Bajo la Estrella Polar (II).
Hijas del frío. Relatos de
escritoras nórdicas.
Libro, Ediciones de la
Torre, 1997. Biblioteca Nórdica. Ilustración de cubierta: Edvard Munch, Las cuatro edades, 1902. 276 páginas
“Una selección de cuatro relatos de cada país, escritos por
cuatro mujeres nórdicas de este siglo, pertenecientes a cuatro generaciones
diferentes de cada uno de los cinco países nórdicos, nos hablan de la situación
de la mujer en estos países y su evolución a lo largo del siglo XX.”
EDICIONES DE
LA TORRE
Allá por 1996, Ediciones
de la Torre inauguraba su Biblioteca Nórdica con el apoyo del Nordisk
Kulturfond (Fondo de Cultura Nórdica), una serie de obras que nos presentaban
un interesantísimo repertorio de escritoras y escritores venidos del lejano
norte europeo.
El libro que os traigo
aquí pertenece a esa colección y está centrado en las escritoras . He querido
dividir la reseña en dos partes y, así, poder dedicar algo más de atención a
cada autora.
En esta reseña os
presentaré a las escritoras de Dinamarca y Finlandia. Dejo el resto de países
pendientes para otra ocasión, que no se demorará en exceso, pero quiero dar
paso a otras propuestas y evitar un “empacho nórdico”.
Estas veinte escritoras de
Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia nos ofrecen relatos muy
diferentes entre sí, algunos con un acentuado dramatismo por el sórdido
ambiente que describen, otros son más cándidos, pero todas las autoras, sin
distinción, se han posicionado con su voz y su escritura para revelarse frente
a un mundo de hombres, hecho a la medida de ellos.
Sin embargo algo se ha
quedado en el camino, este aspecto lo destaca la autora del prólogo, Lourdes
Ortiz:
“Da la sensación, leyendo
los textos de las más jóvenes, pero también de sus madres, que la libertad, la
independencia y la igualdad con todos sus matices y limitaciones en una sociedad
altamente desarrollada y «liberada» hubiera traído el «frío» , el frío que
congela los huesos y el alma. (…) la tristeza y la sequedad que se desprende de
muchas de estas páginas y que nos dejan un panorama de una sociedad desangelada
de viejas abandonadas en residencias y niños terribles de tres años que quieren
dar muerte a la madre, que odian incluso a la madre. Un mundo sórdido, terrible
de cuerpos que «follan» (…) sin
entenderse. Cuerpos solitarios que se abrazan en el aburrimiento y gimen porque
tiene que gemir (…)
Y lo corroboro
absolutamente.
Del semblante de estas
escritoras parece escaparse una mirada perdida en el vacío, no tanto en las
veteranas como en las más actuales.
La mujer nórdica,
paradigma de la lucha social por la igualdad entre sexos, deja flotando en el
aire una sensación de derrota.
¿Ellas, nada menos que
estas mujeres venidas del frío? ¿El espejo donde sus congéneres del sur europeo
se han mirado para que su voz no se quede en un grito silenciado? Sí.
Parece que esa lucha por
despejar el camino a las generaciones venideras ha provocado desgarros internos
que no terminan de cicatrizar. Quizás, yo no lo sé.
O, Tal vez, la idea de
conquistar ese territorio usurpado, el firme propósito de avanzar hacia el
reconocimiento de su dignidad haya generado un menosprecio masculino, y también
femenino, personalizado en padres, hermanos, abuelos, pero también madres,
hermanas o abuelas hacia estas mujeres comprometidas, y ellas lo sientan como
una derrota personal que han de asumir por el bien de todas las demás.
Y es cierto que leyendo la
prosa áspera, descarnada y sin titubeos de las más jóvenes, uno no deja de
preguntarse cual ha sido el coste anímico, humano, que han tenido que pagar
estas mujeres (todas, en general). Porque lo hay, este libro tiene palabras que
se sienten a gusto en el infierno.
La verdad, después de leer
algunos relatos uno puede llegar a explicarse el porqué de esa proclividad de
las escritoras y escritores escandinavos actuales hacia la novela negra, algo
siniestro subyace bajo su idílico estado de bienestar, y puede ser que desde
aquí no apreciemos algunas grietas que sin duda habrá.
