P. Castillo

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viernes, 4 de noviembre de 2022

 

Noviembre


Foto, Paco Castillo

Ha escampado ligeramente y la lluvia matinal de hace unos instantes (por ayer) me ha dado una tregua. Hoy se parece mucho más al otoño; estación que a estas alturas del año no termina de presentarse con todas sus credenciales. De momento está siendo más un "veroño" (que dicen) que un otoño.

Salgo a la calle. Un viento cimarrón sacude mi flequillo y lo ha virado hacia la derecha, ¡Dita sea!, espero que no sea un mal presagio... 

Si fuese un marino me pondría a contar ahora los designios que traen los vientos, pero no soy marino, y no me gustaría serlo, pues en las novelas que he leído sobre ellos… las pasan canutas.


Hace unos años leyendo a Herman Melville, hablando de marinos… ya os imaginaréis el título. Foto, Paco Castillo.


Escuché a la mujer del tiempo que este viento bravucón en la meseta central, se ha escapado del Océano Atlántico, entrando por Galicia y las costas portuguesas con sus pueblos de pescadores, este viento... aquellos vientos que hacían naufragar y morir a los pescadores lusos en la bellísima novela de Raul Brandao, inundando las villas marineras de esposas casi fantasmales, soportando la penitencia bajo el severo negro de sus vestiduras hasta el fin de sus días.

Hoy el viento de aquí, tierra adentro, lo que hace naufragar son innumerables hojas amarillentas. Tendríais que ver el espectáculo que contemplo ahora, una ventisca arremolina y esparce las hojas por doquier. 


Foto, Paco Castillo

La ventolera ha despojado con violencia las hojas de los árboles, y éstos también se ponen de luto a su manera, mostrando las ramas desnudas, huesudas, como si todo el árbol fuese un esqueleto lleno de fémures, costillas y tibias que castañean en el roce mutuo por mor del viento.


Foto, Paco Castillo

Estando así las cosas, me ha acompañado al campo un libro donde el Viento también me habla, no en vano le ha dado voz el poeta Miguel Hernández; “Viento del pueblo”. No creáis que por estar guardado en un libro este viento es menos rebelde, de eso nada.




"Viento del pueblo" (Miguel Hernández). Fotos, Paco Castillo

Arriba he citado a la mujer del tiempo, anunciaba ella con unas isobaras que este viento potente ha nacido en el océano...

Yo de joven quería ser un hombre del tiempo (verídico). Escuchaba muy jovencito a Mariano Medina, y sobre todo a Pilar Sanjurjo pronunciar palabras que, al margen de conocer o ignorar su significado, encontraba bonitas (pudiera ser por la musicalidad de su acento gallego).

Ahora sé casi todos esos significados, los he aprendido  porque deseaba conocer que hay detrás de esas palabras evocadoras junto a las que crecí.

Vientos ábregos”, refería Pilar Sanjurjo, y yo escuchaba cautivado su voz cuando lo pronunciaba. Ábregos; los vientos llovedores que así conocen los agricultores, pues portan la ansiada lluvia otoñal que será providencial para la Sementera (las tierras cultivadas).


Entrañable Pilar Sanjurjo, descanse en paz.


Sí, emprendemos la niñez junto a ciertas palabras, vamos creciendo en compañía de otras tantas, y moriremos con algunas, pocas, muy pocas, ya no harán falta muchas palabras para explicar... casi nada. Acaso unas pocas donde esté casi todo; "Te quiero". Si pronuncias esto a un hijo, hija, madre, padre, pareja, ya le habrás dicho prácticamente todo, o todo, lo que tenías que decirle en la vida, quizás no sea la única vez que lo hayas dicho, pero sí es la última vez que lo dirás…

La profesión del hombre y mujer del tiempo es bella y extraña a la par; asistimos con expectación y entusiasmo al pronóstico del tiempo, es decir, aquello (el tiempo) que en definitiva nos va exprimiendo la existencia, es un oficio muy metafísico, sin duda.

