un cuento de Karen Blixen hay que ambientarlo como se merece, no en vano, cuando escuchábamos hace muchos años Érase una vez… Todo lo demás dejaba de existir, excepto la magia de ese momento.

No es fácil estar a la altura de la ocasión, pero creo haber hallado el justo equilibrio… ¿Un lugar donde “Todo lo demás deja de existir, excepto la magia de ese momento” ? Las islas Feroe, a las que canta una voz excepcional, bellísima, solo podía ser otra feroesa, Eivør Pálsdóttir y su deslumbrante Mín Móðir, significa “Mi Madre” en honor a su hogar, Las Feroe, canta en feroés, por supuesto.

Sé que esto os va a gustar…




Hyggelig, esta palabra danesa no está en el relato, ni en el libro, pero tal vez sea pertinente traerla a colación, de hecho lo es.

No tiene traducción al español, es una expresión que manifiesta un sentimiento acogedor, cálido, cordial, en definitiva algo agradable. Es la expresión danesa más famosa, junto al célebre skål (¡salud!), en los brindis y reuniones amistosas, palabra que los daneses comparten con sus vecinos suecos y noruegos,  seguramente fue el vocablo que más pronuncié cuando estuve por aquellos países, no procede entrar en detalles…

Karen Blixen (que firmaba sus obras con el seudónimo “Isak Dinesen”), escritora mundialmente conocida, también era danesa, y el sentimiento que me embarga al leerla es, precisamente, Hyggelig

Así, sin traducción, porque es placentero revivir aquel entusiasmo infantil, o juvenil, que te provocaba la lectura de un libro, lejos de las complejas disquisiciones que nos asaltan con las lecturas en una edad ya madura.

Mi intención está lejos de ser minucioso señalando aspectos de esta narración, por dos razones; la primera es que son las 16:42 de la tarde, y no quiero demorarme en exceso para aprovechar esta tarde bonancible de domingo (no coincidirá con el día de publicación, seguro) y pasear por el campo. Me iré al Monte del Pilar, un frondoso paraje forestal, lugar tranquilo y bastante grande con su arrollo y, lo mejor, a 15 minutillos andando desde mi casa, aunque busco unos momentos para estar solo, la compañía de un petirrojo me alegra el paseo...





En segundo lugar, me sentiría algo "descolocado" aplicando un análisis exhaustivo a un cuento, me parece igual de absurdo que explicar a un niño masai el mecanismo que hace funcionar un reloj de cuco, a él solo le basta con contemplar ese momento inexplicable… unos párrafos más adelante sabréis el porqué de este ejemplo.

Tenemos una narradora omnisciente, con visos de distinguida y anciana dama, por lo que ella misma revela. El cuento es casi un relato corto por extensión, unas cien páginas, descontadas algo menos de veinte que pertenecen al interesante prólogo de Javier Marías.

En todo caso os adelanto unas palabras de Javier Marías, en la profusa introducción que ha dedicado para esta edición, admirador de la autora y, cómo no, de este mismo cuento:


“Ehrengard, cuento póstumo de la baronesa Karen Blixen, más conocida universalmente por su seudónimo Isak Dinesen, es el epítome de su obra de narradora, su cuento más acabado y también el más descarado, el más desconcertante, el más engañoso en cierto sentido. Cuando lo escribió es obvio que había llegado al último arabesco, al postrer estadio de la escritura de cuentos; aquel que resulta imperceptible la frontera entre la literalidad y la ironía. (…)”

Javier Marías, continúa más adelante, nos esclarece la senda para entender lo que es un cuento de Karen Blixen, en realidad expone los propios argumentos de la autora:

“Escribe como habría que escribir para los miembros de las tribus somalí y masai que le pedían de vez en cuando que «hablara como la lluvia», es decir, haciendo rimas, que ellos desconocían:”

(K. Blixen):