Inaugura este ciclo de
relatos Dinamarca, con el prólogo y la traducción de Eva Liébana.
Thit Jensen (1876 – 1957).
Considerada la escritora danesa más brillante de la primera mitad de S. XX en
su país, abre esta antología.
Indagando más allá de la
información que ofrece el libro sobre su vida y obra, he descubierto el blog;
Letrasnorte.bolgspot.com.es , una bitácora dedicada en exclusiva a escritoras y
escritores daneses, contemporáneos y clásicos, muchos inéditos en España. Os recomiendo echar un vistazo porque da a
conocer autores y propuestas muy atractivas de épocas pasadas y presentes.
A cerca de Thit Jensen
encuentro el tipo de acontecimientos que como lectores siempre nos encandilan:
- Su compromiso social la
convirtió en una oradora requerida a lo largo y ancho de todo el país. Defendió
a ultranza la maternidad voluntaria y la igualdad de la mujer. Aunque era tan
menuda que pronunciaba las conferencias subida encima de unos libros,
impresionaba a sus auditorios con sus amplísimos conocimientos. Durante una
charla en la que trataba el tema de Adán y Eva, un espectador
le gritó:
« ¡Y así logró la mujer
que apareciera el primer pecado en el mundo!".
Ella le replicó de inmediato:
"¡Pues sí, pero
cuando Adán le echó la culpa a Eva, lo que apareció en el mundo fue el primer
cobarde!». –
En lo que se refiere a
Escandinavia, en cierta manera a Europa, Thit Jensen demostró en sus primeros
escritos uno de los compromisos más férreos con la liberación de la mujer, con
el feminismo en el sentido contemporáneo del término que hoy manejamos, dando
un viraje literario desde el costumbrismo imperante hacia el realismo social,
como corriente idónea para poner el foco sobre la invisibilidad social de las
mujeres, cuando no el oprobio que sufrían.
Participa con un relato, “Gerd”,
extraído de su novela cumbre, llamada a sí mismo, “Gerd” (escrita en
1918). Nos muestra a una joven que ya no adopta un gesto sumiso ante las
pretensiones de su prometido, en una época donde las mujeres se cuidaban de no
alterar el rol de esposas resignadas y obedientes al dictamen masculino. El
tono de la prosa no es exasperado ni abrupto, nada que anticipe el brutal
choque entre la forma de contar de las “abuelas” y las formas que
posteriormente emplearán las “nietas”, y en menor medida las “madres”. La forma
de narrar entre unas y otras se erige como un excelente muestra de la evolución
anímica intergeneracional.
La segunda escritora
danesa es Dorrit Willumsen (1940), con el título “Embarazo”.
“Una mañana, tres meses
después de haberme abandonado Peter, me desperté y sabía a ciencia cierta que
llevaba un gato en las entrañas.”
Así arranca el relato. El
vacío que deja la ausencia de su compañero, quien la abandona, y la impotencia
por ver frustrados sus deseos de ser madre, llevan a la protagonista a
fantasear con la idea de la maternidad pero suplantando al hijo/a por un gato.
Esa animalización del
bebé, que la protagonista interioriza como un minino, agudiza el sentimiento de
desolación que transpira toda la narración. Una protagonista que en su monólogo,
ausente de cualquier emoción maternal, nos cuenta los pormenores de su día a
día en su estado de buena des-esperanza,
pero ese día a día no es otra cosa que el transcurrir de la más absoluta
soledad.
Vita Andersen (1944), nos
aporta el tercer relato “Apartada”.
Con la misma tónica de desolación
que el anterior pero acrecentada considerablemente. La frustración de una mujer
que no se siente amada, más aún, la indiferencia de su compañero, un hombre
separado y padre de dos hijos pequeños, éstos la escupen el desprecio a la cara
por aguantar su presencia en la casa paterna. Ni la “inocencia de los niños” se
salva de la quema. Doloroso.
Y llega el turno para la
más joven, Naja Marie Aidt (1963), con este título de claroscuros barrocos,
“Como vuelan los ángeles” . El relato más crudo de esta selección.
Apenas abandonada la
adolescencia, una chica se adentra en las tinieblas de la droga, el camino
hacia la autodestrucción solo conoce un final. La voz narrativa recaerá en la
hermana, no mucho mayor:
“A veces miramos las
pálidas fotos instantáneas de cuando Sisse y yo éramos pequeñas.
