P. Castillo

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jueves, 5 de noviembre de 2020

 

Dominique (1863). Eugène Fromentin (Francia, 1820 -1876)

Libro. Editorial Bruguera Libro Amigo. Primera edición, 1984. Traducción de Emma Calatayud. 253 páginas.


Primavera en los alrededores de casa. Paco Castillo


No me prodigo mucho por el blog, quizás siga el camino del otro que tengo (El musgo escondido), dormitando, quien sabe. 

Van apareciendo circunstancias personales, también prioridades relacionadas con mis hijas, sobre todo la pequeña y su terapia logopédica que inicia una fase importante, y en lo que yo y mi mujer somos necesarios, cuestiones que me van distanciando del blog, pasando a ser un asunto bastante menos relevante para mí. 

C'est la vie, diría E. Fromentin como buen francés.

Aunque en mi perfil ponga 2009 como fecha de estreno en esto de los blogs, lo cierto es que ya llevo con ello desde enero de 2006 (con otro blog por ahí perdido) también sobre libros, reflexiones, etc. Eso sí, nunca cierro las puertas de ninguno.

Vamos al libro. A pesar de ser una estupenda y corta novela, me he eternizado con ella desde la primavera hasta comienzos de septiembre, por motivos varios.

Había apostado todo a que la acabaría en mi adorada costa asturiana, escenario ideal y  nuestro refugio veraniego desde hace ya mucho.


En la costa asturiana. Paco Castillo


Sin embargo tuve escaso éxito. Me levantaba sobre las 8:00 am para aprovechar una hora de lectura, hasta que se levantasen mis hijas, pues una vez en pie ya estaban entusiasmadas por hacer mil cosas.

Despuntando la mañana abría una ventana con la idea de leer aspirando el frescor.

Pero, una vez sí y otra también, lo que me encontraba era un bonito ejemplar de águila ratonera justo en frente… y ante eso la lectura del libro no era mi prioridad. Contemplar la bella estampa del ave, sí, sin dudarlo.

Foto, Paco Castillo. Asturias 2020.


Lo primero que suele aparecer en la biografía E. Fromentin, no es su condición de novelista, sino su formación como pintor, después la de crítico de arte, y al final la literatura, dedicación mucho menos presente.

Se trató de un artista admirado en su época, con el favor de la crítica y el público, llegando a exponer en el exigente Salón de París.

https://www.canvastar.com/en/eugene-fromentin-falcon-hunt-in-sahara

Lo singular es que solo publicó esta novela, y para asombro se descubrió como un poderoso escritor. 

Sin embargo no es es extraña esa potencia literaria, ya que sus tratados sobre pintura flamenca (ahí sí desplegó su escritura), como crítico experto en Rembrandt y Rubens han sido resaltados por ser de los más originales y bellos que hay.

Respecto a la trama de la novela, me parece bien traído este fragmento de la web ecured, es breve y explícito, muy oportuno para la ocasión:

 “De los textos solamente Dominique (1863), pese a su carga autobiográfica, pertenece al ámbito estrictamente literario. El protagonista de esta novela es el huérfano Dominique de Bray, educado en el campo por su vieja tía y un joven preceptor. Sensible y soñador, se enamora en la adolescencia de una prima de su mejor amigo, Magdalena (Madeleine en mi edición), que acaba casada con otro hombre. La historia de este amor, que nunca llega a la plenitud por el sometimiento de sus protagonistas al sentido del deber, se prolonga durante muchos años, hasta la madurez de los personajes.”

Fuente: https://www.ecured.cu/Eug%C3%A8ne_Fromentin

Leo en la solapa un aspecto que captó mucho mi atención inicial, apuntando al análisis psicológico en relación a la historia de amor (es un “no amor”).


Foto, Paco Castillo

Se compara esta obra con Adolphe, de Benjamin Constant, yo leí esta maravillosa novela hace pocos años y la comenté en el blog (junio de 2015). En mi humilde opinión… creo que Adolphe está en el olimpo de las obras maestras (incluso así lo pensó Ortega y Gasset, que le dedica nada menos que un capítulo en “El espectador”, yo mismo lo he leído). Dominique es una excelente novela, pero no la pondría a la altura de una obra maestra como Adolphe.


