P. Castillo

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miércoles, 15 de marzo de 2017

El sentido del asombro. Rachel Carson (Estados Unidos, 1907-1964)
Libro, Ediciones Encuentro, 2012. 47 páginas.

Fotos, Paco Castillo




A la bióloga Rachel Carson hay que reconocerle un mérito ingente, su obra “La primavera silenciosa”, publicada en 1962, constituye uno de esos escasísimos libros que han tenido el poder de cambiar el mundo, para mejor. Y no es una afirmación exagerada.

Incluso numerosos científicos aseguran que sin dicho libro, es muy probable que no existiese Greenpeace.




Por eso sobrecoge saber que ella no fue testigo de la importancia e influencia posterior de su obra, pues murió de un cáncer de mama a los 56 años, cuando estaba padeciendo una campaña de desprestigio social auspiciada por las grandes compañías de pesticidas (DDT) norteamericanas. El tiempo puso las cosas en su lugar.

Una bióloga marina cuya escritura, hermosa y evocadora, se sitúa en el umbral de la gran literatura, más aún, de la poesía. Y sigo sin exagerar. Se puede comprobar en todos sus libros, como el memorable “El mar que nos rodea”. Pero no vengo a presentar esas dos propuestas.





Yo os traigo otro de la autora. Es igual de deslumbrante, y tal vez el más bello. Tan breve que apenas llega a las cincuenta páginas.

“El sentido del asombro”

Con un título así sería un desagravio no descubrir que esconde.

Todo empezó tras mi última lectura, el magnífico “Príncipe” de Ib Michael. Estuve dándole vueltas a la cuestión central del libro, el asombro, esa capacidad que parece diluirse con la edad.

Poco después me puse a rebuscar en mi biblioteca, sabía que por algún rincón había un librito con un enunciado utilizando esa palabra…

Asombro.





Y aquí está. He tomado una decisión, prescindiré de mis comentarios, expondré el libro tal cual, excepto algunos cortes en los que se reiteren cuestiones. Es muy breve y merece la pena. Lo dividiré en dos o tres entradas, la siguiente será en unos días. En cada una habrá algo que descubrir, sin duda.

Requiere una lectura tranquila, acompañada de un té, un café, o una copa de vino…

Sus páginas atesoran una auténtica lección de humanidad, no en el sentido de compasión hacia el prójimo, sino en el de una forma genuina de estar ante el mundo, una manera de apreciarlo que ya se me antoja moribunda.

Os aseguro que sentiréis asombro al conocer lo que consiguió la buena de Rachel, y al encontraros con la belleza de sus palabras.

Así que, doy paso al libro:


Prólogo y traducción de Mª. Ángeles Martín R-Ovelleiro.


El sentido del asombro fue escrito por Rachel Carson, una mujer que hizo historia en el mundo ambientalista con su libro La primavera silenciosa (1962), en el que denunció el uso indiscriminado del DDT señalando sus dañinas consecuencias para la salud pública y la naturaleza.

“Era una primavera sin voces. En las madrugadas que antaño fueron perturbadas por el coro de gorriones, golondrinas, palomos, arrendajos y petirrojos y otra multitud de gorgojeos, no se percibía un solo rumor, solo el silencio se extendía sobre los campos, los bosques y las marismas". (Extracto, La primavera silenciosa)





¿Qué es lo que ha silenciado las voces de la primavera en incontables ciudades de Norteamérica? Con esa pregunta comienza La primavera silenciosa, que tras cincuenta años sigue siendo un best seller. La posibilidad real del escenario conmocionó a la sociedad americana de los años sesenta.

El revuelo que produjo esta publicación tuvo varias causas. (…) denunció exhaustivamente una tecnología dañina a la que no se planeaba ponerle límites en aquella época. (…) evidenció un riesgo para la salud pública por una falta de precaución normativa.