De niña era un
angelito –dice mi madre-, un verdadero
angelito, seguro que lo era…”
Adivino en las páginas de
estas autoras unos contornos que me resultan familiares… “La mujer rota” de
Simone de Beauvoir, a cuya obra me referí empleando términos como “el
insondable vacío que se abre a los pies de estas mujeres”, impresión
perfectamente aplicable aquí.
En la introducción de
Dinamarca (cada país viene con una interesante síntesis de su historia
literaria), se citan, entre otras, a las escritoras Agnes Henningsen
(1868-1962), (fue la madre del famoso arquitecto y diseñador Paul Henningsen),
y Karin Michaëlis (1872-1950), cuyas vidas podrían aportar suficiente material
para escribir sendas y espectaculares novelas, (ambas sin relato en este
libro).
K. Michaëlis, por ejemplo,
refugió en su casa danesa a exiliados como Bertol Brecht durante la etapa más
cruda del nazismo. Ella misma tuvo que exiliarse a EE. UU, aunque regresó
finalmente a su país.
Me voy de la “pacífica”
Dinamarca con evidente sentimiento de desasosiego.
Llega el turno a la
silenciosa Finlandia. El prólogo y la traducción corresponden a Ursula Ojanen.
El tono narrativo de estas
historias no presenta la dureza que han empleado sus colegas danesas, más bien
es una fina capa de melancolía lo que se cierne sobre estos escritos, pues
dicho estado del alma es un acusado rasgo del carácter finés, conviviendo en
extrañísima alianza con un sentido del humor sui generis que provoca
cierto desconcierto en los europeos del sur. Doy fe de ello en mi estancia por
aquellas tierras y el trato con sus gentes.
Leyendo la introducción de
U. Ojanen, observamos que en el siglo XIX destaca una autora de armas tomar,
Minna Canth (1844–1897) :
“Su obra teatral Työmiehen
vaimo (La mujer del obrero), de 1885, ataca con dureza a la sociedad y a la
institución familiar construida por hombres y bajo condiciones dictadas por
ellos. Demuestra en la obra cómo la hipocresía moral y la dependencia económica
pueden destruir la vida de una mujer.
(…) logra no solo
despertar el debate sobre la posición de la mujer sino producir un cambio en la
literatura finlandesa al introducir en ella el naturalismo y el realismo.”
Tal era la relevancia de
esta intelectual, también llamada “la Ibsen de Finlandia” por su obra teatral.
Si el país fue el primero de Europa en establecer el voto femenino, se lo debe
en parte a Minna Canth.
Aparece, aparte de varios
nombres citados, otra ilustre de las letras finesas, la poetisa Edith
Södergran, la gran musa del modernismo finlandés, sería imperdonable omitirla
en este prólogo literario de Finlandia. Tampoco olvida Ursula Ojanen a una de
las maestras del cuento y el relato, no ya de Finlandia, sino de toda
Escandinavia, la entrañable Tove Jansson, que a tantas y tantos jóvenes inculcó
la pasión por la lectura.
Este ciclo de relatos lo
encabeza Maria Jotuni (1880–1943), todo un clásico de la letras finlandesas e,
independientemente del sexo, una de las escritoras más brillantes en el manejo
del humor y la sátira.
Su relato “A flor de piel”
retrata con maestría el candor campesino ante la vida. Una muchacha del campo
empujada a una boda, imprevista para ella, porque la fuerza de la costumbre se
impone como un destino ineludible, y cuya palabra irrevocable queda explícita
en este fragmento.
(…) cuando alguien me dice
«así es», yo contesto «así es». ¿Por qué voy a contradecir yo a nadie?
La siguiente autora es
Solveig von Schoultz (1907-1996), con su relato “Traslúcida mañana”.
Es un buen exponente de
esa escritura transida de melancolía, una prosa exquisita y delicada, ideal
para transmitir la quebradiza rutina de sus personajes, una pareja de ancianos,
mujer y hombre, que se contemplan con hastiada resignación, de alguna forma me
remiten al paisaje finlandés, que en su infinita soledad parece hastiado de su
propia belleza.
Así pues, las palabras que
leemos parecieran acompasadas por alguna suite de Sibelius, “Malincolia”
(Melancolía)… o “Valse triste”.