« Pero antes –de redactar los dos primeros de sus famosos Seven Gothic Tales- aprendí a contar cuentos… tenía el auditorio perfecto. Los blancos ya no son capaces de escuchar un cuento recitado. Se remueven o se adormecen. Pero los nativos todavía tienen oído. Yo les contaba cuentos continuamente, de todo tipo. Y todo tipo de disparates. Yo decía: “Había una vez un hombre que tenía dos cabezas”… y al instante estaban deseosos de saber más.  “¿Oh? Sí, pero, Mem-Sahib, ¿cómo se las arreglaba para darle de comer?” o lo que fuese. Les encantaba semejante invención.» (p. 8)


Así la situación, como he señalado, Ehrengard es un relato que no voy a pasar por el tamiz de sesudas conjeturas, ni buscarle un doble sentido, que lo tendrá como todo cuento, al modo en que haríamos con uno de Cortázar, pues un niño no lo haría, y me consta que la Karen Blixen de Ehrengard quiere que leas su cuento  con la misma actitud entusiasta de aquellos nativos kikuyu, cuando la escritora les contaba algún relato, y ellos la contemplaban con esa expresión fascinada que se adivina en unos ojos muy despiertos, los mismos de aquellos niños que entraban en su hacienda africana, justo a tiempo para… observar al cuco salir del reloj cantando las horas exactas.

¿Quisiera un niño entender el mecanismo de ese momento mágico? 

O tal vez la pregunta sería; ¿Necesitaría uno de esos niños entenderlo? No lo creo, la verdad.









En lo que respecta al relato dije que no indicaría gran cosa. Eso sí, leer cualquier obra de K. Blixen es un deleite por el mero hecho de la lectura, su prosa es soberbia.


Hay un atractivo príncipe, Lothar, y su bella esposa, la princesa Ludmilla, jóvenes ambos, que giran alrededor de la figura de su mentor, el aclamado pintor Herr Cazotte, artista de prestigio en los ambientes europeos (el arte, gran pasión de la escritora), éste ha sido escogido por la Gran Duquesa (madre del principe Lottar) para que su vástago despierte al mundo, fuera de las murallas del castillo familiar. 




Castillo de los Condes. Villa medieval de Chinchón.


Una pequeña comitiva les acompañará a una idílica villa palaciega, perdida en algún valle. El objetivo de todo esto es concebir al futuro heredero para asegurar la pervivencia de la dinastía principesca, sin embargo esto solo es un marco, seductor sin duda, para contar otros asuntos…



Chinchón














Ah, se me olvidaba, también tenemos a la dama de honor de Ludmilla, una tal Ehrengard…

Me estoy imaginando la cara expectante de esa audiencia cuando un relato, pongamos Ehrengard, comienza así:

“Una vieja dama contó esta historia:
Hace ciento veinte años –empezó-, mi historia se contó sola, empleando en ello más tiempo del que ni vosotros ni yo podemos concederle, y con multitud de detalles y pormenores que nosotros no podemos abrigar la esperanza de conocer jamás…”


Entonces, en este cuento en donde casi nada, como en la mayoría de ellos, es lo que parece, ¿qué hay detrás? Pues eso, un cuento…





Eivør no quería despedirse sin dedicaros un último tema, se la ve cómoda en petit comité.  ¿ Y qué mejor entorno que su tierra?



19 comentarios:

  1. Leí "Los siete cuentos góticos" hace unos años y siempre que veo el libro en la estantería pienso que debo volver a leerlo. No me acuerdo de las historias sino de lo mucho que disfruté de su lectura, mucho más que del afamado "Out of Africa". Preciosa música y fotos.
    un abrazo

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    1. Hola Agnieszka.

      Tengo pendiente la lectura de "Los siete cuentos góticos", de hecho estaba antes que este libro reseñado, pero se cruzó de repente y lo leí en primer lugar. Hace ya tiempo leí "Memorias de África" (Out of Africa), y me cautivó, los comienzos de K. Blixen en sus libros siempre los encuentro arrebatadores, un poco al estilo de García Márquez, salvando las distancias.
      La música es espectacular, ¿verdad? Y las fotos... bueno hago lo que puedo, jeje.
      Un abrazo.

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  2. He cometido algún fallo y he borrado el comentario de Wineruda sin querer, por suerte lo había copiado, así que lo pego tal cual. Mil perdones amigo Wineruda, será cosa de los lunes... jiji.

    Wineruda

    Lo escribí rápido y sin revisar y me ha puesto nervioso un "sino" ahí jajja así que
    repito... lo siento..