Los más de doscientos años de este enorme pino… se hicieron añicos en segundos, lo fulminó un rayo, yace ante mí. Vivir es pura contingencia, riesgo permanente a la vuelta de la esquina. Foto, Paco Castillo


Os aseguro que ni por asomo venía hoy a escribiros esto.


Foto, Paco Castillo

Yo pretendía comentaros sobre un poeta chileno (omitiré su nombre), incluso ya tenía casi lista la entrada. Pero al salir de casa el viento enfurecido me ha deshojado todos los pensamientos, como si fuese también un árbol a su merced. 

 

¿Los habrá retornado al mar de donde partió?


Cabo Peñas, Asturias, 2022. Foto, Paco Castillo

Si alguna vez el viento os roba los pensamientos, sabed que van a parar al mar.


Al mismísimo Faro de Cabo Peñas me llevé “El viejo y el mar” de Hemingway, un marco perfecto para su lectura. Foto, Paco Castillo

 “Decía siempre la mar. Así es como le dicen en español cuando la quieren. A veces los que la quieren hablan mal de ella, pero lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más jóvenes (…) empleaban el artículo masculino, le llamaban el mar. Hablaban del mar como de un contendiente o un lugar, o aun un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como el género femenino y como algo que concedía o negaba grandes favores (…)”. 

El viejo y el mar. Ernest Hemingway


El mar está lleno de pensamientos náufragos que le regalan los vientos, de eso escribió Hemingway, y Herman Melville con su Capitán, Ahab, o Ignacio Aldecoa en “El Gran Sol” y por supuesto Raul Brandao con “Los pescadores”.

Vendrá el verano y el Tiempo nos concederá el sol, entonces mis hijas volverán a correr tras las olas de la playa. Llegará el invierno y los niños se lanzarán bolas de nieve.

Mi hija pequeña en aquella memorable nevada, cuando recién estaba comenzando... Foto, Paco Castillo.

Mas, entre corretear las olas y hacer bolas de nieve, pasa el Tiempo, y los hombres y las mujeres del tiempo pasan, pasan con él. Y sucede igual con las mujeres y los hombres que no trabajan con el Tiempo; pasarán, porque el Tiempo sí trabaja con ellos…

Me hubiese gustado ser un hombre del Tiempo, oficio hermoso y a la vez extraño que refería.

Y así os anunciaría que en la mañana los vientos traerán “un tiempo para construir”, y al atardecer un “un tiempo para derrumbarse

Y al día siguiente vendrá un frente con “un tiempo para reír”, al que seguirá “un tiempo para llorar”.

Pues hay, como dicen The birds en la canción, “un tiempo para cada propósito bajo el cielo”, hasta el día que nos marchemos y cada uno se guarde su último propósito… 









28 comentarios:

  1. Podía esperar un final con otro libro, pero lo que no imaginaba era que fuera con Birs....¡cómo pasa el tiempo¡
    Una entrada para disfrutar, como el tiempo, pero esta vez del Eclesiastés, porque como decía Salomón hay un tiempo para cada cosa y este ha sido para eso, para disfrutar.
    Gracias
    Un abrazo

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  2. Magnífico tema cantado por los Birds (pero compuesto por Pete Seeger).
    De eso se trata, Miquel de aprovechar y disfrutar el momento presente, que es lo más real que tenemos, aunque en este disfrute presente quepa la posibilidad, entre otras, de rememorar también el pasado, por qué no.

    Salut y buen finde, amigo.

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  3. Buen hilván del relato con la imagen del viento que ayer nos acompañó durante la mañana, y, luego, por la tarde, se atemperó. A veces he hecho caminatas con ventoleras y los colores para la fotografía pueden ser espectaculares por los azules nítidos del cielo, las nubes como en racimos, y la claridad de la atmósfera. Dan para un buen reportaje fotográfico. El jueves hicimos una caminata bellísima por zonas de viñedos, primero de cava y luego de vinos tintos potentes por unas comarcas que en otoño son espectaculares por sus tonos ocres, verdes y rojos. Nos llovió un poco pero casi nada. No llueve, hace meses que no cae una buena lluvia.
    Me han gustado tus alusiones a los hombres -y mujeres- del tiempo que recuerdo de mi niñez -ahora no veo la televisión hace años-. Recuerdo a Mariano Medina y Pilar Sanjurjo y su lenguaje sugerente como nos recuerdas.