“La luz matinal había
perdido aplomo, subrepticia, monótona, gris tristeza. El frescor no estaba sólo
en el chispear del agua al moverse el vaso. La luz había echado a un lado todos
los obstáculos nocturnos; llenaba la estancia hasta su cima misma: una
serenidad indiferente, cuya pureza llevaba mucho trecho elevándose.
La mano de Erland ocupaba
su lugar en el mundo, muy liviana, exhausta, asida a la certidumbre de Maggi. “
Marja-Leena Mikkola (1939).
"La última Navidad"
El encuentro de una niña con su abuela, que abandona por unos días la residencia de mayores para pasar las fiestas navideñas en casa de una de sus hijas. La nieta, que siendo aún una niña, es suficientemente mayor para percibir la frialdad, la apatía que se ha instalado en la convivencia de sus padres.
Felices Fiestas a todos. Feliz 2016.
Marja-Leena Mikkola (1939).
Nuestra tercera escritora ha tenido una vida activa en la lucha
política, y ese carácter lo imprime en su relato, “Las cerilleras”, ambientado
en una reveladora atmósfera política, por lo que tiene de “fotografía” del
panorama sindical en una “gran ciudad finlandesa”, y en un momento puntual. El
protagonista, Hellsten, un destacado miembro sindical finlandés, muestra el
funcionamiento cooperativista a una delegación sindical inglesa, mientras sus
homónimos ingleses admiran la eficacia de sus colegas nórdicos, Hellsten no
deja de mirar con ironia, y un sentimiento atribulado, todo lo que muestra. Por
ejemplo en la visita a una fábrica de cerillas:
“El ruido era ensordecedor
en la fábrica de cerillas. La pelirroja (la traductora), tuvo dificultades para
hacerse oír (…)
-
Esa máquina corta las
cerillas a la medida adecuada… Look, this machine…
Hellsten deja que su
mirada gris recorra la nave. Mujeres, ¿por qué siempre solo mujeres? Mujeres
recibiendo cerillas, plantando etiquetas. Mujeres grises con vestimentas
grises, pacientes en su movimiento día tras día idéntico, dando vueltas a una
manivela de siete a cuatro en una atronadora nave industrial. Ellas alzan un
instante los ojos hacia el grupo de visitantes, pero en seguida los bajan, se
arreglan la permanente barata y prosiguen su labor.
-
Mr. Hutchinson dice que
aquí se ve de nuevo como la sociedad se alimenta de la paciencia de los pobres…
yes, the patiente of the poor… the patiente of the poor… "
Ante la magnífica
elocuencia descriptiva y psicológica de este fragmento solo cabe rendirme a los
pies de Marja-Leena Mikkola.
Cierra este periplo
finlandés Sari Malkamäki (1962).
"La última Navidad"
El encuentro de una niña con su abuela, que abandona por unos días la residencia de mayores para pasar las fiestas navideñas en casa de una de sus hijas. La nieta, que siendo aún una niña, es suficientemente mayor para percibir la frialdad, la apatía que se ha instalado en la convivencia de sus padres.
La abuela, que acaricia
las trenzas de la niña y pregunta a la familia que noche viene Santa Claus a
casa...
La abuela y la nieta se
miran, miradas que se confunden la una en la otra.
Cuando una recién inicia
su andadura vital, la otra está a punto de concluir el largo camino, sumida en
un silencio triste. Pero en su cabeza resuena, con más ímpetu que nunca, el eco
de aquella vocecilla infantil. La niña, sin entenderlo bien, sabe donde está
ahora su abuela, lejos, lejísimos de ahí, cogidas de la mano. Y lo sabe porque
cuando ambas miradas se encuentran, reconoce un tenue brillo en los ojos
acuosos de la abuela que solo los niños poseen.
Os dejo con el cantante sami Wimme Saari y este espectacular y precioso yoik... A mí me parece impresionante.
Os dejo con el cantante sami Wimme Saari y este espectacular y precioso yoik... A mí me parece impresionante.
Bueno claro… os he
presentado a estas escritoras, bien está dejaros con otra mujer, una de las
voces del yoik más reconocidas, Sofia Jannok y su bellísimo “yoik del viento”… ¿Sabías
que los samis cantan yoiks a los renos para calmarlos?
Felices Fiestas a todos. Feliz 2016.