Foto, Paco Castillo, 2015

 “Domique” es una novela autobiográfica en buena medida, el tema no es nuevo (ningún tema tratado en literatura fundamentalmente humano lo es), pero para eso está el talento del escritor, sabiendo como seducirte con el arte de manejar palabras. 

Poco importa al final lo verídico o lo ficticio, lo determinante es como la historia se ha ido cobijando y creciendo dentro de cada uno.

Hay pasajes conmovedores, por ejemplo describiendo la serenidad de los días otoñales en la madurez de Dominique, retirado en su residencia rural. El otoño es la estación reinante, quizás indicio del carácter taciturno del autor.

En la descripción de la campiña francesa, junto al mar, se hace evidente la habilidad pictórica de Fromentin, una mirada acostumbrada a captar las sutilezas del paisaje y el paisanaje, y plasmarlas al lienzo. Todo eso lo traslada con eficacia a la novela. Un pintor se alimenta de la vida a través de su espíritu contemplativo, se pausa y admira lo que hay. Tiene una prosa es elegante, como Oscar Wilde.

El significado que adquiere el mar ante la presencia de un escritor es un detalle que me atrae sobremanera (por ahí tengo a Auden con su Iconografía romántica del mar). Encuentro en esos fragmentos una transfiguración fascinante de nuestra propia alma, a veces emergen revelaciones íntimas mirando al mar, o al cielo, a una obra de arte, con la buena literatura…




No existe un intento de explicación más intenso de ti mismo que una noche silenciosa mirando a las estrellas.

La historia gira, principalmente, en torno a dos personajes centrales; el joven Dominique y la prima de de su mejor amigo, Madeleine.

Su amigo es Oliver, en cuya casa pasa largas sesiones mientras ambos estudian en París, son compañeros de clase. Madeleine también reside en la bonita residencia en la que vive Oliver.

Dominique va sucumbiendo sutilmente, no de manera muy pasional al principio, a la presencia tranquila de Madeleine, a su encanto discreto. Dominique es algo más explícito en cuanto a sus sentimientos, aunque sin manifestarlo con vehemencia. Madeleine, siendo una mujer sometida a la moral de su época, es mucho más reservada en mostrar síntomas de su atracción.

El caso es que Dominique irá entrando en un juego de seducción con Madeleine, pero nunca atraviesa ciertas líneas… y el joven tiene la impresión de que Madeleine tampoco quiere que las cruce, que no tiene el asunto claro, ella se conforma con el coqueteo inocente, sin más.

Foto, Paco Castillo

Todo queda en ese juego, a veces un tanto ridículo, reprimiendo el deseo de ambos. Transcurre el tiempo entre sus estudios y las salidas con Oliver por los teatros y cafés parisinos (ainns, la vida cultural de entonces). Su gran amigo posee una personalidad arrolladora y vital, aunque también egoísta, no cuesta detectar que Oliver es el antagonista de Dominique, y esto propiciará magníficos pasajes dialogados, en donde la confrontación psicológica, amistosa en términos, es sumamente interesante.

Esa confrontación psicológica también se dará con Madeleine, pero sin ahondar demasiado, pues ella y él nunca tienen la complicidad suficiente, como sí sucede con Oliver. 

Dicho esto podemos concluir que estamos ante una historia de amor que pudo haber sido pero nunca fue, hecho que suele convertirse en una rémora adosada a las vidas de los afectados.

Dominique quedará marcado para siempre por esa experiencia inconclusa que contará en la madurez, frente a un anfitrión que lo visita en la apartada residencia rural, entre sus viñedos y el sonido del mar cercano adentrándose por la ventana, observando los ágiles movimientos de los petirrojos otoñales.

Dominique ha rehecho su vida, tiene esposa e hijos, jóvenes  aún.

Pero cuando se retira a la soledad de su escritorio, entre papeles desordenados y libros viejos, no deja de mirar por la ventana con semblante perdido, escuchando el mar y mirando sin mirar a los petirrojos. Y con el brillo de la melancolía en sus ojos, un frío le recorre el cuerpo, por lo que anheló que fuese… pero nunca fue.