    Los libros del mar que mencionas los he leído aunque no a Raul Brandao. Una vez puse en su cincuenta aniversario a chavales de cuarto de Eso la lectura de El viejo y el mar y fue uno de los mayores fracasos de mi vida como profesor. Prácticamente la totalidad, menos una muchacha, dijo que era horrorosa, que no pasaba nada, que era un bodrio. Les puse la versión cinematográfica clásica para iluminarla y arreciaron sus críticas diciendo que la peli era tan mala como el libro. En fin. Y eso que es una novela corta. Moby Dick lo he leído dos veces en mi vida y quiero volverla a leer. Sin duda es una novela metafísica.

    Viento, lluvia, otoño, nuevas caminatas, reportajes fotográficos, nuevas lecturas, serenarse el alma... Vivir...

    Un fuerte abrazo.

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    1. Octubre se ha esfumado y el otoño a penas se ha hecho visible, incluso esos cielos nítidos que señalas, tan propios de aire prístino otoñal, en octubre era cielos ocres, de aspecto oxidado (como me gusta decir), pues por el centro tuvimos presencia de calima en varias ocasiones... y ya me llegaban a desesperar estos zarpazos de un verano que se resistía a largarse.
      Lo de querer ser hombre del tiempo es tal cual lo digo, yo quería ser hombre del tiempo, totalmente en serio, escuchaba a estos profesionales, con los mapas, las isobaras, los vientos por aquí y por allá, las corrientes oceánicas, los cúmulos, los nimbos, las brumas invernales, etc, etc... y para mí todo eso constituía una narrativa muy poderosa, mi imaginación echaba a volar con todas esas palabras, detalles y datos, me fascinaba. Aún me encanta el tema meteorológico, me inspira, de hecho en mi blog está muy presentes los fenómenos atmosféricos, y por cierto, es algo que nos influye anímicamente.

      Jo, menuda experiencia la lectura de El viejo y el mar con tus alumnos... se te debió caer el alma a los pies, un trance duro, ya te digo.
      Coincidimos en Moby Dick, también la he leído dos veces, y el entusiasmo nunca decayó.
      Caminando bajo la lluvia, sentir el viento, llegar a casa y tomar un café... ojear tus libros y detenerte en uno, leer... soñar. Vivir.
      Otro abrazo fuerte para ti, Joselu.

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  4. «Me gusta el viento», escribió Benedetti. «No sé por qué», continuaba, «pero cuando camino contra el viento parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar».
    Yo creo que el viento más que borrar barre unas cosas y trae otras, y, aunque estoy segura de que no querías borrar tu intención de escribir sobre ese poeta chileno, el viento de esa mañana la alejó, pero te inspiró en cambio esta otra entrada que nos regalas.
    Extraña y bella profesión la de hombre o mujer del tiempo y, efectivamente, también un tanto metafísica, como metafísico es ese otro tiempo no climatológico que nos empeñamos en controlar pero que siempre termina burlándonos.
    Una entrada con un espectacular hilo de reflexiones, Paco, como nos tienes acostumbrados.
    Un abrazo

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    1. Lorena, magnífica tu alusión a Benedetti junto a esa visión, entre metafísica y poética, del viento que "borra cosas".
      Bien pudiera ser como apuntas, barre unas cosas y trae otras... inspirarme me inspiró, aciertas amiga. Como le decía a Joselu, lo de querer ser hombre del tiempo no era una boutade para insertarlo en esta entrada... ¡es que yo quería serlo!
      Sobre el tiempo, recuerdo un proverbio danés que venía en una guía de viajes que tenía (aún tengo) de Dinamarca, y dice así.
      "No existe el buen o mal tiempo, solo la ropa inadecuada", no está mal ;)
      la observación tranquila, silenciosa, aclara la mente. Luego escribes, a ver que sale...