Los temores generalizados en la sociedad americana se desataron. Como consecuencia el imperio de la industria química de los pesticidas organizó una intensa campaña de desprestigio personal y descrédito científico contra Rachel Carson. A pesar de ello, la aparición de su nombre en la prensa fue constante y el éxito de ventas del libro fue inusitado.
Esto provocó que la única cadena de televisión que empezaba a emitir en esa época, la CBS, realizara un programa especial sobre los pesticidas químicos y La primavera silenciosa. En dicho programa emitido en directo en franja de máxima audiencia se entrevistó a Rachel Carson. Miles de hogares vieron por televisión a una mujer sin afán alguno de protagonismo, que advertía de los peligros del DDT para la salud de las personas y de los ecosistemas. La firmeza de su argumentación junto con su capacidad comunicativa desencadenaron la alarma social.

(...), el Congreso de los EUA, bajo el mandato de J.F Kennedy, la llamó a comparecer en una Comisión de Estudio acerca de los Pesticidas. Como consecuencia (...) se establecieron Políticas de Protección de Salud Pública y de Conservación de la Naturaleza.
Todo este proceso empezaría a cristalizar sin que Carson lo viese en vida, en 1966, con la firma de la Ley Nacional de Protección Ambiental (NEPA), precursora de toda la Legislación Ambiental Americana y más tarde Europea.

Rachel Carson murió de cáncer de mama a los cincuenta y seis años, en 1964.

Se puede decir que el curso de la historia sociológica de América, y por influencia la de Europa, cambió al introducir la cuestión de nuestra relación con la naturaleza a debate. El axioma de proteger el medio ambiente, que hoy nadie discute, tiene en ese momento su origen. Así mismo, los movimientos ecologistas surgen, como explican la mayoría de los tratados de Historia de la Conservación, a raíz de la publicación de La primavera silenciosa. (...)





La vida personal de Carson estuvo marcada, desde muy joven, por cuidar y mantener económicamente a su madre y su sobrino, a quien adoptó cuando quedó huérfano. Rachel iba para filóloga hasta que una profesora de Biología le despertó la gran pasión que ya poseía desde niña: estar cerca de la naturaleza. (...)




El libro fue en origen un artículo que le encargó la revista Woman´s Home Companion (...) fue publicado póstumamente en 1965 por la editorial Harper. Carson aceptó este encargo pues vio en él la oportunidad de poner por escrito lo que tenía que decir antes de morir. Siempre quiso ampliar este artículo a un libro. Lamentablemente, tuvo mucha dificultad en escribirlo tanto por los dolores que sufría como por el escaso tiempo del que disponía (...)

El sentido del asombro es un libro de reflexiones y experiencias a lo largo de su vida cuidando a su sobrino Roger. Rachel, que nunca se casó ni tuvo hijos, partió de lo que ella más amaba y disfrutaba para entretener a su sobrino: pasar horas cerca de los bosques y el mar de Maine. 

Cuando Roger tenía tan solo veinte meses empezaron sus aventuras juntos. La acogida sencilla y entusiasta de la naturaleza por parte del niño cautivó a Carson. La fuerza de las olas, el ruido del viento, el olor del mar, la oscuridad de la noche, nada producía temor al niño, más bien todo lo contrario.

(...) El asombro provoca lanzarse a descubrir un mundo porque fascina y al tiempo se percibe como algo que no es ajeno. Carson reconoció este preciso estado como el original para acercarse al mundo.
(...) no tenía ninguna pretensión de enseñar a su sobrino toda su ciencia o clasificación taxonómica. Quería simplemente que surgiera el "wonder". Esta palabra en inglés tiene una doble acepción; la de sorprenderse y la de preguntarse. (...)