Foto, Paco Castillo



 


35 comentarios:

  1. Preciosa semblanza de esta novela otoñal que me ha hecho desear leerla aunque de lo esencial ya sé bastante. Me interesan mucho las charlas con su amigo Oliver, me gusta el planteamiento dialógico de los relatos que es característico de ciertas novelas intelectuales a través de las perspectivas de los personajes. Tiene esta novela un encanto pesimista por recrear un amor que no pudo ser, tal vez son los más bonitos. Galdós tuvo un enamoramiento con una prima suya en Gran Canaria y la oposición de la familia hizo que se trasladara para siempre a la península. ¡Ah, las primas! Hoy he hecho una caminata otoñal cruzando la sierra de Collserola pero me he encontrado con una mañana accidentada y problemática por perderme y hallar el bosque cerrado por celebrarse una cacería pienso de jabalíes que asolan toda la sierra. Me ha encantado reencontrarte por aquí y recuperar tu estilo espléndido de presentación de tus obras. Un abrazo.

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    1. El despliegue psicológico de la novela es uno de los puntos fuertes, junto al arte descriptivo de Fromentin. Y sí, estas páginas rezuman melancolía otoñal, tamizada por los recuerdos juveniles... aquellas experiencias que no volverán.

      Muy oportuna esa anécdota de Galdós que nos traes, se agradece.
      Aprovecha con esas magníficas caminatas, Joselu, no vaya a ser que nos vuelvan a encerrar, ojalá no.

      Muchas gracias por tu presencia.
      Un fuerte abrazo.

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  2. Confieso que no he leído el libro. Pero también te confieso que no lo haré. ¿Para qué?, si lo has diseccionado a las mil maravillas y me ha parecido fantástico. Mis felicitaciones.

    Me alegro sobremanera de verte ya, eso creo, en plenas facultades.

    Ultimamente se me ha dado por libros que hablen de la "masa", quizá influido por como llevan a las personas todo esto del Microsof, el Google, el Linquedin m el Facebook y demás. Hay muchos y buenos libros sobre el tema y ya me he tragado cinco que no había tenido constancia de ellos, porque el de Canetti, el de Ortega y el de Orwell son básicos, pero hay muchos y buenos.

    Un abrazo.
    PD: Te he dejado un correo particular.
    Salut

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    1. Amigo Miquel, hay mucho y bueno para leer, y tú tienes muy buen criterio, sencillamente hay otras lecturas que te están tentando... aunque lo cierto es que nunca (o casi nunca),comento lo que leo con ánimo de recomendarlo, plasmo mis impresiones sin más.
      Ya veo que sigues inmerso en lo sociológico, aspecto que me atrae poderosamente.
      Sí, he visto tu correo, te escribiré amigo Miquel.
      Un abrazo y salut!!

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  3. ¡Hola! Que bien tenerte por aquí de nuevo, veo que te has recuperado de ese virus que te cazó...
    Es lógico que las prioridades en la vida vayan cambiando, el problema es el tiempo que no tenemos todo el del mundo y hay que elegir, sobre todo si tus hijas necesitan de tu tiempo.
    No sabía que tenías más blogs, me gustaría preguntarte y eso ¿porqué? ¿porque hablas sobre distintas cosas? Luego me pasaré por El musgo... aunque me daría mucha pena que abandonaras las palabras a favor del viento (sugerencia: ¿no sería mejor todo reunido en uno solo?), por cierto, me he quedado con los ojos como platos al saber que llevas en el mundo bloguero desde 2006 (yo hice diez años hace poco y me parece un mundo)
    Sobre el libro, no lo leeré, no me llama suficientemente la atención la historia de este "no amor", aunque me guste leer tu opinión sobre él
    Besos

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    1. Hola Marian!

      Así es, la vida no es algo planificado de antemano, van apareciendo circunstancias y asuntos que te hacen reconsiderar tus prioridades, y cada uno en su parcela ha de tener claro hacia donde virar, no hay más.
      Empecé pronto con los blogs, recién comenzado el 2006, ha llovido ya, el primero aún lo conservo, aunque dejé de escribir en el 2009 ( también es de blogger) pero olvidé la contraseña, jaja, y la dirección de correo que tenía es de un dominio que ya no existe, así está.
      Buena sugerencia sobre los blogs... pero me da verdadera pereza hacer cambios a estas alturas, jeje.