    Debe ser la primavera, estoy como tú en plena época de cuentos: cuentos completos, cuentos retorcidos, cuentos castellanos, cuentos sabios, cuentos para no dormir y para soñar...Hay cuentos para todos y todas, como los puestos de feria que, como todo el mundo sabe, han nacido para los niños y nos acercamos de mayores para rememorar aquellos tiempos de palillo y carabina con el punto de mira torcido. Del mismo modo los cuentos que leemos de mayores no solo son, como dices, otra manera de acercarnos a cuando eramos niños, si no tienen, a diferencia de los puestos de feria, el punto de vista ya arreglado -en eso ya no somos niños- para ver el mundo directamente, para enfocar pedazos de vida al alcance no ya de un balín que rompe, sino de una palabra que construye. En eso sí que seguimos siendo niños, y el que no lo sea que deje de leer o aprenda a serlo, y lo somos en sorprendernos y emocionarnos con una idea bonita, con una frase espléndida, o una imagen que solo puede construirse desde los cimientos de las palabras. Como las de este cuento de Karen Blixen, que como se ve en tus fotos, ha brotado en primavera.
    Un abrazo, cuídate, y cuida de esos libros y de esos paisajes

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    1. Hola Wineruda.
      Aplaudo que estés enfrascado en la lectura de cuentos, género injustamente infravalorado por aquí, al contrario de lo que sucede en Latinoamérica, o Escandinavia, en donde existen, o han existido, excelentes cuentistas y exigentes lectores de los mismos.
      Estaré, por tanto, pendiente de tu blog, en realidad como siempre, para ver con que me sorprendes. Me apunto con entusiasmo tu proclama, "el que ya no se sienta niño, que deje de leer o aprenda a serlo" magnífico, nada que añadir.

      La primavera... aunque no es mi estación favorita (prefiero el otoño) tiene cosas que me agradan, y en esas fotos del campo es como si los libros brotasen a la vida igual que lo hacen las flores y los insectos.

      Cuídate amigo.

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  3. Tienes toda la razón, de hecho todas las lecturas nos cautivan mientras las leemos, luego entra la racionalización y el tratar de explicar los porqués o los cómo o los dónde... Pero la magia de la lectura es esa, entras en una historia y si te resulta creíble aunque hable de princesas o de ciudades encantadas o de hombres de dos cabezas, ya no hay vuelta atrás e iremos avanzando con cuidado (o deprisa), con deleite y pasión o con terror, según la historia, hasta el final.

    De la autora leí hace mucho los cuentos agrupados bajo el título de Anécdotas del Destino. Igual debería releerlos...

    La música es maravillosa, me la llevo para volverla a oír y las fotos fantásticas, has logrado ambientar muy bien tu estupenda reseña.

    Un fuerte abrazo!!

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  4. Hola Laura.

    El cuento, los grandes cuentos que uno ha leído de niño, son los más perdurables en la memoria de cualquier lector, así que en la mayoría de los casos la semilla que deviene en gran pasión por la lectura empezó con un cuento, que nos cautivó por todo lo que nos sugería, algo muy conectado con las emociones, la pasión, el deleite.

    El juicio analítico y racional de nuestras lecturas es un gran valor que ésta nos ofrece... Pero tanto, o más, necesitamos que la lectura apele a nuestras emociones, a nuestra capacidad de soñar, o de imaginar sugerentes utopías :) El "humilde" cuento siempre nos salva de perdernos en las complejidades de la vida y no salir de ellas, nos lleva de la mano a lo esencial, a mirar con los ojos de un niño.

    La música es maravillosas, desde luego, ¿Te imaginas esa música y entorno para recrear un cuento? La verdad es que disfruto mucho uniendo literatura y fotografía.

    Releer a Isak Dinesen siempre te recompensa, su exquisita prosa es argumento más que suficiente.

    Gracias Laura por tus palabras.

    Un fuerte abrazo para ti!!