Carson intuyó que este sentido natural, que todos poseemos, iba a mermarse ante el avance de una tecnología que tendía a separarnos del contacto con la naturaleza. Ella sospechó que aquella época que le tocó vivir, cuando se crecía al aire libre, iba a tener los días contados. El tiempo en que la naturaleza era parte del hogar, los niños jugaban a bañarse en el río, construían cabañas en el árbol o se tumbaban en campos de trigo estaba próximo a acabarse. Es por esto que Carson vio imprescindible cultivar el sentido del asombro.

(...) Este acompañamiento (adulto-niño), me recuerda a la simbiosis en los líquines, que a Carson tanto gustaban. Ella sabía que el entusiasmo ante el ruido de mar o sobre el olor después de una tormenta era la mejor manera para que su sobrino disfrutara. La reacción del niño, como si todo le perteneciera, le hacía más comprensible y a la vez más misterioso ese sentido del asombro a Carson. 

Ambos se ayudaban. Ninguno poseía para sí la fascinación sino que parecía que la agrandaran por el mero hecho de reconocer juntos la belleza innata del mundo.





(...) Carson expone qué es lo esencial: estar atentos, saber ver, dejarse asombrar, preguntarse. (...)

Este breve libro fue escrito con una prosa casi poética. El perfeccionismo que se nota en la colocación de cada palabra no es solo un rasgo del carácter de su autora, sino una cuidada forma de hacer disfrutar y asombrar al lector. Rezuma sensibilidad, belleza y amor por lo que dice y escribe.


M.ª Ángeles Martín R-Ovelleiro




El sentido del asombro

Una tormentosa noche de otoño cuando mi sobrino Roger tenía unos veinte meses le envolví con una manta y lo llevé a la playa en la oscuridad lluviosa.
Allí fuera, justo a la orilla de lo que no podíamos ver, donde enormes olas tronaban, tenuemente percibimos vagas formas blancas que resonaban y gritaban y nos arrojaban puñados de espuma. Reímos juntos de pura alegría. Él, un bebé conociendo por primera vez el salvaje tumulto del océano. Yo, con la sal de la mitad de mi vida de amor al mar en mí. Pero creo que ambos sentimos la misma respuesta, el mismo escalofrío en nuestra espina dorsal ante la inmensidad, el bramar del océano y la noche indómita que nos rodeaba.





Continuará...

19 comentarios:

  1. Hola Paco,
    conocí a Rachel haec años en una web que hablaba de libros excelentes, no tengo ningún libro suyo, supongo por dejadez, o porque no leo ese tipo de libros, sin embargo la lectura de esas líneas me ha dejado sorprendido, la calidez y la calidad de sus ideas y palabras no debo dejar pasar, de ningún modo. Del mismo modo que la idea del asombro es algo con lo que yo no puedo vivir, no sobreviviría sin ella, yo la llamo curiosidad o, mejor, ávida curiosidad, necesito encontrar lo más bello de algo que me gusta, así por ejemplo ahora, estos días, necesito encontrar a las vocalistas de jazz más alucinantes, después de asombrarme con Eva Cassidy o Madeleine PEyroux, no dejo de encontrar, filtrando muchas, a cantantes de otro mundo, Jane Monheit o Liz Wright. Siempre se necesita la sorpresa para vivir, el asombro de las cosas bellas, ya solo parecen quedarse los inicios de un futuro mundo feliz de máquinas y fuegos (acabo de leer que el poco espabilado de trump va a recortar las artes y las humanidades, los tontos van de la mano, solo buscan dinero)
    Gracias por la sorpresa, gracias por lo fascinante. Quedan pocos lugares y quedarán menos como este.

    cuídate mucho

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    1. Hola Wineruda.

      Es una escritura que nace de la observación profunda y sensible de la naturaleza, ésta tiene su popio discurso, cuya voz siempre está disponible para quien se detenga a escucharla.

      Rachel Carson lo hizo con admirable humildad y el resultado es una narración exquisita, que toma el pulso a los grandes y pequeños acontecimientos que la naturaleza despliega ante nosotros. Un libro necesario.