      Ya sé que el libro no es de tus apentecias ;)

      Muchas gracias por estar, apreciada Marian.
      Un fuerte abrazo!!

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  4. De pequeña mis padres me decían que había tiempo para todo y yo ya me daba cuenta de que eso no era cierto. Si estudiaba no tenía tiempo para leer así es que... me pasé el bachillerato suspendiendo. En la carrera empecé a estudiar... y casi ni leí. Y con niños pequeños, la lectura disminuye mucho. Definitivamente, no hay tiempo para todo.
    Leí "Eugene Fromentin" hace muchos años (1993), pero aún recuerdo la sensación que me dejó. Una muy buena novela.
    Un beso.

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    1. Por cierto, veo que está recuperado y que nadie más en tu familia ha caído presa del virus coronado porque imagino que nos lo habrías contado. Por aquí seguimos resistiendo, aunque no sé por cuánto tiempo.

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    2. Pues no, definitivamente no hay tiempo para todo, amiga Rosa, aunque si yo fuese tan organizado como tú, sacaría más provecho.

      Me alegra saber que ya lo leíste, y por supuesto que te pareciese una gran novela, pues lo es.
      Caímos los cuatro de la familia, mi mujer, mis dos hijas y yo. Lo nuestro con el coronavirus fue leve, recuperación en casa, y mis hijas ni se enteraron, asintomáticas.
      Vienen tiempos duros con el dichoso virus, resiste y cuídate, cuidaros.
      Un beso y gracias, Rosa.

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  5. Me siento totalmente identificada contigo, lo de levantarse pronto para leer antes de que se levanten las niñas se estila mucho por mi casa. Una vez más, vengo a tu blog y me voy con la sensación de haber tenido una conversación en la montaña, con el frescor de la hierba. Un abrazo, me alegro que ya estés recuperado.

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    1. Jeje, veo que esa intención lectora es más común de lo que pensaba.
      Me alegro de transmitirte gratas sensaciones, Esther, es una de mis pretensiones.

      Otro abrazo para ti y gracias por tus palabras y presencia.

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  6. Hoy me quedo, sobre todo, con lo que expresas en el primer párrafo de tu entrada. Tu familia, sin duda alguna, es lo principal en tu escala de valores, pero no dejes el blog. Escribe cuando puedas y quieras, pero no olvides que no pocos te seguimos y agradecemos lo que expresas y la forma de hacerlo...

    Un abrazo y mucho ánimo, Paco

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    1. La familia siempre está por encima de todo, como bien dices, apreciado Luis Antonio.
      El blog estará ahí... me gustaría decirte más, pero ahora mismo no tengo una respuesta clara que darte, buen amigo.
      Un fuerte abrazo, querido amigo.

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    2. Tómate el tiempo que sea, pero vuelve. Tienes muchas cosas que contar y compartir y sabes hacerlo

      Un gran abrazo

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    3. Querido Luis Antonio, aprecio de veras tu compañía, es un privilegio contar con tu presencia.
      Un fuerte abrazo ;)

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  7. Se puede sentir nostalgia de lo que no fue y las historias inconclusas muchas veces son más permanentes que las que tienen un fin. En este caso veo que ni siquiera llegó a empezarse.
    Desconocía la existencia de este autor, más conocido como pintor y crítico de arte. Me ha llamado la atención lo que comentas sobre la belleza y originalidad de sus tratados sobre pintura.
    Me alegra verte de nuevo asomar por aquí, lo cual quiero imaginar que significa que ya estás libre del virus y que los tuyos también se encuentran bien. Y espero seguir viéndote (más bien leyéndote) aunque, como bien señalas, c'est la vie, y en esa vie hay prioridades.
    Que nombre tan bonito el de El musgo escondido, por cierto.
    Un abrazo

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  8. Muy acertada tu introducción, Lorena, totalmente de acuerdo con esa apreciación.

