P. Castillo

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sábado, 10 de julio de 2021

Introducción a la Botánica. H.J.M. Bowen (Oxford, Inglaterra, 1921-2001)

Editorial Juventud, 1ª edición 1979. Traducción de Luis Bosch Roura.




Érase una vez el Mundo…


Foto, Paco Castillo, primavera 2021.


 

 Antes del Whatsapp

 Antes del pasaporte Covid

 Antes de los indultos a unos políticos

 Antes de la Coca-Cola



“Durante el periodo del Carbonífero, hace ya 250 millones de años, las gimnospermas comenzaron a sustituir a los helechos y licopodios como árboles dominantes en los bosques. En esta época, América del Norte y el norte de Asia estaban unidas en un único continente en el hemisferio norte, mientras que América del Sur, África,, India, Australia y la Antártida formaban al sur un continente llamado  Gondwana.

 

Gran parte de Europa debe de haber estado oculta y frecuentemente sumergida debajo del mar, puesto que los bosques de esta era han sido conservados como bandas de carbón. Las primitivas mignospermas (…) se han encontrado fosilizadas en carbón,(…) aunque los musgos raramente se han conservado como fósiles y pueden haber estado presentes con anterioridad en la Historia de la Tierra

A pesar de que la flora del Devónico  fuera cosmopolita, desde el periodos Carbonífero y Pérmico se pueden distinguir cuatro regiones vegetales distintas.

El Gondwana tenía una flora subtropical dominada por los helechos con semillas, mientras que Europa y América del Norte tenían una flora subtropical con gran cantidad de licopodios y coníferas más recientes.

 

La región de Cathaysian, en China, las Indias Orientales y el noroeste de América fueron también subtropicales (…), mientras que Siberia central tenía una vegetación propia de los climas templados y fríos.

El periodo Pérmico finalizó con la época de formación de las montañas Hernicianas (…).

Cambios catastróficos en el clima, incluyendo una Edad de Hielo, destruyeron muchos licopodios, equisetos y helechos con semilla.

Cuando cesaron las principales convulsiones, los bosques llegaron a estar dominados por (…) cicadinas semejantes a Palmeras y gingkoales de grandes hojas, así como coníferas parecidas a las actuales. (…)

Al final de la era Jurásica, hace 180 millones de años, los bosques contenían árboles de géneros actuales, tales como Sequoia (secoya), Cuperssus (ciprés), Araucaria (araucaria) y Gingko (gingko).

 

(…) en las rocas del Jurásico aparecieron los primeros fósiles de abejas y moscas primitivas. Probablemente algunas se alimentaron del polen de las cicadinas y otras gimnospermas, pudiendo haber empezado a contribuir a la polinización cruzada.

En las rocas del Cretácico (hace 130 millones de años) se han encontrado un gran número de angiospermas fósiles. (…), muchos géneros actuales, tales como Magnolia, Quercus (roble) y Platanus (plátano) se han encontrado en las rocas de Groenlandia.

(…) hace aproximadamente 60 millones de años, la vegetación de Gran Bretaña era una selva de lluvia tropical parecida a la que se encuentra hoy en día en Malaya.

 

(…) está demostrado que la geografía y el clima de la Tierra están cambiando constantemente y de forma imprevisible y que no solo las plantas individualmente, sino todas las comunidades pueden ocupar partes del mundo muy distintas de las regiones donde se originaron." (pp 192)



Érase una vez el mundo…


 Antes de las crisis migratorias con los refugiados

Antes de Amazon

Antes del turismo

Antes del conflicto israelí palestino






"A menudo no se comprende que el hombre pueda destruir tan efectivamente un bosque permitiendo un pastoreo excesivo (cámbiese hoy por campos de golf, urbanizaciones, autopistas, centros comerciales…) o mediante la tala del mismo. El proceso del pastoreo produce efectos a largo plazo (pero los factores arriba citados entre paréntesis son de efecto inmediato sobre la naturaleza), puesto que actúa impidiendo que las semillas de los árboles perseveren. La destrucción de los animales carnívoros por el hombre ha sido también un factor en este proceso. Si los carnívoros, como los zorros o los gatos monteses, son destruidos, los pequeños roedores progresan rápidamente, siendo estos los que, al comer semillas, impiden la regeneración del bosque." (pp 242)





PD. Fotografías de Paco Castillo.