      Cuidate y gracias, siempre.

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  2. Estimado Paco,
    Mi nombre es Raquel y soy la responsable de comunicación de Ediciones Encuentro. Nos parece muy bien que usted colabore en la difusión del libro de Rachel Carson, pero en circunstancia alguna podrá hacer disponible en su blog el texto integral del libro.
    La obra de Rachel tiene derechos de autor y, por lo tanto, si usted seguir publicando el contenido del libro, tendremos que reportarlo al CEDRO, asociación de autores y editores que gestiona los derechos de propiedad intelectual.
    Espero que usted lo comprenda.
    Un cordial saludo,

    Raquel Neves
    Ediciones Encuentro
    comunicacion@edicionesencuentro.com

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    1. Hola Raquel.
      Tengo que darle la razón, sin duda alguna. Lejos de mi intención está causar perjuicios a terceros,no había tenido en cuenta dicha circunstancia.

      No se preocupen, abandonaré mi propósito, y lo comprendo perfectamente, desde luego.

      Otro cordial saludo y disculpas.

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  3. Supongo que habréis leído los comentarios inmediatamente anteriores. Si os soy totalmente sincero, no había reparado en dichos aspectos; derechos de autor, etc, etc, que son una parte más del engranaje literario. Imagino que mi entusiasmo inicial ante este libro fascinante no me ha hecho reparar en esas cuestiones aledañas.
    No hay problema, dejaré unas cuantas impresiones, como siempre. Eso sí, siendo consciente que ni de lejos harán justicia a la belleza que despliegan las palabras de R. Carson.
    Pero hay que rectificar cuando procede :)

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  4. Seguro que consigues con tus impresiones dejarnos tu visión del libro y abogar por resucitar esa forma de estar en el mundo. No había caído en ese doble significado de la palabra 'wonder', pero la verdad que tiene sentido. Quedo a la espera de preguntarme y de dejarme asombrar.
    Un abrazo

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    1. Bueno, no estoy tan seguro, jeje. Es cierto, ese doble significado de la palabra "wonder", las palabras suelen acudir a nuestro socorro cuando el mundo nos desconcierta... aunque éste siempre va un paso por delante.
      Un abrazo

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  5. Precioso Paco, no conocía a la autora, ni su vida ni su obra y te he leído fascinada.
    Esas letras con las que acompañas tu reseña son de una preciosidad que me ha dejado asombrada, lo cual me parece muy adecuado con el contenido del libro.

    La capacidad de asombro tan propia de los niños y que parece que se va perdiendo con el paso de los años, esa capacidad de asombro que nos permite disfrutar intensamente, como tú has hecho con la lectura y con esta preciosa entrada que has compartido.

    Esperaré a leer tus siguientes opiniones sobre el libro.

    Un beso

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    1. Rachel Carson era muy rigurosa con aquello que escribía, lo revisaba una y mil veces, así que sus palabras siempre son certeras, precisas... y muy bellas.

      Hay que buscar el asombro sin descanso, en cualquier acto de nuestra vida, leer es una estupenda forma de hacerlo. Gracias Conxita.
      Beso

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  6. Me has dejado con la miel en los labios, ¡¡qué maravilla!! y yo sin conocerla, menos mal que a eso le puedo poner remedio.
    Me gusta mucho (y me cautiva) eso que dices sobre que Sus páginas atesoran una auténtica lección de humanidad, no en el sentido de compasión hacia el prójimo, sino en el de una forma genuina de estar ante el mundo, una manera de apreciarlo. Eso para mi es la revolución, la capacidad que tenemos las personas de articular otra mirada sobre el mundo, ir hasta los límites y descubrir otra manera de estar en el mundo.
    Respecto al asombro, me cuesta sentirlo, pero puedo sentirlo por las cosas más simples y sencilla (y el rugido del mar una noche lluviosa, me parece una oportunidad única para hacerlo) .