      Gracias, Lorena. Un abrazo.

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  5. ¡Hola Paco!
    yo también disfruto mucho con el espectáculo otoñal de las hojas, el espectáculo del campo en general que se pone tan bi¡bonito, a pesar de la escasez de lluvias...
    ¿Sabes? a mi también me han llamado mucho la atención los hombres y mujeres del Tiempo y las palabras que nos transmiten
    Me encanta tu manera de filosofar escribiendo reseñas, y mira, le agradezco al viento que despeinara y descabalara además de tu flequillo, esas palabras que ya tenías escritas (aunque seguro que también eran especiales), porque a veces, lo que surge de forma inesperada, sin premeditarlo es lo mas bello, lo mejor
    Veo que sigues tus andanzas campestres siempre con un libro bajo el brazo, eso es genial
    genial canción la de Los Birds
    Un beso enorme!!!

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    1. Sí, Marian, me consta que tú eres muy campestre, como yo, y aprecias esos detalles de las hojas, por ejemplo. El otoño es una época de transición (como la primavera) y siempre tiene el atractivo de ir viendo los cambios... El color mutando de las hojas, los cielos más claros y limpios, la humedad del campo, etc, etc, me gusta asistir a esa transformación en el ambiente.

      Fíjate, ¡ya desde joven me encantaba ver el tiempo en tv! desde pequeño era muy observador de los cielos, las nubes, los relámpagos en las tormentas, etc, era muy... Neanderthal, jaja.
      Gran tema el de los Birds, ya te digo.

      Gracias, querida Marian, beso!!

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  6. Qué preciosidad de entrada, qué precioso poema de Miguel Hernández, qué alucinante cómo se daba antes la información sobre el tiempo. Si Medina o Sanjurjo levantaran la cabeza (he consultado y he visto que Pilar Sanjurjo recién murió en abril) y vieran cómo se hace ahora...
    Yo tuve que estudiar algo de meteorología cuando tuve que dar la asignatura Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente y descubrí una ciencia apasionante donde pensaba encontrar algo aburrido y pesado. Descubrí que yo también hubiera querido ser "mujer del tiempo".
    Aquí el viento Sur que predomina hace ya días trae un aire cálido y seco que en poco deja prever el otoño.
    Me ha encantado tu entrada tan poética, tan filosófica, tan... hermosa.
    Un beso.

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    1. Miguel Hernández penetra en lo hondo del ser humano, en la injusticia también, con palabras sencillas, claras como un manantial, y encontrar palabras sencillas para reflejar tales profundidades solo pueden hacerlo los mejores.
      Sí, es alucinante el antes y le después cuando vemos la época de Sanjurjo y la de ahora... cuánto ha llovido, nunca mejor dicho.
      La meteorología me parece un campo fascinante, incluso tiene su poética, o a mí me lo parece.
      Estos desvaríos del clima, con los papales cambiados entre el cantábrico, el centro y el sur, nos da una idea del panorama climático que nos espera, y la mano del hombre está detrás, negarlo a estas alturas es surrealista.
      Muchas gracias, Rosa, es un placer tenerte por aquí.
      Un beso.

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  7. Me gusta mucho esa fotografía del águila, no había reparado en ella anteriormente. Y me llama la atención el presagio marinero de posibles malos vientos, a mi me parece que el viento, aunque sople fuerte, despeja mis ideas, como si buscase rendijas por las que colarse y airear mis pensamientos. Pero claro, en el mar las cosas se ven de otra forma, hay vientos de muerte como dices, y esa lucha que la literatura nos ha retratado en muchas ocasiones.

    He ido al enlace y a mi también me gusta ese cuadro, es una bonita escena con la cosecha, la hacienda y hasta un molino de agua al fondo. Como comentas, el covid tuvo algún efecto positivo, yo vivo cerca de un río, el Caudal, pero normalmente el ruido de la autopista no deja escuchar su sonido, en esos días de silencio lo escuchaba a menudo y era una sensación agradable. Me ha gustado saber de Brandão.