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  5. Paco,
    Qué bonito ese "hablar como la lluvia", me ha encantado igual que imaginar ese contar cuentos con la atención plena, como se hace cuando algo te fascina y no quieres perderte nada y cuando un libro te atrapa así, es fantástico, vives en la historia.
    En un cuento nada es como parece o sí, depende de la mirada y de la vida de aquellos que los leemos.
    Me ha gustado leerte escuchando la música que nos sugieres.
    Feliz fin de semana

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    1. Hola Conxita.
      A mí también me encanta esa expresión "hablar como la lluvia", y en verdad la naturaleza tiene su propio lenguaje, "su latido". K. Blixen estaba en lo cierto cuando anunciaba el escaso entusiasmo que tenían los Occidentales por escuchar cuentos, narraciones orales... tan fascinados que, ya por aquel entonces, estaban con los "atractivos" del progreso. De alguna manera, leer un cuento es un "desplante" ante esa modernidad de nuestros tiempos que parece exigirnos toda nuestra atención... craso error ceder siempre a sus tentaciones.
      Cuídate.

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  6. Hola Paco: me gustó mucho tu entrada, tus fotos, tu música. “Out of Africa” es uno de mis libros preferidos. Lo he leído y releído. Me parece tan literario y a la vez sincero, tan veraz… No es que la literatura deba ser “veraz”, pero vi la peli -la actuación de Meryl me había conmovido- y el libro me pareció su continuación, que ella seguía sentada -aunque ya en la fría Dinamarca- hablando con esa voz serena, “de lluvia” como tú dices. Tanto que fui a buscar otros libros suyos, y sólo encontré uno de ensayos -aún lo tengo-, y esos Siete cuentos góticos. Pero allí… fallé. Los hojeé en la librería, y me parecieron demasiado “cuentos”, no tan “relatos”. Los entendí como algo muy localista, muy arraigado a la tradición nórdica -princesas, castillos, caballeros-. No supe si los había escrito para un público adulto. Y finalmente no los compré.
    Así que me alegro -mucho- que tú los rescates. Muchas gracias.

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  7. Y coincido contigo que hay que reflotar el gusto por leer cuentos. Hay que buscar los momentos, los estados de ánimo para volver a esa lectura, que fue seminal en nuestras vidas lectoras. Sin pretender obtener de ellos grandes elucubraciones, tan sólo dejándonos llevar por el flujo de su narrativa, por su simple intención de contar.
    Si uno pudiera volver a ese tiempo ingenuo donde esos cuentos tan sencillos disparaban nuestra imaginación (¡nuestras vidas!) a otros mundos, ese tiempo donde nuestra credulidad estaba intacta y la inocencia era la atmósfera que nos contenía…
    Sí, tu propuesta -ayudada por tus fotos y tu música- es una invitación muy oportuna. Y hasta necesaria. Gracias por recordárnoslo, Paco. Un abrazo.

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    1. Hola Josebla.
      "Out of Africa" (Memorias de África), es una gran historia, muy bien contada por que lo hace una maestra de la narración, como es K. Blixen, y su prosa logra llevarte en volandas a tales escenarios. La película es notable también, con una fotografía, actuaciones y música memorables. Te confesaré que no tengo reparos en leer algún cuento infantil (no lo es este relato que os presento), simplemente por disfrute de la prosa y también por el poder evocador de los cuentos. No te dejes condicionar por la etiqueta "adultos" o "infantil"... Si estás solo, ¿quién lo sabrá? :)
      Un abrazo.

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    2. Hola Paco. He vuelto a pasar por tu blog, y he escuchado de nuevo esa hermosa canción.

      Pero sobre todo porque hace unos días me descubrí abriendo "Sandokán", de Salgari, el libro que yo reconozco como el que me inició en la pasión de leer. Hoy lo releeo y le encuentro cien fallas formales, pero eso no alcanza para borrar el recuedo de la trepidación que me causaban sus hazañas piratas, su coraje honorable, su amor imposible por la hija del enemigo inglés.

      Y en un instante, de esos que cruzan como un relámpago, recordé lo que tú habías escrito en tu comentario "No te dejes condicionar...si estás solo, ¿quién lo sabrá?" ¿Quién dictamina que algo sea para una edad o la otra? ¿Quién dictamina qué nos produce alegría? ¿Quién maneja los tesoros de nuestra memoria? Me sonreí mientras lo leía, como si estuviera cometiendo una pillería.