    Las fotos ilustran a la perfección cada paso que da el texto, muy bellas.

    Un abrazo y buena semana.

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    1. Jeje, pues un poco pretendía eso, despertar la curiosidad por esta magnífica comunicadora, R. Carson, y su obra. Así es, he percibido una gran humildad en esta mujer, en su forma de observar la vida y, siempre, de restarse importancia en cuanto al éxito de sus libros, etc. Todo eso me ha parecido muy genuino... auténtico. Y creo que se pueden hacer grandes cosas cuando uno no se cree el ombligo del mundo, son lecciones como esa las que nos brinda R. Carson.

      Un abrazo y gracias, Laura.

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  7. Entre Wineruda y tú me traéis loca, con estos libros raros, desconocidos y bellos... Ya sabes, vivo mirando la naturaleza ¿cómo pasar de largo por este que ofrece una mirada genuina. Bosques y mar. Por ahí me quiero perder yo.

    Gracias por compartirlo, me valen tus sensaciones, no importa que no lo hayas podido compartir completo (entendible). Me dejaré llevar por el asombro (qué digo... si no sé hacer otra cosa).

    Un abrazo

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    1. Ayy Ana, qué te voy a contar a ti... :) Esos libros raros y bellos, nos buscan, sí, eso hacen. La narración más fascinante es, para mí, la que te ofrece la naturaleza, y nosotros somos parte de esa "escritura primigenia", lo que ocurre es que vamos dejando muchos tachones en este relato, emborronando el fluir de la historia. Dejarse llevar por el asombro es una postura sabia, no hace falta saber otras cosas... ahí está todo. Abrazo :)

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  8. Mil gracias!,por presentarnos de una forma tan bella a esta autora,que nos enseña como observar esa naturaleza
    y no perder la capacidad del asombro.Siempre he pensado que nos reconcilia con nosotros mismos y nos sana.Y hacerse las preguntas.
    ¿Qué pasaría si nunca lo hubiera visto? ¿Qué pasaría si supiera que no lo veré nunca más?.Me ha encantado.
    Un abrazo

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    1. Gracias a ti Clara, por tu presencia y palabras. Es muy difícil hacer buenas preguntas... Solo hay que ver la televisión y leer periódicos para constatarlo. Esas palabras abren una vías de reflexión extraordinarias, por infrecuentes. A mí también me han encantado.
      Un abrazo :)

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  9. Nada de nada, diría Billy Preston. Lo bueno de visitarte es que siempre das con algo más que interesante -aunque, en ocasiones, difícil de conseguir-.
    La mirada depende del punto de vista del observador, como bien señala U-topia; es esa forma de mirar y mirarnos el primer paso para el cambio de paradigma, en cualquier ámbito.
    Voy a por él. Gracias por descubrirnos autora y libro.
    Un abrazo, pibe!

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    1. Billy Preston, caray, no es mala comparación, no :))

      La mirada es el sentido más preciado que tenemos para percibir el mundo, el más deslumbrante en nuestra niñez... deberíamos dar más importancia a la manera que tenemos de mirar las cosas que hay a nuestro alrededor. Un libro como éste es un buen toque de atención para obrar en consecuencia.

      Gracias Marcelo, ¡ojalá encuentres el libro!

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  10. hola paco! wonder esa es la palabra, por atropelladas y maravilladas nos presentamos en tu ultimo comentario, y bajamos y seguiremos bajando! anotanos, somos de la morada del buho lector y te esperamos con mucho placer. hermosas fotos! se ve tu alma! saludosbuhos!!!!

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  11. hola paco! wonder esa es la palabra, por atropelladas y maravilladas nos presentamos en tu ultimo comentario, y bajamos y seguiremos bajando! anotanos, somos de la morada del buho lector y te esperamos con mucho placer. hermosas fotos! se ve tu alma! saludosbuhos!!!!

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