Qué preciosidad de canto y de música ¿sabes que no sabía nada de estos Yoiks? Me los llevo con tu permiso. He leído que la mayoría de estos cantos se dedican a los animales, así que no me extraña que algunos vayan a los renos.
ResponderEliminarNo quiero que se me olvide hacer referencia a tus fotos con los libros situados en la naturaleza, muy bonitas.
Cuando estuve en Noruega también supe de ese desconcierto femenino respecto a los hombres. Oí afirmaciones respecto a prescindir de los hombres y usarlos para quedar embarazadas pero luego criarlos solas. No juzgo este tipo de actitudes porque bien sé, por propia experiencia, lo difícil que es desarrollar un camino de liberación personal, descubriendo a tientas modelos nuevos de relación con los hombres (ya solo hablo de los hombres que están dispuestos a buscar también esos modelos nuevos, los demás se descartan solos desde mi punto de vista). Tantear supone errar muchas veces. Y equivocarse es doloroso, nunca se sale indemne de esos errores. Así que puedo entender muchas reacciones femeninas (y también masculinas) aunque no las comparta del todo o nada. Un tema complejo y difícil.
No conozco ni he leído ninguna de las autoras que presentas en esta magnífica entrada. Así que necesito empezar por una autora y una o dos obras. Porfa, guíame un poco más y haz una propuesta lectora para una que se quiere iniciar en esta literatura de mujeres nórdicas.
Un abrazo cálido para ti y las tuyas!! Y mis mejores deseos ahora y siempre :))
Ayy Laura esos cantos, ¿Verdad? Son poderosos, nos tocan alguna fibra, esas voces evocan algo remoto, reminiscencias de tiempos primitivos cuando las mujeres y los hombres vivían íntegramente en la naturaleza, sus voces me remiten a un diálogo antiquísimo con la naturaleza, quizás por esos tienen ese poder de seducción sobre nosotros.
ResponderEliminarSerá complicado satisfacer tus deseos lectores. De las escritoras danesas y finlandesas que se mencionan en las introducciones, la mayoría están inéditas en España, he realizado una pequeña investigación para no quedarnos con la miel en lo labios. Prepárate para el “copiar y pegar”...
De lo poco que se ha editado aquí tienes a kirsten Thorup con “La pequeña Jonna”,
(el blog www.devoralibros.com tiene una estupenda reseña: http://www.devoradoradelibros.com/2015/07/la-pequena-jonna-kirsten-thorup.html)
También Karin Michaëlis con tres títulos, puedes verlos:
http://www.compartelibros.com/autor/karin-micha%C3%ABlis/1
Y nuestra querida María (Junto a una taza de té), tiene una magnífica reseña de “La edad peligrosa” :
http://librosyte.blogspot.com.es/2008/08/la-edad-peligrosa.html
De Suzanne Brøgger (feminista activa, y enfant terrible de las letras danesas) hay en España un título publicado en el 78, “Y líbranos del amor” , este enlace no tiene desperdicio :
https://www.um.es/tonosdigital/znum5/perfiles/Suzanne.htm
Voy a destacar otras autoras danesas fascinantes que no aparecen mencionadas.
Ruth Berlau, en España tenemos “Una vida con Brecht. Recuerdos de Ruth Berlau”. Fue fundadora del grupo Teatro Obrero en Copenhague, además de actriz, fotógrafa y escritora, también conocida por su colaboración y relación con B. Bretch, a quién conoció en Dinamarca gracias a Karin Michaëlis.
Te voy a dejar un enlace sorprendente, muestra las relevantes mujeres (donde aparece R. Berlau), que colaboraron y pasaron por la vida de B. Bretch, muchas de sus obras teatrales fueron creadas por ellas, si no en su totalidad, casi, aunque la mayoría las firmaba él.
En el artículo que se refiere a la colaboración de Elisabeth Hauptmann, hay un comentario de R. Berlau (a parte de eso tiene su artículo, al final) a partir de una confesión que le hizo la propia E. Hauptmann:
http://www.m-arteyculturavisual.com/2013/11/17/circulo-de-tiza/
Otra autora danesa recientemente editada es Adda Ravnkilde, con su libro “Judith Fürste”. Esta escritora se suicidó con 21 años angustiada por la idea de no tener suficiente talento.