    Ha sido entrañable ver el pronóstico del tiempo de Pilar Sanjurjo, deja casi tan claro como en la actualidad la previsión, con medios básicos pero efectivos creo yo. Y puede que tengas razón sobre los pensamientos que el viento nos arrebata, qué mejor sitio que el mar como destino.

    La vida es cambio como dicen los Birds y cada estación aporta algo. En el valle en que el vivo ahora es tiempo de castañas, un viento que aún no es del todo frío sacude los castaños y sus frutos se esparcen por los caminos, todo un regalo que cada año nos hace el otoño.

    Un abrazo Paco.

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    1. Es una buena fotografía, la del águila. Siempre que paseo por el campo, el águila merodea las nubes por encima de mi cabeza, escucho sus graznidos... y me gusta pensar que a su modo me saluda, dos viejos amigos que se reconocen cada día, jaja, es lo que tiene caminar en soledad, la mente se pierde por esos derroteros...

      Me encantó la novela de Brandao; "Los pescadores", nadie como los autores portugueses para acercarse poéticamente a la muerte y la melancolía; la saudade, es paradójico que la literatura de nuestros vecinos sea una desconocida, algo que no sucede al revés.

      Me encanta eso que dices sobre tu valle y el tiempo de castañas, esparcidas por los caminos otoñales, me gusta escuchar que es "tiempo de castañas" en plena era tecnológica, en el siglo XXI... en los tiempos de la fibra óptica, que no falte el tiempo de las castañas; lo que se puede palpar, oler, tocar, ver y degustar.

      Como le decía a Rosa, parece que entre Pilar Sanjurjo y el hombre o la mujer del tiempo actuales, ¡mediara un siglo!, pero ni mucho menos.

      Ese tema de los Birds es potente, tiene un gran mensaje.
      Gracias por tu presencia, Ana.
      Abrazo.

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  8. Se te ha llenado de noviembre la entrada. Es el más certero, el de verdad, el que te hace afrontar qué has hecho los meses pasados.

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    1. Pedro, recién arranca noviembre, ¿y sabes?, ahora mismo escucho el maravilloso repiquetear de la lluvia, llueve generosamente por aquí, hace nada estaba asomado a la ventana, contemplando la lluvia, escuchándola... qué deliciosa melodía otoñal.
      Abrazo.

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  9. Hola Paco.

    Noviembre:

    Hasta Cuándo Hablan Los Demás---Pablo Neruda

    Hasta cuándo hablan los demás
    si ya hemos hablado nosotros?

    Qué diría José Martí
    del pedagogo Marinello?

    Cuántos años tiene Noviembre?

    Qué sigue pagando el Otoño
    con tanto dinero amarillo?

    Cómo se llama ese cocktail
    que mezcla vodka con relámpagos?


    Poesía del viento ¿sobre el viento? en el viento, poesía-viento

    Huidobro...
    Fatiga
    Marcho día y noche
    como un parque desolado.
    Marcho día y noche entre esfinges caídas de mis ojos;
    miro el cielo y su hierba que aprende a cantar;
    miro el campo herido a grandes gritos,
    y el sol en medio del viento.

    Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
    paso la mano sobre el lomo del viento;
    los vientos, que pasan como las semanas;
    los vientos y las luces con gestos de fruta y sed de sangre;
    las luces, que pasan como los meses;
    cuando la noche se apoya sobre las casas,
    y el perfume de los claveles gira en torno de su eje.

    Tomo asiento, como el canto de los pájaros;
    es la fatiga lejana y la neblina;
    caigo como el viento sobre la luz.

    Caigo sobre mi alma.
    He ahí el pájaro de los milagros;
    he ahí los tatuajes de mi castillo;
    he ahí mis plumas sobre el mar, que grita adiós.

    Caigo de mi alma.
    Y me rompo en pedazos de alma sobre el invierno;
    caigo del viento sobre la luz;
    caigo de la paloma sobre el viento.