23 comentarios:

  1. Me encanta la foto de las abejas. Es bellísima.
    No soy ducho en Botánica, pero intuyo que el clima está cambiando.
    Creo que el consumo desaforado, donde todos somos partícipes, está en el centro del asunto.
    Y creo,además, que desgraciadamente llegamos tarde.
    Un placer leerte.
    Salut

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    1. Es una muy buena foto, Miquel, a veces tengo esos golpes de suerte y sale algo así.

      Me atrae la botánica, pero tampoco es que sea un entendido más allá de cuatro cosas, sucede que mi curiosidad insaciable me lleva por las lecturas más variopintas.
      Tal cual dices, en el consumo desaforado todos participamos con mayor o menor cuota, así es.

      Un placer tu visita.
      Cuídate, salut!

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  2. La era en que estamos es el antropoceno desde hace unos doscientos cincuenta años y la revolución industrial. No voy a reiterar ideas o datos de todos conocidos sobre el gravísimo peligro que pende sobre el planeta fruto de la acción del hombre sobre el clima y la naturaleza. Quería lanzar una hipótesis que me ha venido mientras leía tu artículo. ¿Qué pasaría al clima y la conformación del planeta si de pronto, sea por una catástrofe cósmica -un meteorito gigantesco que chocara contra la tierra-, sea un virus letal que no pudiera ser controlado, sea una catástrofe nuclear total, la vida humana se extinguiera y desapareciéramos como especie. ¿Cuánto tiempo tardaría el planeta en regenerarse a nivel de naturaleza -a aparecer nuevas especies animales, a extenderse nuevos bosques y selvas-? Un ejemplo lo tenemos en la zona de Chernobil ahora libre de presencia humana, salvo los turistas, que en el espacio de treinta y cinco años ha revelado un renacimiento de la vida salvaje, de la vegetación, sin influencia humana por ser una zona despoblada. Hay lobos más que en otro lugar de Europa, ciervos, perros salvajes... Esto me hace pensar en que si desapareciéramos en el espacio de cien mil años tal vez no quedaría ningún vestigio de que hubiéramos existido. Cien mil años es veinticinco veces más que lo que supone la historia humana. El clima habría cambiado radicalmente, la fauna y la flora habrían evolucionado en direcciones que ni siquiera sospechamos. Tal vez somos una pesada carga como especie para el planeta. Si fuera verosímil la hipótesis de Gaia de James Lovelock, la tierra como organismo autoconsciente podría dar un giro dramático a la agresión humana. El propio aumento de la temperatura media del planeta puede ser algo más que consecuencia del antropoceno, puede ser un sistema de defensa de Gaia. Si la temperatura media del planeta sigue subiendo a lo largo del siglo, unido a los cambios climáticos, incendios, huracanes, migraciones masivas del sur hacia el norte, desertización, falta de agua, desaparición de la vida en los mares por la sobrexplotación, subida del nivel medio de los océanos, etc, etc. La idea de que este planeta pueda convertirse en totalmente inhóspito para la especie humana no es descartable. El otro día leía que el planeta más similar a la tierra es Venus y, sin embargo, es un planeta calcinado de temperaturas de centenares de grados y totalmente inhabitable. El planeta azul podría ser mucho menos frágil de lo que creemos y estar modificando su status climático para echarnos fuera de él o a propiciar que nos extingamos. No puedo imaginar en doscientos años una población humana de cincuenta mil millones de habitantes por poner un ejemplo. ¿Terminaremos desapareciendo? ¿O como Stephen Hawking recomendaba deberíamos ir buscando ya otros mundos?

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    1. He dado clase durante veinte años de una asignatura llamada Ciencias de la Tierra y del medio Ambiente. Soy una enamorada de Loveloock y de su hipótesis de Gaia. la soberbia de algunos humanos bien intencionados al pensar que vamos a terminar con la vida en la Tierra es muy ingenua. la Tierra se quitará de encima al ser humano con un brusco movimiento y, como les decía a mis alumnos, la vida continuará aunque sea en g
      forma de bacteria.
      Los actos que estamos llevando a cabo, harán que nos destruyamos y a partir de ahí la vida seguirá mientras la evolución del Sol lo permita.
      Un saludo.

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    2. Bueno, por orden de aparición primero a Joselu y después a ti, Rosa.