Unos enlaces:
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/10/29/babelia/1446119936_158625.html
http://www.thecult.es/libros/judith-fuerste-de-adda-ravnkilde.html
Hay una poeta danesa, Inger Christensen (fallecida en el 2009), una de las autoras más admiradas en Escandinavia. Sextopiso ha publicado “Eso” y “Alfabeto” :
http://www.sextopiso.es/7705-matamos-mas-de-lo-que-creemos/
Finlandia, también hay poco.
Minna Canth, de ella la Asociación de Directores de Escena de España ha editado un libro, una obra teatral, “Anna Liisa” :
http://www.adeteatro.com/detalle_resena.php?id_resena=93
(y aparece otra autora citada en el libro, Hella Wuolijoki)
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-7964-2013-04-14.html
De Solveig von Schoultz la editorial Endymion publicó en el 95 “Antología poética”, el libro promete.
Me hubiese encantado encontrar algo de Sari Malkamäki, y sobre todo de Marja-Leena Mikola, cuyo relato me ha gustado mucho.
Voy con dos escritoras que no se mencionan en el libro… Eran unas chiquillas cuando se publicó, son recomendables por la visión actual que muestran, Sofi Oksanen con “Purga” y Rikka Pulkkinen con “La verdad”, ambas publicadas por Salamandra:
http://salamandra.info/autor/oksanen
http://salamandra.info/autor/pulkkinen
Hay otras autoras que he omitido, más adelante afrontaré una exploración más exhaustiva. ¿Has llegado hasta el final? Jaja. Cuídate.
He leído Purga, impresionante, no hay palabras para la sensación que me dejó.
EliminarCopio todo y lo voy mirando. Estoy leyendo a Wassmo, La trilogía de Tora, no sé si hablas de ella en el post anterior. Ahora miro.
Muchísimas gracias!! Voy a mirarlo todo con calma y seguro que saldrán ricas lecturas.
Un fuerte abrazo!!
En la respuesta-tocho que he dado a Laura hay información que tal vez interese al resto de los que me visitáis, en caso afirmativo espero que os sea de ayuda, ah...Y disfrutad de la música :)
ResponderEliminarUn impresionante artículo que he leído con gran interés, Paco. Lo que me ha obligado a seguir los enlaces que has añadido en esta sección de Comentarios. Quedo, pues, agradecida por esta lectura y también por la música, siento que se acumulan las preguntas,por ejemplo, ¿por qué cierta independencia conduce a un grado mayor de distanciamiento y frialdad? Y esto, sin tomar en cuenta esa "edad peligrosa", la de la menopausia.
ResponderEliminarAprovecho estas líneas para dedicarte un renovado y feliz año 2016.
Hola Pilar :))
EliminarBueno, primero quiero agradecerte de corazón la recomendación que haces de este artículo, desde tu espacio de google+. Y aplaudo tu idea de compartir el vídeo de Sigur Rós que dejé en la anterior entrada... Un tema de esa belleza hay que mostrarlo!!
Sí, yo también me he hecho esa pregunta, después del largo camino recorrido por estas mujeres nórdicas... flota en el ambiente una sensación agridulce, lejos del idílico panorama que vislumbramos desde el sur. Espero que tomes buena nota, libreta en mano, hay muchas cosas interesantes que apuntar, ya lo creo.
Otro feliz año 2016 para ti, querida Pilar.
un articulo con un interés intelectual estupendo así como los enlaces de esas mujeres unas grandes escritoras que para mi son desconocidas,intentare leer alguna de sus publicaciones,gracias por formar parte de el año que se fue compartiendo sus publicaciones junto con sus comentarios llenos realidad plasmada en unas letras que son fáciles de comprender haciendo preciosos su contenido.
ResponderEliminarun abrazo FELIZ AÑO NUEVO que venga cargado de buenos deseos para la humanidad
Hola Deborah.
EliminarGracias por tus palabras y tu visita por aquí. Pues sí, estas mujeres tienen un interasantísimo legado intelectual vertido en sus obras, y en sus vidas. Por la pequeña parte que a mí me toca, me alegro mucho de hacerlas visibles para quienes acudan a este blog. Sus letras tienen mucho que enseñarnos.
Muchas gracias Deborah, y los mismos deseos de felicidad para ti, para todos. Estás en tu casa.