      Así que hoy sábado, con más tiempo, me prometí volver y ponerte estas letras. Para agradecerte, en cierto modo. Algunos blogs dan la impresión de haber sido escritos desde lo genuino; sin exhibicionismos, sin alardes de erudición -aunque la tengan-, sin otra intención que compartir el gozo de leer. El tuyo me da esa buena espina, y tal vez por eso mi memoria registró tus palabras.
      Un abrazo.

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    3. Hola Josebla.
      Gracias por tus palabras, amigo. Me encanta "Sandokan" de Salgari, yo tengo una vieja edición con preciosas ilustraciones... y el comienzo de la narración es sencillamente espectacular, esas viejas historias que comienzan, ya con las primeras líneas, de manera tan fascinante.
      Cuídate.

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  8. Lo único de Dinesen/Blixen disponible por aquí es 'Out of Africa'. Yendo a la música, gracias por semejante regalo; ni idea de la existencia de la cantante ni del idioma. Y por las fotos!
    Y respecto al cuento que nos traes, pues... que es bueno redescubrir en un texto aquel encanto primitivo de cuando éramos chicos, sin importar su sustancia. Algo así como la magdalena de Proust.
    Un fuerte abrazo, Paco!

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    1. Hola Marcelo.
      Pues a mí me encantó Out of Africa", como digo es una narración escrita con un nivel de excelencia notable, simplemente leer los pasajes ya te sitúa en aquellos deslumbrantes atardeceres africanos, tiene fragmentos bellísimos. Qué acertada comparación, Marcelo, la magdalena de Proust, digna de un atento lector como tú.
      Un abrazo amigo!

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  9. Yo creo que Hyggelig es un "concepto" que encaja perfectamente para definir tu blog. Y es que es una delicia... no... es un refugio casi, pasarse por aquí, las imágenes, la música, tu comentario sobre lo que lees... Sí... muy Hyggelig :)

    Sobre Blixen ¿qué decirte? Leí muchos cuentos suyos, por ahí los rescaté en mi último viaje a Asturias, no recuerdo si estaría este entre ellos porque los leí hace tiempo. Pero es verdad que la sensación es como que son cuentos de contar. No de leer. Sino de que te los cuenten al calor de una chimenea o al fresco de una noche de verano.

    Por supuesto, leí Memorias de África. Es curioso que mucha gente que ve la película primero... ¡les decepcione el libro! En fin...

    Un fuerte abrazo, Paco y gracias por tu blog y tus entradas, que me dan un oxígeno que no veas ;)

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    1. Hola Ana.

      No te imaginas cuánto me complace que sientas así mi blog, pero igualmente el mérito es tuyo, tu forma de leer, expresarte y observar hace que todo adquiera un significado más vigoroso, incluso sorprendente, y sin embargo siempre pertinente, por eso los muchos que nos acercamos a tu blog lo hacemos con la expectación de los niños ante un regalo, yo al menos.

      Suponía que una lectora como tú se había hecho compañía con Blixen, con esa prosa que parece hecha con palabras de porcelana no podía ser de otra forma, además, los libros de Blixen necesitan una mirada como la tuya...

      Gracias a ti por lo que entregas a cambio, que es mucho.

      Un fuerte abrazo Ana!

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  10. Voy a ser breve, que se me va el domingo. Solo decirte que la sugerencia musical que acompaña al cuento que comentas me tiene fascinado, ¡mil gracias! Ah, y ese perfil de tejados, en mi ciudad era así hasta que llegó la famosa burbuja inmobiliaria...

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    1. Así es, amigo Gerardo. Hace ya algunos años desde que Eivør Pálsdóttir me cautivó con su voz, su puesta en escena... resulta fascinante, como bien dices.

      Sería un sacrilegio no compartir con vosotros lo bello que pueda haber en esta vida... Espero que hayas aprovechado bien el domingo.

      Una pena la especulación urbanística, que absurda idea del bienestar nos quieren vender con eso. Tomelloso, y otros tantos lugares, han sufrido la sinrazón del cemento y el ladrillo a mansalva.
      Un abrazo.

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