      Joselu, ni que decir tiene la alegría de saberte "vivo" por la blogosfera, con esos puntos de vista tan sugerentes que te caracterizan. Recuerdo un artículo de National Geographic basado en la hipótesis que nos planteas, y me sorprendió mucho los mecanismos de la naturaleza para regenerarse a gran velocidad tras nuestra desaparición, ciertamente Chernobil nos aclara mucho la comprensión de ese proceso... Y como la fauna se sobrepone con éxito en un territorio radioctivo, ¡es impresionante!
      Es patética esa megalomanía al denominarnos la especie inteligente y triunfadora de la Tierra, ¿de verdad que alguien sensato y con sentido común se puede creer esa cantinela de nuestro éxito como especie?
      No hay especie más entregada a su autodestrucción que la humana, he ahí nuestro éxito...
      Fíjate la ola de calor en Canadá, en territorios que no podríamos imaginar estos sucesos, más de medio millar de muertos por el calor, en realidad quien los ha matado es nuestro estilo suicida de vida, produciendo esas graves alteraciones en el clima.
      Tengo que leer a James Lovelock, entre Rosa y tú me habéis abierto el apetito.
      Rosa, imaginaba que mi entrada captaría tu interés desde tu formación como bióloga. Me quedo con esa idea tuya sobre nuestra ingenuidad, al pensar que vamos a destruir la Tierra y no al revés, que ésta nos quitará de enmedio como si fuésemos una peste, un peste padajera.
      Un beso.

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  3. No me he despedido, dejando el texto sin un cierre que revele el afecto compartido. Venga aquí, me alegro de volver a leerte. Ha sido un placer reencontrarte en tu casa. Un cálido abrazo.

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    1. Pues ya sabes que el afecto es mutuo, apreciado Joselu, y aunque consideres que ahora tienes poco que decir en tu blog... Comenta ese poco, en realidad contigo no importa lo poco o mucho que digas, sino tu manera de hacerlo, de manifestarte y expresarte, ahí siempre te esperamos todos con enorme interés.
      Un cálido abrazo, y cuidaros.

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  4. La foto de las abejas preciosa. Me alegra leerte. Un saludo

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    1. Gracias Esther por tu compañía, siempre me resulta nuy agradable tu presencia.
      Un abrazo!

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  5. Preciosa entrada, Paco. Sin palabras, más allá de las del libro. Lástima que solo unos pocos tengan acceso a ellas. Lástima que no entendamos las verdades porque nos "quitan libertad" (de comer un chuletón), porque no entendemos que el ser humano debe tener una alimentación totalmente distinta. Cualquier alumno de 3º de ESO que haya estudiado la pirámide alimenticia sabe que comemos mucha más carne de la necesaria y aconsejable. El efecto de ese consumo sobre el medio ambiente es más difícil de establecer, pero existe e ignorarlo solo indica ignorancia o interés (del tipo que sea).
    Un beso.

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    1. Rosa, creo que las sensatas palabras de Garzón lad han trasladado los políticos a un debate de lo más chabacano y simplón, muy en consonancia con sus formas de hacer política, hasta el tema del consumo de carne lo convierten en un asunto de idiosincrasia y patriotismo chusco.
      Garzón ha dicho que conviene replantearse el consumo desmesurado de carne (que no su desaparición), pir las graves consecuencias en la salud y el medioambiente... Y van y lo machacan y desvirtúan sus palabras.

      Gracias por tus aportes, de verdad que aprecio mucho tu lucidez en estas cuestiones.
      Un beso.

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  6. Comparto los elogios que deparan tus fotos y textos y te agradezco lo mucho que aprendo leyendo tus entradas. Mis conocimientos de Biología son muy elementales.

    Gracias y un abrazo

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    1. Gracias, Luis Antonio, a veces salen fotografías tan vistosas como esa de las abejas y el cardo y yo soy el primer sorprendido, y en los textos... siempre encuentro cosas que mejorar, jeje. También aprendo de vosotros.

      Un abrazo.

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  7. Maravillosa entrada, Paco. Me encanta esas entradillas de antes de... Bien merecemos recordar que el mundo ya existía sin nosotros y se las apañaba bastante bien. Me encanta saber de esos tiempos pretéritos de la Tierra. Me hace ponernos en el insignificante lugar que ocupamos.
    Casualmente ayer mismo comencé un ensayo sobre el cambio climático, las migraciones humanas que producen y la necesidad de considerar como refugiados a esos migrantes. Nos precipitamos hacia un futuro devastador. Lo triste es que llevamos años sabiéndolo y parece que no interesa echar el freno.
    Un abrazo

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    1. Gracias, Lorena. Pues sí, esas entradillas me vinieron casi al instante mientras leía los párrafos; resulta una contraposición muy ilustrativa.
      Es mentalmente saludable tener presente nuestra insignificancia, me río de esa prepotencia en creernos la raza superior y elegida, menuda megalomanía gastamos.