    Hace poco se recordaba Alfonsina Storni

    VIENTOS MARINOS
    Mi corazón era una flor,
    de espuma;
    un pétalo de nieve,
    otro de sal;
    Viento marino lo tomó
    y lo puso
    sobre mano ruda
    sobre una mano
    encallecida a mar.
    Tan fino encaje
    ¿cómo podía anclar?
    Golpe de viento
    se lo llevó a tumbos
    por la inmensidad.
    Rodando aún está.
    Se enreda a las cadenas
    que golpean los flancos
    de los buques... ¡ay!...


    Cuídate Paco
    Gracias

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    1. Gracias, amigo Wineruda, por esos bellos poemas inspirados por el viento, especialmente adoro a la Storni.
      Y perdona por la tardanza, intentaré compensarlo con otro poema del noruego Georg Johannesen, no habla del viento, o tal vez sí...

      PRIMERA SITUACIÓN

      ¿Dónde está reunido
      el tiempo en que esperé
      alegría y tristeza?

      Por el interior de mi piel
      mi sangre ha pasado
      de largo rodando en gotas
      junto con los segundos

      ¿Dónde están los
      pájaros pardos que
      vuelan casi hasta
      el horizonte?

      Siempre desaparecían
      sin llegar a su destino.
      Nunca más llegaré
      hasta el que fui.

      Cuídate, amigo.

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    2. Hace poco compré Algunos de los nuestros. De Uriz en Nórdica. Poesía nórdica.
      Esta pasada semana pasé por aJohamnesen
      Domingo
      Tengo la cabeza vuelta hacia el este
      Aprieto el anillo que me ciñe el cuello
      Nunca podré dormir

      Uno muere cuando duerme lñ
      La luz despliega su flor de aire
      El reloj ha terminado de tejer la noche

      Mira, estoy sentado remendando una rosa
      Que alguien ha hecho pedazos
      Y puntada tras puntada se me van marchitando las mano


      Gran poema
      Gran libro
      Preciosas poesías

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    3. Es un poeta a seguir, si duda. Cuídate, Wineruda.

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  10. Pensamientos titados al aire de tu despertar Beso

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  11. Me vienen a la memoria títulos como ACEITUNEROS, EL NIÑO YUNTERO...Merecido homenaje el que rindes a Miguel Hernández-
    Un abrazo

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    1. Un abrazo, Luis Antonio, que disfrutes en estas fechas, gracias por la compañía.

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  12. Hola Paco vengo a desearte un muy feliz año nuevo.
    Te deseo lo mejor para este año que justo estrenamos, como dicen tenemos 365 nuevas oportunidades para mejorar, para aprovechar cada día el gran regalo de la vida.
    Mientras te leía, me llevaba ese tranquielo sosiego que me despiertan tus letras aunque el mar esté agitado o embravecido, libros, naturaleza y tus reflexiones, ¡Qué bien combinan o qué bien los haces combinar, que me parece más adecuado!
    Un abrazo inmenso

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    1. Igualmente Conxita, ya sabes que me alegra mucho tenerte por aquí ;)
      Hay que aprovechar cada momento, uno piensa que decir esto es un tópico, pero es algo que debemos tener en cuenta cada día... nadie sabe lo que puede ocurrir.
      Me alegro de transmitirte algo de serenidad, no nos viene mal, ¿verdad?
      Otro abrazo inmenso para ti, querida Conxita. Cuídate.

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  13. He leído que las obras de Miguel Hernández ya son patrimonio público, libres de derechos. En el fondo, ya lo eran.
    Vengo a tu noviembre desde enero. Feliz año.

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    1. No sabía eso de la obra de Miguel Hernández, pero sí, como bien dices, ya lo eran...
      Noviembre y diciembre se fueron de un plumazo. Ahora tenemos todo una año por delante.
      Feliz año, amigo Pedro, que sigamos escribiendo, al ritmo que sea.

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  14. Qué texto tan bonito y qué fotos tan evocadoras. Feliz de haber descubierto tu blog. Te invito al mío si te apetece. Un abrazo y feliz año nuevo.

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    1. Muchas gracias, Rocío, aquí las fotos son una presencia constante. Me paso por tu blog, claro que sí.
      Otro abrazo y feliz año.

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