    Fromentin solo escribió esa novela, así que como novelista no se difundió mucho, otra cosa es su faceta pictórica, bastante más conocida.
    Estamos bien, Lorena. Lo que no puedo asegurar es mi continuidad por aquí... iremos viendo.
    Sí, El musgo escondido es un bonito nombre. Me encantan los musgos, fotografiarlos, tocarlos... Y los que más me han gustado siempre estaban más escondidos, de ahí el nombre.
    Muchas gracias, amiga Lorena.
    Un abrazo.

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  9. Hola Paco me alegra saber que os habéis recuperado bien. Este puñetero virus no afloja.
    Estoy contigo que el tiempo es el que es y las prioridades familiares pasan por delante de todo, eso sí espero que aunque sea con menos frecuencia pero sigas por aquí: Aún y así no soy muy buen ejemplo porque últimamente tampoco estoy mucho, entre el desánimo y la tristeza que todo esto me produce y tantas horas delante de las pantallas ha habido muchos momentos en que me he planteado hacer un parón en el blog aunque de momento me resisto a hacerlo y aunque sea poquito intento estar y no desengancharme.
    De tu entrada me quedo con una frase que me ha encantado: No existe un intento de explicación más intenso de ti mismo que una noche silenciosa mirando a las estrellas. Muy cierto, sin artificios, mirando la grandiosidad del universo uno se da cuenta de muchas cosas.
    Besos y cuídate mucho

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    1. Gracias, Conxita.
      Nos ha tocado vivir un periodo nefasto en la historia, que será estudiado por generaciones futuras, no sé muy bien que sacará la humanidad de esto, espero que al menos el ámbito científico se fortalezca.
      Pues sí, no es mala idea buscarnos en las estrellas.
      Sé que me estoy alejando paulatinamente del blog, no puedo asegurar que pasará ya que ahora no tengo respuesta clara a eso.
      Aunque siempre tengo presente los blogs amigos, por supuesto.
      Beso y cuídate también!

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  10. Hola Paco
    No me gustan las novelas de amor, al menos en las que eñ argumento pende del corazón por el mal o el bien de amores:). Sin embargo sí me gusta la introducción de la pintura en la literatura, sea en temáticas sea en el tranco del escritor sea en la sensibilidad.
    Por cierto, si algún día te cruzas con una novelita titulada"La luz y Monet en Giverny"de Eva Figes no la dejes escapar.
    Un abrazo
    Gracias Paco

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  11. Pues nada, amigo Wineruda, no es una historia para ti entonces.
    Lo cierto es que Fromentin se aplicó fundamentalmente a la pintura y su ejercicio de crítico artístico, ahí puede haber algo atractivo para ti, querido amigo. Toma nota de tus sugerencias, faltaría más.
    Cuídate mucho ;)

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  12. Hola, Paco. Los pequeños son siempre una prioridad, a mí me pasa algo parecido. Y los veo crecer y siento que no quiero perderme nada, porque estoy seguro que echaré de menos esta etapa cuando sean mayores.
    Me gusta el argumento de esta novela, muy en la onda del romanticismo, que es también una de mis épocas favoritas. Su trabajo sobre los maestros holandeses me suena, investigaré.
    Me alegro que hayáis pasado el dichoso virus sin sobresaltos. En mi zona nos golpeó muy fuerte en marzo-abril y ahora estamos mejor que en otros sitios de España. A ver por cuánto tiempo.
    Un abrazo.

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    1. Sabes bien de lo que hablas, como padre de dos peques, igual que yo, dos niñas. La pequeña, además, por broblemas de otitis y bronquiolitis durante sus primeros 3 años, acumuló moquito en los oídos y eso le impidió oir con claridad, así que va con retraso en la adquisición del lenguaje, aunque poco a poco va avanzando con la terapia. Mi hija mayor, 9 años, también está en una fase escolar en la que van surguiendo cosas más difíciles y tenemos, y quiero, estar ahí, amén de otras circunstancias... todo eso va restando al blog, y ahora es un asunto secundario para mí, lo tengo claro.
      Estamos bien pero sin bajar la guardia.
      Es una estupenda novela para leerla ahora, en otoño.
      Cuidaros mucho, un fuerte abrazo, Gerardo.

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  13. El blog debe ser siempre un momento para disfrutar, las circunstancias favorecen, a veces, ese placer y otras interfiere. Así que hay que adaptarse al tiempo del que se dispone y seguir disfrutando de esta ventana virtual cuando se pueda.