Me llama la atención, aunque no es que me sorprenda, ese tono desesperanzado de las autoras más jóvenes. Un fiel reflejo de lo que pasa también en países menos nórdicos y más cálidos: la desesperanza en una larga batalla que empieza a ser agotadora. Posiblemente porque empieza a fragmentarse la propia lucha, desde dentro. Pero confío. Confío. Siempre hay grandes mujeres (y hombres) que encuentran, otra vez, el camino.
ResponderEliminarComo ya nos vamos conociendo he venido a tu entrada con libretita en la mano y tomar buena nota porque ya sé que me llevaré varios autores/as y libros. Qué rabia que a algunos sea tan difícil meterles mano.
Me encanta la réplica de Thit Jensen al espectador. Esa habilidad para ampliar la mirada...
Sí, me voy con la libretita bien llena (añadiendo también lo que aportas en el comentario a Laura), también con cierto desasosiego y con el yoik al viento de Sofia Jannok que me calma y me emociona a partes iguales.
Que el viento te sea favorable, Paco.
Un abrazo
Querida Ana :) Siempre es una alegría tu presencia.
EliminarCoincido contigo, y es lo que comentaba a Pilar Alberdi, esa sensación agridulce que flota en el ambiente tras la lectura de estos relatos. Supongo que estas mujeres no han salido indemnes del largo y difícil camino recorrido, a sus espaldas han quedado renuncias dolorosas, heridas aún abiertas. Sin embargo han ganado, y con ellas toda la sociedad, mucho más de lo que han perdido, como mínimo el respeto y la admiración de todos aquellos que deseamos una sociedad más justa, un mundo mejor.
Ah Thit Jensen... A mí me ha parecido una mujer fascinante, parece que no se amilanaba ante nadie.
Preciosos los yoiks, ¿verdad?
Que el mismo viento que me llega vaya también hacia tu encuentro, Ana.
Un abrazo
(Has cambiado la fotografía de la portada... Tengo una que me ha sugerido la que has puesto, pero no sé cómo ponerla para compartirla contigo.
EliminarThit Jensen y no amilanarse ante nadie -ni ante nada- En eso estamos ;)
Viento de ida y vuelta, Paco.
Abrazo)
Así es Ana, cada cierto tiempo me gusta cambiar la foto, trasladarme y trasladaros a otros escenarios... Al fin y al cabo este blog se llama "Palabras a favor del viento", algo nómada, en movimiento. Vaya, pues sería genial ver tu foto!
EliminarAbrazo!!
https://scontent-mad1-1.xx.fbcdn.net/hphotos-xfp1/t31.0-8/10911306_1005895859424856_4940587531186016278_o.jpg
EliminarCreo que se verá...
¡Wow Ana! Ya lo creo que se ve, es una foto preciosa y, además, de unas aves que me entusiasman... Las grullas!!
EliminarA mediados de octubre ya estoy con mis prismáticos para observar esas espectaculares uves > > de grullas dibujadas en el cielo, en cuanto oigo su canto ya no puedo dejar de mirarlas, hasta que las pierdo en la lejanía. Espero hacer alguna foto tan bonita como la tuya. Gracias Ana :)
Magnifíca entrada nórdica, Paco! No tiene desperdicio nada, ni los textos, ni las fotos ni los comentarios. Por cierto que hay que venir hasta tu casa munido de libreta para tomar nota. De ninguna de las que nos has presentado tengo idea. Ni tampoco del yoik, hasta ahora.
ResponderEliminarGracias pr compartirnos todo; veré qué puedo encontrar por aquí sobre estas autoras.
Recibe un fuerte abrazo, mi más sincero de felicidad para este 2016 que se inicia, dales un beso a tus mujeres y que te lleguen los cálidos vientos que estamos viviendo en el Hemisferio Sur.
Muchas gracias amigo Marcelo. Sí, me consta que no son autoras muy conocidas en general. Bueno, yo también he usado la libretilla con tus propuestas...Luego la miras y te das cuenta que necesitas tres vidas para leer todo lo que tienes apuntado (durante años). El yoik es un canto muy antiguo, en la cultura sami es una forma de expresión casi tan importante como el propio idioma, son bellos y sugerentes.
EliminarFeliz año 2016 para ti y tu familia. Un fuerte abrazo desde el frío europeo.