      Vaya, suena muy atractivo ese ensayo...
      No echamos el freno, a la vista está.
      Un abrazo, Lorena.

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  8. De un tiempo a esta parte, veo, primero sorprendido, luego curioso, más tarde alarmado, luego ansioso, más tarde hastiado de la falta de previsión de las diputaciones de la presencia de una planta que, creo, llaman cola de zorro. Planta que ha sustituido en eriales y zonas descampadas, al menos aquí, a las zarzas. Dichas plantas invasivas, bellas pero improductivas, eliminan la protección y alimento a pájaros y pequeños mamíferos que los zarzales daban,. Pero nadie se mueve, nadie observa, es mejor mirar la Tv.. POr no hablar de la avispa asíatica, que fue por Guipúzcoa, uno de lso lugares que entró en España, y preocupado, yo, desde sus noticias sobre el avance hacia el sur por Francia , ahora veo que la diputación guipúzcoana, llama a "una lucha sin cuartel contra sus avisperos" ....12 años tarde...En fin, querido Paco, no sé si con la iglesia toparemos, seguro que sí, pero contra la estupidez doy fe.
    cuídate

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    1. Sí Wineruda, conozco el problema de las especies invasoras, como los famosos plumeros, una golosina para los incendios forestales, que ahora están por cualquier lado.
      Las grandes compañías ganan la partida, nos llenan de comodidades y placeres efímeros, y así nos tienen contentos mientras la Naturaleza se altera como nunca, lo de la avispa asiática da miedito... al menos yo que tengo hijas aún pequeñas y me muevo por el Cantábrico, en fin.
      Tú lo has dicho, contra la estupidez nos chocamos una y otra vez.

      Cuídate, amigo.

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  9. Que fotografías tan hermosas Paco,
    cada una de ellas tiene su propia
    belleza.

    Besitos dulces

    Siby

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    1. Gracias, Siby. Bienvenida por aquí.
      Así es, cada una tiene su propia belleza.
      Besos.

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  10. El ser humano ha trasformado lentamente el mundo hasta hace un par de siglos, que ha decidido destruirlo.
    Qué hermosa siempre la flor del cardo.

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    1. Hola, Pedro. Bienvenido al blog, el tuyo me parece un magnífico lugar para detenerse.

      La transformación del entorno en los últimos tiempos se ha hecho, las más de las veces, sin ninguna conciencia medioambiental, solo mirando un rápido retorno monetario, ese desprecio a la Naturaleza nos saldrá muy caro... ya lo estamos viendo con las Danas en Centroeuropa, etc, etc.

      El cardo es hermosísimo, no imagino un campo por aquí sin su presencia.
      Un abrazo.

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  11. ¡Hola Paco!
    el tema de las especies invasoras es un verdadero problema. Tu post reitera lo que yo expresaba a propósito de mi última reseña, que vamos hacia la autodestrucción, sin freno y como tú me decías, que a veces pareciera un completo empeño. Yo, como dice uno de los párrafos que elegiste, tampoco comprendo esa destrucción masiva sin escrúpulos de los bosques, eso lo llevo fatal y el tema del pastoreo excesivo..., los campos de golf, los incendios forestales provocados con intenciones determinadas. ¡Una pena!
    Respecto al libro, pues bueno, sabes que no lo elegiré como lectura, pero siempre me fascina el tipo de libros tan curiosos que lees
    Un beso

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    1. Hola, Marian.

      Jo, ¡vaya cabeza la mía! Releyendo los comentarios, ahora que estoy relajado en Asturias, me doy cuenta que dejé el tuyo sin contestar y eso es imperdonable.

      Sé que no leerás el libro, pero tu aportación me interesa igualmente, apreciada Marian, me consta tu aprecio por la Naturaleza.
      La verdad es que elijo libros muy dispares, ni yo mismo sé donde acabaré con el próximo libro.
      Un beso y un tranquilo verano!!

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