    Como casi todas tus lecturas, esta también ha captado mi atención (bonitas fotos).

    Un abrazo.

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    1. Así lo entiendo yo, Laura. Ahora se me presentan circunstancias que están por delante del blog, y éste no es una prioridad.

      Esta novela es corta y profunda en el contenido, además de muy bien escrita.
      Un abrazo, querida amiga.

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  14. Tengas una Navidad en paz alrededor de los tuyos. Y un año mejor que el que estamos pasando, de todo corazón.
    Salut

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    1. Amigo Miquel, gracias por tus buenos deseos. Ánimo y salud en estas fiestas para vosotros.
      Te sigo en la distancia.
      Un gran abrazo.

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  15. Paco, te leo, a veces no puedo comentar...pero te he leído en silencio. Pensé que puse algo cuando escribiste sobre este virus tan intrusivo, pero...debió de quedarse en esas nubes digitales de las que nos hablan. En ese mensaje te venía a decir que lo sentía mucho, pero que por otro lado me alegraba saber que estabas bien. También ver las muchas luchas que tienes y en consonancia la vida con peques creo que es ineludible la PRESENCIA. Hace poco me decían que lo importan es ESTAR. A parte de dar cariño y demás y...en ocasiones ser útil, pero a veces la vida solo nos pide estar presente.

    Entiendo perfectamente que estes ausente, aunque se te eche mucho de menos. Es necesario vivir, y los medios actuales nos pueden hacer invisibles a lo que nos rodea. Este año me paso un suceso muy gracioso en la playa, en Asturias, y nadie me vio...todos estaban en sus móviles,...aunque tengo que admitir, que hubo quien leía...

    Del libro que hablas en esta entrada, que leí hace unas semanas, me dejó fascinada...Me gusta eso de mirar por la ventana y ver petirrojos otoñales, e historias del pudo ser...pero no...

    Actualmente ando agradeciendo mucho todo lo que me rodea y la suerte que tenemos de disfrutar de pequeños momentos y de detalles sencillos. Cada vez me atrae más la vida natural...tratar de vivir con menos...y también practicar eso de estar con una misma, meditar, no solo para estar bien sino para darme mejor a quienes me rodean. Este año extraño y raro, dentro de lo malo y feo, nos ha regalado también instantes bellos. Preguntarnos por las calles cómo estamos y mirarnos más a los ojos...reconocernos entre mascaras, como si de un "disfraz" se tratara. No obstante, y es terrible, el dolor de muchas familias. Confiemos en que esto termine pronto.

    Te deseo todo lo mejor, Paco...Muchas más fotos, que aunque no compartas, las vivas como siempre...paseos en los que podáis respirar libres...volver a viajar y a tener proyectos y sueños nuevos...y dar ese tiempo incondicional a vuestras hijas. Y que la Ternura del Amor os envuelva durante todo el año.

    Un abrazo grande. María.

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    1. Hola, María.
      Primero quiero disculparme por esta larga espera para responder.
      Es cierto que estoy en una etapa de ausencia en el blog y de momento ignoro el retorno, las circunstancias me irán marcando el camino, el blog lo dejo abierto, por supuesto.

      Aplaudo tu idea de vivir en conexión con la Naturaleza, es una postura inteligente y dede luego muy saludable, aporta mucho en todos los sentidos.
      También os deseo lo mejor, apreciada María, el gran valor de un blog es esa conexión humana con personas como vosotras, las que visitáis mi espacio.

      Un abrazo grande.

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  16. Paco, estaba esperando a ver si publicadas nuevo post para aprovechar y además de leerte felicitarte el año también. Así que te deseo un feliz año 2020 repletos de salud y buenos momentos, también de lecturas maravillosas
    ¡Un besazo, amigo!!!

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    1. ¡Perdón...!! Quería decir 2021 claro... (todavía mi mente no he hecho el cambio y eso que mi corazón deseara que acabara pronto)

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  17. Amiga Marian!
    Extiendo mis disculpas a ti también.
    Gracias mil por tus buenos deseos, ojalá este 2021 veamos ya alguna luz, todos lo necesitamos.
    Un gran abrazo y mus mejores deseos para vosotros!!

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